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Andalucía altiva, rebelde y solidaria

Fuentes: Rebelión

La cosa empezó a calentarse a impulso del PP de Jaén, quien exigió la suspensión del acto de presentación del libro que acabo de escribir -«Arrojado a los leones»- e iba a realizarse en la Universidad. En su nota señalaban que «es vergonzoso que una universidad pública acoja un acto de este tipo dando cobijo […]


La cosa empezó a calentarse a impulso del PP de Jaén, quien exigió la suspensión del acto de presentación del libro que acabo de escribir -«Arrojado a los leones»- e iba a realizarse en la Universidad. En su nota señalaban que «es vergonzoso que una universidad pública acoja un acto de este tipo dando cobijo a un miembro del aparato político de una banda criminal». Debida a esta y otras presiones (UPyD, Democracia Nacional, Asociación Unificada de la Guardia Civil -AUGC-, etc…) el acto tuvo que ser trasladado al Centro Social Autogestionado «Jaén en Pie», donde varias docenas de personas agrupadas en torno a una pancarta de «Democracia Nacional», grupo de extrema derecha de ideología nazi, intentaron boicotear el acto. Al final del mismo, una de esas personas intentó agredirme, si bien no lo consiguió al impedirlo el contundente servicio de orden y seguridad organizado al efecto.

Fue el chupinazo de salida. La portavoz de UPyD en el Ayuntamiento de Granada afirmó también que era «inmoral e indecente» que la Universidad de esa ciudad, donde iba a participar al día siguiente en un acto relacionado con el 1º de mayo, «acoja el acto de un diputado que pertenece a un partido que…. debería estar ilegalizado». Los de VOX también se sumaron al concierto, pues estamos en vísperas electorales y no podían quedarse atrás. Clamaron contra los actos de Granada y Sevilla y llevaron allá su pancarta y carteles a fin de conseguir foto y declaraciones a los medios. Después de lograrlo se fueron.

Todos los actos habían sido organizados por el SAT y formaban parte de un conjunto de actividades relativas al 1º de Mayo -Granada- y a la Semana Social -Sevilla- realizados junto a otros sindicatos y grupos sociales andaluces. También en Jaén el local donde finalmente se celebró el acto, el Centro Social Autogestionario «Jaén en pie», pertenecía a distintos grupos de este tipo.

Hasta aquí la descripción de los hechos. Pero pensemos ahora por un momento que la charla no se hubiera dado en Jaén, sino en Donostia, en un centro universitario; que el charlista era un diputado del PP; que la organización del acto corría por cuenta de un grupo cercano a este partido; que el alcalde de la ciudad, de Bildu, dice que es una vergüenza que ese acto se realice allí, que la izquierda abertzale llama a rechazarlo; que un grupo «X» convoca a sus miembros a boicotear y tratar de impedir el acto y que, a la salida del mismo, uno de sus militantes se lanza contra el diputado del PP a intentar agredirle. Pues bien, adivina adivinanza: ¿cuántos ríos de tinta, toneladas de saliva tertuliana y horas de informativos y programas se habrían gastado en los principales medios de comunicación condenando las actitudes «fascistas» y «nazis» de todos estos grupos? ¿Y cuantas identificaciones, cargas y detenciones policiales contra los concentrados, denuncias ante el Juzgado, solicitudes de inhabilitación del alcalde, etc… se habrían producido? Dicho de otro modo, ¿quién en su sano juicio piensa que todas las personas y grupos somos iguales ante la ley, la Justicia y sus jueces y el propio Gobierno?

¿Cuáles son las conclusiones y lecciones a sacar de todo lo anterior? La primera de ellas es que si bien toda esta extensa y agresiva campaña política y social pretendía criminalizar mi persona y mi formación -Amaiur/Bildu-, no menos cierto es que se buscaba también la satanización del SAT y de los distintos colectivos sociales que participaron en los actos y los arroparon militantemente. Ante la falta de argumentos para hacer frente a las justas reivindicaciones de estas organizaciones -SAT,..- se pretende enturbiar todos los debates colgando sambenitos violentos y terroristas a las mismas.

La segunda conclusión a sacar es que el Gobierno del PP, que ha sido a lo largo de estos dos últimos años el mayor y prácticamente único generador de violencia laboral, policial y política en todo el Estado -algo que podría calificarse justamente como de terrorismo social-, pretende tapar sus responsabilidades acusando de prácticas violentas a las protestas contra su política -huelgas, ocupaciones, manifestaciones escraches.- que hacen de la dignidad y la firmeza sus principales señas de identidad.

La tercera es que la lucha paga. Frente a los intentos de la derecha y sus grupos adláteres de pretender reventar las iniciativas y respuestas sociales -presentación de libros, actos del 1º de mayo, semanas sociales.., en este caso-, el no dar un paso atrás y, de forma flexible pero firme, plantar cara a todos estos intentos, es el único camino para avanzar. A pesar de todos los pesares, tanto en Jaén como en Granada y Sevilla los actos programados se hicieron y la derecha y el fascio no pasó. La organización de un firme servicio de orden y seguridad tuvo mucho que ven con todo ello.

La cuarta lección tiene que ver con la solidaridad. A pesar de todos los mensajes gubernamentales y mediáticos engañosos; a pesar de todas las patrañas inventadas para dividir y enfrentar a las distintas naciones existentes en el Estado español, la solidaridad entre nuestros pueblos y nuestras organizaciones se va abriendo camino gracias a las respuestas y rebeldías que están surgiendo en Euskal Herria, Catalunya, en Andalucía, en Galiza, en Madrid, en Baleares, en Asturias… Que las huelgas generales, las mareas, los 15-M, las marchas, el 22-M, las ocupaciones, los escraches, las herri harresi, las Diadas…, están tejiendo hoy una tela de araña que terminará por atrapar aquel moscardón franquista que nos dejó en herencia la tramposa Transición.

Todas estas lecciones son para mí, políticamente, igual de importantes. Eso sí, a nivel personal, mi corazoncito se queda con la cuarta de ellas. La solidaridad incondicional que me han proporcionado las gentes del SAT, del CSA «Jaén en Pie», de «Casa Cornelio», de las gentes de Jódar, de los grupos antifascistas que me acogieron y protegieron, así como el trato personal y cariño recibido de Andrés, Ana, Curro, Javier, Nestor, Patri, Luis, Paqui, Fali, Rafael y otros muchos y muchas más cuyas caras tengo en mente y sus nombres no recuerdo, ha sido un auténtico regalo. Mila esker!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.