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Apuestan por un modelo de consumo sostenible para salir de la crisis

Fuentes: Rebelión

Con motivo de la 20ª edición del Día sin Compras (DSC) Greenpeace y Ecologistas en Acción insisten en la necesidad de reducir el nivel de consumo a la vez que se promueven alternativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, ya que el actual modelo, lejos de solucionar la crisis ahondará sus efectos. Esta iniciativa […]

Con motivo de la 20ª edición del Día sin Compras (DSC) Greenpeace y Ecologistas en Acción insisten en la necesidad de reducir el nivel de consumo a la vez que se promueven alternativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, ya que el actual modelo, lejos de solucionar la crisis ahondará sus efectos. Esta iniciativa internacional tiene como objetivo poner de manifiesto que en un planeta de recursos limitados el consumo no se puede plantear como algo infinito y creciente, a la vez que denunciar las consecuencias del consumo excesivo.

Hace décadas que el modelo de consumo abarca cada vez más ámbitos de la vida en los países del Norte económico, con consecuencias sociales y ambientales que son cada día más visibles y preocupantes. Mientras tanto, a pesar de que se insista en la idea de la «democratización» del consumo, este modelo representa un hecho social y económico que se constituye como un privilegio para menos del 20% de la población mundial que consume el 80% de los recursos del planeta.

Cada día son más las iniciativas que pretenden no solo denunciar los excesos y defectos del modelo de consumo actual sino poner en práctica distintas alternativas que demuestran que hay maneras de resolver las necesidades humanas sin recurrir al agotamiento de los recursos.

Tanto Greenpeace como Ecologistas en Acción entienden que el actual sistema de consumo es injusto, alienante e insostenible y que es una pieza clave de la crisis actual. Apuestan, como solución, por la transformación del modelo de producción, distribución y consumo, así como del estilo de vida de los países del Norte. Además, reivindican un consumo local, justo y ecológico de los productos necesarios. Se trata, por lo tanto, de conseguir un reparto equitativo de la riqueza, y potenciar la creación de alternativas que retomen las relaciones comunitarias de cercanía, el comercio local y estén asociadas a las necesidades reales de las personas. Por eso, el DSC es también una ocasión para visibilizar la problemática asociada al consumismo y la promoción del ejercicio colectivo de un consumo responsable y crítico durante todo el año.