Un grupo de desaprensivos ametrallaron ayer por la tarde las figuras del monumento por la memoria histórica que se acababa de inaugurar en la villa de El Torno (Cáceres). La asociación Jóvenes del Valle del Jerte organizó la colocación de cuatro esculturas del escultor toledano Francisco Cedenilla, que representan a una mujer, un hombre, un […]
Un grupo de desaprensivos ametrallaron ayer por la tarde las figuras del monumento por la memoria histórica que se acababa de inaugurar en la villa de El Torno (Cáceres).
La asociación Jóvenes del Valle del Jerte organizó la colocación de cuatro esculturas del escultor toledano Francisco Cedenilla, que representan a una mujer, un hombre, un anciano y un niño víctimas de la represión franquista. El artista había contado con una subvención de Ministerio de la Presidencia para elaborar su obra y, tras ofrecerla a diversos municipios, se encontró con la buena disposición de los jóvenes de El Torno, que consiguieron ubicarla, con permiso de la corporación municipal gobernada por el Partido Popular, en un paraje singular con mirador al valle del Jerte, propiedad del Ayuntamiento. Se da la circunstancia de que las estatuas son de hormigón, de unos 300 kilogramos cada una.
El domingo por la mañana, unas 70 personas, sin la presencia de políticos de renombre, sólo autoridades municipales del pueblo, inauguraron el monumento. Tras el emotivo acto de recuerdo de las víctimas del franquismo, se fueron todos a comer unas migas en un restaurante de la localidad. Al terminar, unos cuantos vecinos les avisaron, alarmados, de que habían oído ráfagas de fusil, tiros de escopeta y gritos en el lugar donde se ubican las esculturas. Con el alcalde a la cabeza, los presentes en el evento fueron a comprobar la denuncia a eso de las cinco de la tarde, y en el mirador encontraron las esculturas gravemente deterioradas por impactos de bala.
La Guardia Civil de Plasencia mandó dos patrullas, comprobaron los destrozos de bala y recogieron casquillos para investigar los hechos. La asociación Jóvenes del Jerte denunció los sucedido a la prensa regional extremeña y a La Tribuna de Toledo, dado que el escultor Francisco Cedenilla es oriundo de Pepino, un pueblo de la zona de Talavera (Toledo), y descendiente de represaliados de la dictadura franquista.