¿Cuáles son los objetivos de su asociación? Visibilizar la situación de las mujeres colombianas víctimas del conflicto armado colombiano, y el trabajo de las mujeres de la Ruta Pacífica de Colombia. La Ruta Pacifica de las mujeres de Colombia es un movimiento social de más de 350 organizaciones. Las Mujeres de la Ruta provienen de […]
¿Cuáles son los objetivos de su asociación?
Visibilizar la situación de las mujeres colombianas víctimas del conflicto armado colombiano, y el trabajo de las mujeres de la Ruta Pacífica de Colombia. La Ruta Pacifica de las mujeres de Colombia es un movimiento social de más de 350 organizaciones. Las Mujeres de la Ruta provienen de todos los sectores sociales: profesionales, intelectuales, estudiantes, universitarias, Indígenas, afro-descendientes, incluso algunos hombres. Su base social está conformada fundamentalmente por sectores populares, quizá las que padecen de manera más violenta el conflicto armado, mujeres que han decidido romper el silencio, y el ciclo de miedos que produce la guerra.
La Ruta Pacífica de Mujeres es un movimiento feminista y pacifista con un accionar político, cultural y social dirigido a fortalecer la visión feminista del pacifismo, la no-violencia y las resistencias civiles y promover la inclusión de las propuestas políticas y sociales de las mujeres colombianas.
¿Qué objetivos persiguen con la movilización del próximo 6 de marzo?
Denunciar la violencia que se ejerce desde el estado Colombiano a través de las leyes implementadas por el Presidente y aplicadas por las Fuerzas armadas en este caso Policía y Ejército. El gobierno de Álvaro Uribe premia el asesinato de personas que forman parte de los grupos guerrilleros, con dinero, medallas y vacaciones; por parte de los miembros de la Policía y el Ejército, que llevados por la ambición, secuestran a jóvenes de barrios populares los torturan y matan, después los visten con ropas de estética guerrillera y los presentan como efectivos guerrilleros dados de baja.
¿Cuáles son las organizaciones convocantes?
Las entidades convocantes son MOVICE Movimiento de Víctimas del Conflicto, la Coordinadora Cataluña Colombia
¿Creen ustedes que la ciudadanía española está suficientemente informada de la situación colombiana?
Sinceramente pienso que no, por su complejidad, porque se ha alargado mucho en el tiempo, desde la década de los años 30/40, porque tiene demasiados actores, legales e ilegales, además del narcotráfico que es lo más visible de la realidad Colombiana. También tenemos a los medios masivos de comunicación en una postura partidista clara que se ocupan de tergiversar la realidad. Y en el lugar más alto de esta lista son los cambios en las ideologías de los grupos insurgentes-narco-guerrilleros-terroristas y los cambios en las políticas del gobierno. Más cuando después de algunas políticas implementadas como pagar por la delación y armar a civiles en defensa de los barrios y poblaciones rurales, se ha desdibujado la línea que separa combatientes de población civil, que es la población desarmada e inocente, que actualmente es la principal víctima de este conflicto interno.
¿Cuál es la actual situación política de Colombia? ¿Hay posibilidades de acuerdo entre las FARC y el gobierno Uribe en el tema de los secuestrados?
Colombia está en un estancamiento del conflicto, primero porque desde el gobierno se niega esta realidad, para el Presidente Álvaro Uribe no existe dicho conflicto, por eso sólo se aplican políticas de guerra y segundo, porque la salida negociada del conflicto es una posibilidad casi inexistente. En Colombia se ha venido aplicando en los últimos años eso de que «Al enemigo ni agua» y para pensar en una salida negociada del conflicto hay que abrir posibilidades y Colombia está muy lejos de esto.
En cuanto a las posibilidades de acuerdos con las FARC es un tema más que difícil debido a sus propias actuaciones, porque una semana después de liberar a 6 secuestrados que permanecían retenidos desde hacía años, asesinan a 17 indígenas de la etnia AWA por ser «informantes» del Ejército
¿Existen libertades políticas garantizadas en Colombia?
Claramente no, Colombia es un país bipartidista donde las opciones políticas de izquierda son bloqueadas, por ejemplo la desaparición de más de 3000 militantes de la U.P. Unión Patriótica partido político que emergió de las filas de las FARC.EP y dirigentes sindicalistas, o los miembros anmisitiados del movimiento M-19.
¿Cuál es la situación de los presos políticos colombianos?
En Colombia no existe la consideración de preso político porque eso sería reconocer el conflicto. Actualmente existen alrededor de 7.500 prisioneros que en algunos casos tienen el calificativo de «terroristas». Según datos de la Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, hay 68.000 personas presas en las cárceles colombianas, de las cuales la mayor parte son personas sin condena firme, sin juicio ni sentencia. Hay alrededor de 2.200 personas condenadas, el resto está en etapa de investigación. En Colombia la pena máxima era de 40 años pero con la reforma de 2003 quedó en 60 años.
El gobierno colombiano parece contar con fuertes apoyos del gobierno norteamericano. ¿En qué se concretan esos apoyos? ¿Es básicamente ayuda para la lucha contra el narcotráfico?
El gobierno Colombiano está claramente apoyado por los Estados Unidos, sobre todo en la etapa del señor G.W. Bush. No solo con dinero para luchar contra el narcotráfico sino con una lucha global que todos conocemos que es la lucha contra el «terrorismo», que se inició después del atentado a las torres gemelas de N.Y., a cuya lucha se sumo Colombia, con esta nueva forma de llamar y tratar a los guerrilleros. Cosas del oportunismo político. Estas cosas son las que hacen que se distancie la comunidad internacional frente al conflicto interno colombiano.
El gobierno norteamericano en la etapa Clinton y Bush, sobre todo, ha aportado cantidades ingentes de dinero como ayuda en la lucha contra el narcotráfico y la lucha contra los «terroristas» los datos económicos son más o menos 527 millones de dólares en 2008, de los cuales un 7% es destinado a gastos militares y el 24% restante para políticas públicas, y de estos dineros solo un 25% está sujeto a la constatación del respeto a los DDHH. Actualmente 55 millones de dólares continúan retenidos por el incumplimiento de este respeto. Esperemos que en la etapa Obama, las cosas cambien.
¿Cuáles son las relaciones del gobierno colombiano con los países vecinos? Hubo, si no recuerdo mal, momentos de alta tensión con la República de Venezuela.
Hasta los años 80 nadie sabía nada del conflicto colombiano, en los años 90 con las propuestas de paz del presidente Belisario Betancourt y su proyecto de involucrar a los países limítrofes en lo que se llamó el grupo de Contadora a favor de la Paz en Centroamérica ayudo a Colombia en su propio proceso.
En estos procesos de Paz implementados por Betancourt, La caída del muro y la consecuente caída de los regímenes comunistas dejó abandonados a los movimientos insurgentes contribuyó a los procesos de negociación donde países como México y Venezuela sirvieron como anfitriones para esos diálogos. El problema se dio con el fortalecimiento de estos grupos con el dinero del narcotráfico. Situación que llevó a la apuesta por buscar apoyo en los Estados Unidos, por parte de Andrés Pastrana, con Bill Clinton. Éste aprovecha la coyuntura y introduce el Plan Colombia, plan que fortalece lo militar en detrimento del dialogo, ante la negativa de los países limítrofes a esta implantación de políticas en las zonas de frontera los Estados Unidos les entregan recursos con el programa Iniciativa Regional Andina como apoyo al fortalecimiento militar de las fronteras. Con el apoyo de G.W. Bush y el triunfo de Álvaro Uribe y su política de exageración de la amenaza que representa el conflicto colombiano para toda Latinoamérica ha marcado la política exterior.
El problema con Venezuela se dio a raíz de que el presidente venezolano hizo una llamada de forma directa a un General del Ejército Colombiano acción que fue considerada sospechosa, por el gobierno de Colombia, de ser una supuesta «confabulación golpista», probablemente dentro de la postura del gobierno colombiano de que todos los actores sociales, grupos y defensores de los Derechos Humanos y todos los que piensen darle un reconocimiento político a los guerrilleros son claros cómplices de estos.
Mientras todo el continente americano, o gran parte de él, gira hacia posiciones no conservadoras, Colombia parece estar apoyando un gobierno nada moderado. ¿Por qué? ¿Cuáles son las razones de esta singularidad colombiana?
El mayor problema de Colombia son las desigualdades, no solo económicas y sociales, sino también políticas. El problema social y económico, léase campesino, es parte de una de las grandes desigualdades que se ven dentro de las cárceles, estudiantes, sindicalistas, defensores de los derechos humanos, familiares de los miembros de la guerrilla, madres y campesinos; son reos calificados afines a la insurgencia, llamados y condenados por ser terroristas. El trato no es el mismo entre un preso social, «terrorista» o paramilitar, aquí también se ven las desigualdades.
Sin obviar que el sistema penitenciario también se ha visto modificado a raíz de los pactos con los Estados Unidos, ya que se han habilitado cárceles de alta seguridad similares a las que tienen ellos, construcción, adiestramiento de la guardia y reglamento interno muy rígido y con un alto nivel de vulneración de los DD.HH.
No olvidemos que las políticas aplicadas según la Seguridad Democrática aprueban la delación y esto es motivo suficiente para ser investigado, encarcelado y condenado. O a través de la aplicación de tortura se consiguen declaraciones firmadas que ningún juez investiga, que se dan por válidas entre muchas de las vulneraciones de los detenidos y condenados. La masificación de la población de las cárceles y la dispersión de los presos hacen que se den casos de desatención graves entre estos la falta de atención médica, viven con unas condiciones pecarías de limpieza y de alimentación, ya no hablemos de lo que se llaman beneficios como puede ser el acceso a la educación de un reo, o a un trabajo remunerado, para esto no hay ni voluntad política ni presupuesto. Las cárceles en Colombia no están consideradas como centros de rehabilitación sino como sitios de castigo y seguridad.
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