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Elecciones en Catalunya

Ante las elecciones: votar a Des de baix… y continuar la lucha

Fuentes: En lluita

Las elecciones a la Generalitat de Catalunya del próximo 28 de noviembre se celebran justo en medio de la crisis económica y cuando la batería de recortes sociales por parte de los gobiernos español y catalán no cesa. Y el panorama no tiene perspectivas de mejora después de los comicios. Nos enfrentamos a la probable […]

Las elecciones a la Generalitat de Catalunya del próximo 28 de noviembre se celebran justo en medio de la crisis económica y cuando la batería de recortes sociales por parte de los gobiernos español y catalán no cesa. Y el panorama no tiene perspectivas de mejora después de los comicios. Nos enfrentamos a la probable victoria de CiU, la derecha catalana de toda la vida, cosa que representaría un salto en la profundización de las medidas neoliberales. Se trataría de una victoria no por méritos propios, sino porque el gobierno tripartito ha abrazado durante ocho años un programa de recortes sociales y privatizaciones que ha generado cada vez más desafección y resentimiento entre los votantes y las bases del PSC, ERC e ICV-EUiA.

El tripartito ha aprobado la Llei d’Educació de Catalunya (Ley de Educación), que supone inserir mecanismos de competencia y rentabilidad empresarial en el corazón de la enseñanza primaria y secundaria. Ha continuado privatizando los servicios públicos, como la sanidad y el transporte. Ha impulsado el Cuarto Cinturón, que es una nueva cuchillada al territorio. Y, aún más, durante los dos últimos años de crisis económica, las políticas no se han hecho a favor de la clase trabajadora -la gran afectada-, sino todo lo contrario. Se ha llevado a cabo sin vacilaciones el recorte de un 5% del salario de los empleados públicos. Las medidas reales del tripartito han contrastado con el discurso progresista para el escaparate y han acabado pasando factura a los tres partidos.

La aparición de nuevas propuestas independentistas, como Solidaritat Catalana o Reagrupament, es una señal del descrédito de las actuales formaciones políticas, pero en ningún caso una alternativa. Se trata de un independentismo económico de perfil liberal y vinculado a los intereses de parte del tejido empresarial. El racismo se ha colado en la campaña electoral con los mensajes del PP contra los inmigrantes. Pero, además, la fascista Plataforma per Catalunya ha hecho el salto de presentarse a la Generalitat extendiendo su discurso de racismo, xenofobia y odio.

¿Qué opciones hay, pues, el 28-N para todas aquellas personas de izquierdas que se oponen a los recortes sociales, que ven necesaria una segunda huelga general, que rechazan el deterioro del medio ambiente y defienden la autodeterminación frente de los ataques que sufren los derechos nacionales? ICV-EUiA difícilmente representa esta opción. La coalición ha terminado subordinándose a gran parte de las políticas socioliberales del PSC durante los últimos ocho años, incluso tomando la consejería de interior, encargada de reprimir las movilizaciones contra los recortes sociales del propio gobierno, como se vio con el movimiento estudiantil contra el Plan Bolonia. Pese al discurso izquierdista que esgrime ICV durante la campaña electoral, un partido que ha defendido el tripartito y pediría repetirlo no es ninguna alternativa a la crisis. Esta alternativa necesita una izquierda anticapitalista que apueste por la movilización y que vea en las instituciones solamente un espacio desde donde esgrimir un discurso a contracorriente, hacer de altavoz de las luchas y potenciarlas.

Es por esto que la creación de Des de baix (Desde Abajo), pese a ser una candidatura modesta, es una muy buena noticia. Representa por primera vez en muchos años una alternativa política de la izquierda combativa y anticapitalista para las elecciones a la Generalitat. Impulsada por Corrent Roig, Lluita Internacionalista y Revolta Global-Esquerra Anticapitalista, esta candidatura cuenta con numerosos activistas de los movimientos sociales y del sindicalismo. Es una voz disonante que señala un camino distinto frente a la crisis, para que esta no la paguen los de abajo.

Es necesario construir un espacio político anticapitalista, crear nuevos referentes a la izquierda de la izquierda institucional. El 28-N no es un momento para quedarse en casa. Hay que disputar también el terreno electoral, ya que la abstención siempre acaba beneficiando a la derecha. Por ello, desde En lluita apoyamos la iniciativa de Des de baix y pedimos el voto para esta candidatura (ver «En lluita frente a la candidatura Des de baix»)).

Participaremos, asimismo, en la asamblea abierta de Des de baix el 11 de diciembre. Al mismo tiempo, hace falta hacer un paso adelante en el reagrupamiento y la confluencia de la izquierda anticapitalista más allá de las citas electorales y mantener la continuidad, con tal de avanzar en las resistencias a la feroz batería de ataques contra la clase trabajadora que estamos sufriendo y que continuará después de este domingo.

Fuente: http://www.enlucha.org/?q=node/2422