Puigdemont, con el beneplácito de ERC, intenta hurgar en las heridas abiertas dentro de la CUP-CC para acabar de romperla, para poder seguir la legislatura con la estabilidad parlamentaria que no tiene. Hoy, después de los resultados de las elecciones generales, y la nueva pérdida de 80.000 votos, todavía está más claro que CDC no […]
Puigdemont, con el beneplácito de ERC, intenta hurgar en las heridas abiertas dentro de la CUP-CC para acabar de romperla, para poder seguir la legislatura con la estabilidad parlamentaria que no tiene. Hoy, después de los resultados de las elecciones generales, y la nueva pérdida de 80.000 votos, todavía está más claro que CDC no tiene ningún interés en que se convoquen unas elecciones, pues es evidente que la composición misma del Gobierno Puigdemont ya no se corresponde con la realidad del país, y probablemente es la última legislatura con un presidente de Gobierno de CDC.
Para nosotros, ante el debate de investidura que plantea Puigdemont para septiembre, tenemos que dar continuidad a la política de compromiso con el resultado de las plebiscitarias del 27S y la conformación de una mayoría independentista en el Parlamento, y con el compromiso de lucha y mejora de las condiciones materiales de las clases populares:
1.- No tenemos ningún interés en unas elecciones anticipadas en Catalunya, es decir, queremos que en la legislatura se proclame la República catalana en los 18 meses comprometidos el 9N. Ya ha pasado la mitad de este tiempo y no vemos que el ejecutivo avence en la ruptura con el estado. Aunque confianza en este gobierno no tenemos, nuestra única condición para que salga adelante la moción de confianza es que el Gobierno ponga fecha dentro del 2017 a la proclamación de la República catalana o a la convocatoria de un Referéndum Unilateral de independencia. Sabemos que hay diferencias entre los dos socios de Gobierno sobre si hace falta o no un referéndum. También la ANC lo reclama. La posición de LI la dejamos clara desde el principio: contra lo que dijeron destacados dirigentes de la CUP, nosotros consideramos que los resultados del 27S legitiman la proclamación de la República Catalana. Pero si el hecho de hacer un referéndum en este plazo puede ampliar la base de la ruptura con el estado, estamos por hacerlo, y con esto nos estamos dirigiendo no sólo a los sectores de la propia CUP que veían insuficientes los resultados del 27S por una DUI, también por manifestaciones de CDC, la propia ANC e incluso por qué emplaza abiertamente a QSEP/En comú Podem, especialmente ahora que, con los nuevos resultados de las elecciones generales se esfuma toda posibilidad de un referéndum pactado, si es que alguien -no nosotros- creía que había alguna antes. En este sentido todo nuestro trabajo es para que este 11 de septiembre vuelva a ser un clamor de la movilización masiva de este país pidiendo otra vez: «Sr presidente ponga fecha y saque las urnas!» Sea por la Asamblea Constituyente de la República Catalana después la DUI o por la RUI.
2.- No queremos un nuevo proceso de negociaciones ni un nuevo pacto de estabilidad. La CUP-CC tiene que recuperar las manos libres para ser quienes éramos, «el caballo de Troya de las clases populares» en el Parlamento, una fuerza comprometida con los movimientos y luchas de los y de las trabajadoras, en la defensa de la enseñanza y la sanidad pública, contra los desahucios, por planes de empleo, contra las privatizaciones…: los de la «mano tendida abierta por la autodeterminación, y el puño muy cerrado contra los recortes y cualquier agresión a los derechos sociales y servicios públicos». Nosotros no mercadeamos con la vida de nuestra gente ni con estos derechos básicos y los defenderemos hasta el final. Por lo tanto nosotros no daremos ningún voto en presupuestos que sigan por la vía de los recortes que hemos sufrido como clase trabajadora, que pongan por delante el pago de la deuda y los compromisos con el Gobierno central y la troika. No confundamos, el mandato del 27S era para proclamar la República catalana, no para tener carta blanca para mantener con dinero público los concierto educativos de élite y cerrar aulas de P3 públicos, además desacatando las resoluciones del propio Parlamento. Nos movilizaremos con los sectores populares contra la política neoliberal del gobierno Puigdemont-Junqueras que sigue en la política continuista de hacer cargar la crisis sobre los hombros de los y de las trabajadoras. Esto no es un eje «social» sólo, con aquella falsa elección entre independencia y el anticapitalismo que algunos nos quieren hacer optar, es que estamos convencidos y convencidas que sólo desde una política social y el compromiso de las clases populares habrá independencia. Ya se lo avanzamos que, votaremos las ampliaciones presupuestarias que haga falta tanto para resolver las necesidades sociales como para hacer posible la RUI/DUI.
Esther del Alcázar. Lucha Internacionalista.
http://luchainternacionalista.org/spip.php?article2812
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