En ese camino de lecturas hacia lo importante de la vida que recorremos por los contenidos de las obras literarias, encontramos a un autor que ha quedado para la contemporaneidad, como un valor fijo para las distintas generaciones lectoras, en las que impulsa la lucha social y el amor a la naturaleza, con sus contradicciones, […]
En ese camino de lecturas hacia lo importante de la vida que recorremos por los contenidos de las obras literarias, encontramos a un autor que ha quedado para la contemporaneidad, como un valor fijo para las distintas generaciones lectoras, en las que impulsa la lucha social y el amor a la naturaleza, con sus contradicciones, Jack London (18761916).
Jack London el de «El talón de hierro», «Martín Edén», «Colmillo blanco», «Amor a la vid a», «Los de abajo», «El pueblo del abismo», «Guerra de clases», «El vagabundo de las estrellas», «Encender una hoguera», … Jack London, el escritor autodidacto, cuyas lecturas de autores penetrantes en la realidad social y en la lucha social le formaron y le hicieron destacar, Darwin, Carlos Marx, Irwing, Flaubert, …
Pasó por múltiples trabajos, marinero, minero, obrero de fábrica, … fue encarcelado, participó en movilizaciones y huelgas, militó políticamente junto a quienes querían cambiar el mundo y traer el socialismo; como escritor marcó la trayectoria que es reconocida sin ninguna duda.
Ahora leemos la reciente reedición de «Encender una hoguera», un relato con dos versiones que va a la médula del deseo de superación ante el peligro (decir «peligro» en tiempos de crisis económica, ecológica, social, política, … es mentar el peor de los abismos), Jack London habla del peligro, sí, de muerte, en su relato el personaje emprende un viaje que parece tener calculado, pero hay algo imprevisto y se adentra en el riesgo hasta verse envuelto en un problema para el que le faltan fuerzas, las energías están muy justas, limitadísimas. La lucha por la supervivencia resulta encarnizada, trágica.
London amaba la naturaleza y sabía de la necesidad de aprender continuament e; además, en consonancia con el momento que le había tocado, intervenía con su literatura en la historia, en la sociedad, en la vida de la gente, y lo hacía con un compromiso político profundo, y señalaba cual era, es, el conflicto principal, la contradicción social generadora de todos los conflictos. Aprender de la experiencia de otros y propia para hacer frente al día a día. En sus novelas más sociales denunciaba el sistema con el que explotan a la mayoría unos pocos, y alentaba a la unidad obrera para derruirlo. Escribió sobre la alternativa superadora, el socialismo, la justicia social en todos los órdenes.
Con «Encender una hoguera» se vuelca en la lucha por la supervivencia en las condiciones más difíciles. La historia la extrae de su propia experien cia, cuando trabajaba como buscador de oro enfermó de escorbuto en un campamento aislado y en medio de la nieve. Sólo gracias a la ayuda recibida de otros, con comida, medicinas y descanso, pudo salvar la vida.
En la historia, un hombre en medio de la niev e camina sobre los ríos helados, es por donde debe conducirse para llegar a un poblado en el que le esperan, donde recuperar fuerzas y salvarse. En el trayecto las dificultades extremas van creciendo hasta que un error le causa la situación que le pone ante la muerte. Tanto en una versión como en otra, ya dijimos que son dos las escrituras que conforman el libro, el personaje desatiende la recomendación de no enfrentarse sólo al camino, metáfora de la vida, del riesgo de hacer algo, de peligro constante, desatiende la experiencia de quienes son sus compañeros, de quienes tienen sus mismos objetivos. Las dos versiones llegan a salidas distintas en medio de la lucha por conservar la vida, ofreciéndonos el turno de la reflexión y el aprendizaje. El relato, o los relatos, es merecedor de nuestra lectura, más en los tiempos que corren.
London, en cuyas obras encontramos aventuras que nos llevan a las reflexiones sobre la supervivencia y la lucha individual y colectiva, siempre expone de manera sencilla y próxim a, de prójima; su esfuerzo nos dice que no quiere que se pierda nada, ni de la historia ni de lo que simboliza.
Quien lea sin deducir, sin extraer consecuencias con respecto al mundo en el que vivimos, con respecto a si mismo, se pierde la esencia literar ia, el qué, su significado.
Título: Encender una hoguera.
Autor: Jack London.
Editorial: Periférica.
Ramón Pedregal Casanova es autor de «Dietario de crisis», se encuentra en Libros Libres, de rebelion.org, y de «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», que edita Fundación Domingo Malagón.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.