La Plataforma en Apoyo a l@s Represaliad@s el 29-S quiere dar la máxima difusión a tres detenciones cometidas durante la huelga en Málaga en condiciones de abuso de poder y de brutalidad policial
Sucedió el miércoles 29 de Septiembre, el día de la Huelga, en Málaga. La manifestación en contra de la reforma laboral se desarrolló hasta el Corte Inglés, donde los manifestantes apoyaban de manera completamente pacífica la huelga, criticando que el Corte Inglés ni siquiera permitiera a los empleados hacer huelga ese día. Policías nacionales en la entrada de la tienda y guardias de seguridad en el interior.
Es conveniente recordar que la huelga es un derecho constitucional que todo trabajador debe poder ejercer sin coacciones y sin amenazas de despidos o represalias por parte de la empresa. Sin embargo, la policía nunca hace nada para asegurarse de que los empresarios respeten ese derecho. Al contrario, en todas las huelgas generales, la policía respalda y protege a los empresarios para que sus amenazas surtan todo su efecto, y cuando un grupo trata de quejarse ante esto, con pancartas o megáfonos, es hostigado, ridiculizado y, en ocasiones, como ocurrió en el Corte Inglés, directamente apaleado.
Ocurrió a eso de las 4 de la tarde, cuando la manifestación comenzaba a disiparse. Los policías nacionales arremetieron contra un manifestante, haciendo comentarios sobre política y la inutilidad de la huelga, e instándole a terminar con su manifestación. En aquél momento, otra manifestante, Violeta, madre de dos hijos y licenciada en Derecho, fue a hablar a los policías explicándoles que no era el momento de discutir sobre política, y que debían respetar su derecho a manifestarse pacíficamente. La respuesta del policía fue inmovilizarla en el suelo de forma violenta, y estamparle la cara contra el suelo en repetidas ocasiones. La indignación ante la nariz sangrante de la chica era generalizada. Luego la llevaron a rastras, sin que ella opusiera resistencia, hacia el interior del Corte Inglés -como si se tratara de la Comisaría.
Ante esta situación, Félix, otro manifestante, fue a quejarse a los antidisturbios, intentando convencer a la policía, mediante las palabras, de que se detuvieran las agresiones hacia Violeta. La respuesta fue relativamente similar a la que recibió Violeta, pero aún más brutal: estrangularon a Félix, primero con la mano y luego con la porra, alzándolo en el aire para luego tirarlo contra el suelo. En ese momento, los policías nacionales lo llevaron dentro del centro comercial, bajo la mirada y consentimiento de los directivos y de los guardias de seguridad, que les abrieron la puerta. Ya dentro del centro comercial, y con una barrera de policías nacionales y guardias de seguridad dentro que impedían la visión de lo que ocurría en el interior, Félix recibió una brutal paliza mientras estaba totalmente indefenso e inmovilizado en el suelo. Mientras era esposado, recibió dos golpes de porra en la boca que le hizo perder varios dientes y le rompió un tercero.
Poco después se uniría a ellos un joven norteamericano, Seth, que había presenciado todos los hechos desde el exterior de El Corte inglés. Seth pidió a un policía su número de placa para identificarle y poder presentar una denuncia contra él. En lugar de cumplir con su obligación de identificarse, le amenazaron con detenerle. Debido a las amenazas, Seth ya se estaba marchando, pero una sonrisa suya mientras abandonaba la escena fue motivo suficiente para que los policías le detuvieran finalmente.
La manipulación mediática fue impresionante y lamentable. Probablemente basándose en el propio informe de la Policía nacional, la prensa recogió que los agredidos fueron los policías, y no se mencionó en ningún caso la brutalidad policial que protagonizó la escena en El Corte Inglés (establecimiento cuyo nombre propio fue evitado por Europa Press, agencia encargada de divulgar la noticia en los diferentes medios)
Tras pasar la noche en el calabozo, por la mañana Violeta, Félix y Seth prestaron declaración ante el Juez. A los detenidos se les acusa de Atentado, Violación de los derechos de los trabajadores y Coacción. Además, tanto a Seth como a Violeta se les ha abierto un Parte de Expulsión, dado que ambos son extranjeros pese a llevar años en España, bajo el pretexto de su supuesta peligrosidad; algo completamente ajeno a la actitud pacífica que mostraron en su manifestación frente a El Corte Inglés.
Lo cierto es que los tres se enfrentan a unas acusaciones muy graves, que pueden terminar en un proceso penal, teniendo que afrontar unos gastos de abogado, procuradores y recopilación de pruebas, totalmente injustos. Sus únicos delitos: haber creído que los derechos constitucionales deben ser efectivamente cumplidos, haber pensado que la Policía vela por asegurar el ejercicio de esos derechos, y haber pensado que nadie, ni la policía, puede extralimitarse en el cumplimiento de sus funciones sin responder ante la Ley.
Para hacer frente a todos los problemas que se pueden presentar, se ha creado la Plataforma en Apoyo a l@s Represaliad@s el 29-S, que tiene como objetivo la denuncia social de las agresiones policiales ocurridas durante la huelga (centrándose en el caso especial de Málaga pero no olvidándose de otros ocurridos en otras provincias como Sevilla, Córdoba, Getafe o Barcelona) y ayudando de forma directa a los represaliad@s. Este llamamiento va dirigido a organizaciones políticas, sindicales, humanitarias, juveniles y a todas las mujeres y hombres libres que se opongan a cualquier tipo de abuso de poder.
Para ello se ha habilitado una cuenta corriente exclusivamente creada para pagar los gastos judiciales, en la que todos los que estén en contra de los abusos policiales puedan colaborar en la medida de sus posibilidades. El número de cuenta es 2103 3010 10 0010083733
Lamentablemente, en estos casos, dada la posición privilegiada de la policía en el ámbito jurídico, amén de buscar la mejor defensa para los detenidos, necesitamos generar toda la presión social posible, y para ello es indispensable divulgar la verdad y desmontar la propaganda mediática que encubre la realidad de las agresiones policiales producidas durante la jornada de huelga.
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