Una estrategia a largo plazo contra el recalentamiento planetario no debe consistir sólo en reducir las emisiones de gases invernadero, sino que se necesitan además planes de conservación y uso eficiente de la energía, señalaron expertos. Representantes de 165 países del Norte industrializado y del Sur en desarrollo reunidos el viernes en Bonn coincidieron en […]
Una estrategia a largo plazo contra el recalentamiento planetario no debe consistir sólo en reducir las emisiones de gases invernadero, sino que se necesitan además planes de conservación y uso eficiente de la energía, señalaron expertos.
Representantes de 165 países del Norte industrializado y del Sur en desarrollo reunidos el viernes en Bonn coincidieron en la necesidad de fijar nuevas metas para disminuir las emanaciones de estos gases, producto de la quema de combustibles fósiles y causantes del cambio climático según la mayoría de los científicos, cuando expire el Protocolo de Kyoto en 2012.
Bajo este acuerdo, 36 naciones industrializadas están obligadas a recortar para esa fecha sus emisiones por lo menos 5,2 por ciento con respecto a los niveles de 1990.
Sin embargo, expertos señalan que esto no es suficiente, y subrayaron la importancia de que las economías apelen a los recursos renovables, como el biogás, el viento, la luz solar y el hidrógeno.
Según estadísticas de la Unión Europea, la demanda mundial de energía se incrementará más de 50 por ciento para 2030.
El «Libro verde de datos 2006», del Banco Mundial, señala que los países más ricos utilizan 51 por ciento de la producción energética del planeta, y consumen un promedio de 11 veces más de energía por habitante que las naciones de bajos ingresos.
«El libro muestra que los países de altos ingresos no ahorran suficientes recursos para el futuro», dijo Laura Tlaiye, del departamento de ambiente del Banco Mundial.
«Hay un fuerte sentido de urgencia, y un claro consenso de que no debe haber un intervalo luego de 2012, cuando se cumpla el primer período de compromisos», señaló en una declaración el secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Michael Zammit Cutajar, quien presidió la reunión de Bonn.
Estados Unidos, cuyo gobierno considera al Protocolo de Kyoto demasiado costoso para su economía y por ello se retiró del convenio en 2001, consume cerca de 37 por ciento más energía que otros países de altos ingresos. Aunque representa apenas 4,5 por ciento de la población mundial, utiliza 25 por ciento de los recursos energéticos globales.
India, con 17 por ciento de la población planetaria, consume sólo 3,2 por ciento de la energía mundial, casi ocho veces menos que Estados Unidos.
Sin embargo, un informe del independiente WorldWatch Institute, con sede en Washington, señala que la situación cambia rápidamente. Las economías de India y de China, con 40 por ciento de la población del planeta, crecen en forma acelerada.
El año pasado, China consumió 26 por ciento del acero puro mundial, 32 por ciento del arroz, 37 por ciento del algodón y 47 por ciento del cemento, indica el estudio.
En consecuencia, estos dos países serán «centrales para que el mundo pueda tener éxito en construir un futuro saludable, próspero y sostenible desde el punto de vista ambiental para la próxima generación», añade.
Otro estudio elaborado en Brasil, China e India concluyó que, a menos que se acelere la puesta en práctica de medidas para el uso eficiente de la energía, estos tres países por lo menos duplicarán sus emisiones de gases invernadero para 2030, con graves impactos en el clima y en la energía global.
El director interino de la Secretaría de la Organización de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Richard Kinley, sostuvo que uno de los asuntos más importantes por definir es «el papel de los países en desarrollo (en las prácticas más sostenibles), pues sobre eso no hay un verdadero consenso en la comunidad internacional».
Un problema con el Protocolo de Kyoto es que «los países en desarrollo esperan que las naciones industrializadas demuestren un verdadero liderazgo en reducir sus emisiones antes de aceptar compromisos, mientras que el Norte sostiene que se necesita más acción de parte del Sur», señaló Kinley.
La información del Banco Mundial indica que las emisiones de dióxido de carbono fueron de 24.000 millones de toneladas en 2002 (el último año del que se tienen datos disponibles), 15 por ciento más que en 1992.
El «Libro verde» del organismo multilateral señala que los países en desarrollo, particularmente China e India, están generando más que nunca gases invernadero, aunque Estados Unidos sigue siendo el mayor contaminante, con 24 por ciento del total.
«Estados Unidos mostró un incremento (en las emisiones) de 16 por ciento desde 1990, y las proyecciones indican que seguirán aumentando a menos que se fijen límites», dijo a IPS el vicedirector del no gubernamental estadounidense Consejo de Defensa de Recursos Naturales, Dan Lashof.
Hasta ahora, la administración de George W. Bush ha rechazado los recortes obligatorios, y solicita a las industrias que voluntariamente adopten programas de reducción. Pero «está claro que esto no funciona ni funcionará en el futuro», dijo Lashof.
Sin embargo, destacó varias iniciativas a nivel estadual y municipal en ese país para promover el uso de energías renovables y eficientes, así como la aprobación de legislaciones para regular las emanaciones, sobre todo en los estados del noreste.
Aunque «el incremento (de las emisiones globales) está muy propagado» y ya ha tenido graves consecuencias, incluyendo «el aumento del nivel del mar, fenómenos climáticos extremos y el derretimiento de los glaciares», Kinley cree que «el mundo está dedicado a reducir las emanaciones de gases invernadero».
«El tipo de reducción de emisiones que se busca ahora se acerca a las 900 millones de toneladas de dióxido de carbono, lo equivalente a las emisiones de Bélgica y Canadá en 2003», añadió, en referencia al Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kyoto.
El MDL permite a países industrializados invertir en proyectos de reducción de emisiones en el Sur en desarrollo.
Un informe canadiense divulgado en la reunión de Bonn señaló que 19 de los 36 países obligados a disminuir sus emanaciones de gases invernadero no presentaron todavía informes demostrando avances, lo que sugiere que tienen dificultades para cumplir sus compromisos.
La próxima ronda de conversaciones bajo el Protocolo de Kyoto se celebrará en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que se desarrollará entre el 6 y 17 de noviembre en Nairobi.
http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=37645