Pasan ahora 33 años desde que el Pueblo Andaluz, en un afán de reconquistar la democracia que le había sido robada más de 4 décadas antes, ejerció de la forma más radical posible su derecho sobre la misma. Derecho radical que consistió en la participación masiva en un referéndum, sobre el cual, el poder político […]
Pasan ahora 33 años desde que el Pueblo Andaluz, en un afán de reconquistar la democracia que le había sido robada más de 4 décadas antes, ejerció de la forma más radical posible su derecho sobre la misma. Derecho radical que consistió en la participación masiva en un referéndum, sobre el cual, el poder político dominante centró todos sus esfuerzos para que el mismo fracasara. Ese 28 de febrero de 1980, el Pueblo andaluz se levantó y pidió Libertad, pidió que su expresión genuina de sociedad fuera respetada, pidió democracia y pidió que su propia voz fuera escuchada.
Este año volvemos a celebrar el Día de Andalucía, pero sería bueno que nos planteáramos ¿qué tenemos que celebrar los andaluces y andaluzas? Según los datos del 4º trimestre de la EPA, Andalucía terminó el año 2012 con una tasa de desempleo del 35,86%, a la cabeza del desempleo de toda la Unión Europea. En términos de desempleo juvenil, el panorama es aún más desolador, el 65,11% de los jóvenes menores de 25 años está en desempleo. Este último dato ha provocado que en los últimos meses los flujos migratorios de nuestra región se hayan invertido. Centro-Europa, las Islas Británicas o América Latina son los principales destinos de los jóvenes, y no tan jóvenes, andaluces. Y no, ya no es como hace 5 o 6 años cuando los jóvenes andaluces se marchaban con su título al extranjero y un puesto de trabajo asegurado acorde a su cualificación profesional. Hoy, sólo algunos tienen aún ese «privilegio» de poder encontrar unas buenas expectativas laborales en otros países. Por el contrario, una gran mayoría se ve relegada a los trabajos con menor remuneración y muy alejados de su propia capacitación profesional. O, en otras ocasiones, a trabajar para grandes empresas en los países «más desarrollados» en condiciones de semiexplotación. Tal es el caso recién descubierto en Alemania con Amazon. No es de extrañar que el pasado fin de semana la Ministra de Empleo del ejecutivo Alemán dijera que estaba encantada con los inmigrantes llegados de España.
A esta situación dramática en términos de desempleo, tenemos que añadir en nuestra Tierra el caso de los ERE´s fraudulentos. Caso resuelto como es costumbre en el Estado español, es decir, sin dimisiones de alto rango, con un cabeza de turco, y el resto a seguir viviendo de, y no por, la política.
Hoy, en toda Andalucía, se repetirá el canto de nuestro himno. Entonaremos vigorosamente que queremos «volver a ser lo que fuimos», pero quizás, deberíamos también preguntarnos, ¿volver a ser lo que fuimos? ¿cuándo? Son muchas las épocas en las que el territorio que hoy día configura Andalucía puede ser un ejemplo para nuestra inspiración. Centrándonos en épocas más recientes podemos, por ejemplo, mirarnos en la Andalucía de mediados del XIX, cuando Andalucía lideraba junto con Cataluña el proceso de industrialización español, o en el primer tercio del XX, cuando los movimientos intelectuales de toda España tenían como amplia fuente de inspiración las ideas nacidas de nuestra Tierra. O aquel 4 de Diciembre de 1977 donde el Pueblo Andaluz se echó a la calle a reclamar justicia y dignidad. O el propio 28 de Febrero de 1980… Son muchas las épocas en la que los andaluces, sin ser más que nadie pero tampoco que ninguno, nos pusimos a liderar cambios de pensamiento y de sociedad.
En estos días queda claro que el sistema de sociedad creado desde Europa, y para el Centro de Europa, está roto. Los andaluces tenemos que volver a reclamar nuestra dignidad y nuestro papel activo para con nuestra Tierra. El Pueblo debe volver a empoderarse, la Política, con mayúsculas, no debe ser desechada, es el único camino que nos queda para transitar hacía una sociedad más justa y equitativa. Nuestro futuro debe estar, y estará, en nuestras manos, pero para ello debemos plantearnos quiénes son los que nos gobiernan, cómo lo han hecho, y cuál debe ser el camino a emprender desde aquí.
Desde las tierras lejanas del Altiplano Boliviano, añorando la que es mi Tierra, mi Hogar, mi Lugar. ¡Viva Andalucía Libre!
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.