«El estado de Israel será el centinela de la civilización ante la barbarie», así argumentaba Theodor Helz la necesidad de un estado judío en Oriente Medio allá por 1917, y en parecidos términos se despachaba Jose María Aznar al recibir en 2012 en premio Samuel Hadas por su aportación a los intereses del estado sionista […]
«El estado de Israel será el centinela de la civilización ante la barbarie», así argumentaba Theodor Helz la necesidad de un estado judío en Oriente Medio allá por 1917, y en parecidos términos se despachaba Jose María Aznar al recibir en 2012 en premio Samuel Hadas por su aportación a los intereses del estado sionista en España. Ya lo advertía en su día el padre fundador del sionismo y sigue siendo evidente hoy en día, que esa posición estratégica y de vanguardia de los intereses de occidente en la región debe de ser sustentada desde fuera, ya que de otra manera sería inviable desde el punto de vista económico un microestado afincado en un terreno más bien inhóspito y pobre en recursos naturales, y que paradójicamente que se jacta de mantener el cuarto ejército con mayor capacidad de destrucción del planeta.
Dos de los campos estratégicos en los que Israel muestra orgulloso al mundo su poderío son la industria de la guerra y el control social, y la del agro-negocio, dos disciplinas en las que cuenta con la inestimable colaboración de las administraciones vascas. En lo que al ámbito de la seguridad se refiere, a principios de año las organizaciones catalanas Negocis Ocults y el Centro de Estudios para la Paz JM Delás, publicaban un informe que desvelaba las relaciones entre empresas israelíes del sector de la «seguridad» y fuerzas policiales del estado español, entre ellas la Ertzaintza y la Policía Foral Navarra. Empresas del sector como Guardian Homeland Security, se jactan públicamente de adiestrar a estos cuerpos policiales en campos de entrenamiento israelíes en técnicas represivas «contrastadas en combate real».
Más recientemente hemos tenido noticia de la visita a Israel de una delegación de la Federación de Cooperativas Agro-alimentarias de Euskadi, acompañada por representantes institucionales, y que viajará al estado sionista a cuenta del presupuesto del Parlamento de la CAV para establecer relaciones comerciales preferentes con empresas israelíes. En la organización de la visita interviene la asociación Havtajá, conocida promotora de los intereses sionistas en Euskal Herria. A nadie se le escapa la importancia del sector agro-alimentario en un estado que hace gala de haber conseguido vencer a la aridez de su entorno a través de la innovación en técnicas de cultivo, modificación genética de organismos vivos y, sobretodo, usurpación de los escasos recursos hídricos de la zona. Así pues, la prosperidad de Israel en sector agrícola pasa necesariamente por la ocupación militar de las principales fuentes de agua de la región como los Altos del Golan o la Rivera del Jordan. Los terrenos de la margen occidental del río Jordan, ubicados en territorio palestino según la ley internacional, están a día de hoy bajo control militar de la fuerza ocupante que es quien explota los recursos de esas tierras, las más productivas de Cisjordania. Esta visita, enmarcada en la Estrategia Marco de Internacionalización de Euskadi 2020-Estrategia Basque Country, supone una colaboración directa con la ocupación de Palestina, el expolio de sus recursos naturales, y la viabilidad del proyecto sionista en Oriente Medio. No podemos admitir la colaboración con el estado genocida de Israel. No en nuestro nombre, ni con nuestro dinero.
Koldo Alzola. Miembro del programa radiofónico Uhintifada, de Hala Bedi Irratia
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