El ex coordinador general de IU, Julio Anguita, no asistirá a la Asamblea Extraordinaria que la formación celebra a finales de año, por entender que ésta debe retrasarse para posibilitar las aportaciones de todas las capas de la organización al debate sobre la situación. No obstante, aseguró que sí continuará participando en el debate «donde […]
El ex coordinador general de IU, Julio Anguita, no asistirá a la Asamblea Extraordinaria que la formación celebra a finales de año, por entender que ésta debe retrasarse para posibilitar las aportaciones de todas las capas de la organización al debate sobre la situación. No obstante, aseguró que sí continuará participando en el debate «donde se le llame» y en las bases hasta la Asamblea. Con respecto al giro de IU hacia el ‘ecosocialismo’, aseguró que se trata de «un debate estéril» y que las posturas «se demuestran en la cotidianeidad».
En una entrevista concedida a Europa Press, Anguita aseguró que su ausencia en la Asamblea se trata de «una intención firme y casi definitiva», y que los motivos figuran en el documento que le entregó al coordinador general, Gaspar Llamazares, el pasado mes de julio.
En ese escrito, el ex líder de IU denunciaba la premura con la que se instaba a los miembros del Consejo Político a hacer sus aportaciones, por lo que proponía retrasar la Asamblea hasta marzo. Anguita cree que el debate «debe ser más profundo» para permitir analizar los motivos de la crisis de la federación, y también propone «una depuración» de los censos, así como abrir una campaña de filiación.
«Prefiero, como ex coordinador, no intervenir en la Asamblea sino seguir el debate hasta entonces, donde me llamen o se haga una reunión para explicar mis documentos –dijo–. Si no hay otra manera de debatir que la Asamblea, mi primera intención y casi definitiva es no asistir».
RENOVACION EN IU
Preguntado por la posible renovación en la dirección de IU tras los malos resultados electorales en los últimos comicios generales y europeos, Anguita advirtió de que el citado término «está lleno de trampas». Aun así, reconoció que en Izquierda Unida «hay personas que tienen bastantes trienios y sexenios, y que suelen ser quienes más hablan de renovación».
El ex coordinador general volvió a referirse al documento que remitió a Llamazares el pasado mes de julio, recordando que dentro de la renovación, lo que es «invariable es el mensaje primitivo» de la federación. En su opinión, lo que debe cambiar es el «método para explicarlo, adecuar las formas, hacer un discurso más transparente y que la gente participe más».
Con respecto a la continuidad de Llamazares, Anguita no se pronunció, limitándose a afirmar que se elegirá el que la organización «estime conveniente». No obstante, afirmó que «siempre» ha defendido que «no es cuestión de personas», sino «lo que une» a la organización y «cuál es el programa».
«DEBATE SEMANTICO»
Por otra parte, Anguita denunció además que IU se encuentra inmersa en «un debate semántico» sobre la identidad de la federación y de que es «ecopacifista o ecosocialista, cuando se es de todo». «El ecopacifismo, el ecosocialismo, el comunismo, el socialismo y el feminismo –continuó– se demuestran en los programas, las actitudes y la cotidianeidad».
En este sentido, afirmó que el electorado de IU «viene como consecuencia» de su política, y que la formación puede acercarse a otras formaciones para estudiar y aceptar propuestas comunes, pero que «es postizo» debatir la denominación de la formación en función de esas políticas. «Esa era la clave, pero ni entiendo ni comparto que nos acerquemos a otras formaciones –señaló– porque parezca que así vamos a ganar electorado».
El ex líder de IU defiende que toda la formación, «desde la última Asamblea de base hasta el coordinador general, debe saber qué quiere», y que en este marco, la política de alianzas sin un programa «y a palo seco, es algo insignificante». «La unidad de la izquierda sin un programa es un proyecto sin identidad, son movimientos en un tablero», dijo.
QUÉ HACER CON EL PSOE
Con respecto a las relaciones entre IU y el PSOE, Anguita señaló que «el conflicto existe desde el nacimiento» de la federación de izquierdas, y que en la historia de Izquierda Unida «siempre ha estado esa alma gregaria, lo que digan los compañeros del PSOE».
«Siempre ha habido la eterna obsesión con el PSOE pero también siempre he confesado que la intención de toda fuerza política es ser hegemónica en su espacio –explicó Anguita–. Pero siempre ha habido ese tremendo complejo de inferioridad con respecto al PSOE, perfectamente instrumentalizado, con medios de comunicación, cadenas privadas, semipúblicas o semiclandestinas».
En una entrevista concedida a Europa Press, Anguita aseguró que su ausencia en la Asamblea se trata de «una intención firme y casi definitiva», y que los motivos figuran en el documento que le entregó al coordinador general, Gaspar Llamazares, el pasado mes de julio.
En ese escrito, el ex líder de IU denunciaba la premura con la que se instaba a los miembros del Consejo Político a hacer sus aportaciones, por lo que proponía retrasar la Asamblea hasta marzo. Anguita cree que el debate «debe ser más profundo» para permitir analizar los motivos de la crisis de la federación, y también propone «una depuración» de los censos, así como abrir una campaña de filiación.
«Prefiero, como ex coordinador, no intervenir en la Asamblea sino seguir el debate hasta entonces, donde me llamen o se haga una reunión para explicar mis documentos –dijo–. Si no hay otra manera de debatir que la Asamblea, mi primera intención y casi definitiva es no asistir».
RENOVACION EN IU
Preguntado por la posible renovación en la dirección de IU tras los malos resultados electorales en los últimos comicios generales y europeos, Anguita advirtió de que el citado término «está lleno de trampas». Aun así, reconoció que en Izquierda Unida «hay personas que tienen bastantes trienios y sexenios, y que suelen ser quienes más hablan de renovación».
El ex coordinador general volvió a referirse al documento que remitió a Llamazares el pasado mes de julio, recordando que dentro de la renovación, lo que es «invariable es el mensaje primitivo» de la federación. En su opinión, lo que debe cambiar es el «método para explicarlo, adecuar las formas, hacer un discurso más transparente y que la gente participe más».
Con respecto a la continuidad de Llamazares, Anguita no se pronunció, limitándose a afirmar que se elegirá el que la organización «estime conveniente». No obstante, afirmó que «siempre» ha defendido que «no es cuestión de personas», sino «lo que une» a la organización y «cuál es el programa».
«DEBATE SEMANTICO»
Por otra parte, Anguita denunció además que IU se encuentra inmersa en «un debate semántico» sobre la identidad de la federación y de que es «ecopacifista o ecosocialista, cuando se es de todo». «El ecopacifismo, el ecosocialismo, el comunismo, el socialismo y el feminismo –continuó– se demuestran en los programas, las actitudes y la cotidianeidad».
En este sentido, afirmó que el electorado de IU «viene como consecuencia» de su política, y que la formación puede acercarse a otras formaciones para estudiar y aceptar propuestas comunes, pero que «es postizo» debatir la denominación de la formación en función de esas políticas. «Esa era la clave, pero ni entiendo ni comparto que nos acerquemos a otras formaciones –señaló– porque parezca que así vamos a ganar electorado».
El ex líder de IU defiende que toda la formación, «desde la última Asamblea de base hasta el coordinador general, debe saber qué quiere», y que en este marco, la política de alianzas sin un programa «y a palo seco, es algo insignificante». «La unidad de la izquierda sin un programa es un proyecto sin identidad, son movimientos en un tablero», dijo.
QUÉ HACER CON EL PSOE
Con respecto a las relaciones entre IU y el PSOE, Anguita señaló que «el conflicto existe desde el nacimiento» de la federación de izquierdas, y que en la historia de Izquierda Unida «siempre ha estado esa alma gregaria, lo que digan los compañeros del PSOE».
«Siempre ha habido la eterna obsesión con el PSOE pero también siempre he confesado que la intención de toda fuerza política es ser hegemónica en su espacio –explicó Anguita–. Pero siempre ha habido ese tremendo complejo de inferioridad con respecto al PSOE, perfectamente instrumentalizado, con medios de comunicación, cadenas privadas, semipúblicas o semiclandestinas».