Arnaldo Otegi ha subrayado hoy que para construir un proceso de diálogo multilateral es necesario «desactivar los instrumentos del pasado que el PSOE pactó con el PP», como la Ley de Partidos y la aplicación de medidas para retener en prisión a los presos políticos vascos. Arnaldo Otegi ha comparecido junto a una quincena de […]
Arnaldo Otegi ha subrayado hoy que para construir un proceso de diálogo multilateral es necesario «desactivar los instrumentos del pasado que el PSOE pactó con el PP», como la Ley de Partidos y la aplicación de medidas para retener en prisión a los presos políticos vascos.
Arnaldo Otegi ha comparecido junto a una quincena de personas imputadas en el sumario 35/02, relativo a Batasuna y las herriko tabernas.
Ha señalado que el procesamiento de alrededor de cuarenta ciudadanos abertzales en el citado sumario no es más que «otra fotografía» de la «agresión permanente, constante y estructural» por parte del Estado español «contra la izquierda abertzale», que «no ha desaparecido» transcurridos siete meses desde que ETA declarara un alto el fuego permanente, sino que «curiosamente se ha incrementado».
Se ha preguntado, en ese sentido, «cómo se puede construir un proceso de diálogo multilateral si una de las partes que forma parte de él es permanentemente golpeada, acosada y perseguida policial y judicialmente desde tribunales de excepción y los aparatos del Estado».
Otegi ha responsabilizado de esta situación al Gobierno español, que es el que «se tiene que ocupar de que las cosas no sean así» y debe «garantizar unas condiciones de igualdad, que ahora no se dan, para poner en marcha un proceso de diálogo multilateral».
Ha asegurado que «no ha habido ningún tipo de variación en la apuesta política que la izquierda abertzale hizo en Anoeta, ni en la apuesta por un proceso de dialogo multilateral, ni en la apuesta por un proceso de diálogo político que conduzca a la solución del conflicto», y ha denunciado que «son otros lo que se están empeñando en poner obstáculos encima de la mesa».
En ese sentido, ha recalcado que «la represión ha demostrado que nunca ha condicionado políticamente a la izquierda abertzale, que no va a llevarle a modificar sus posiciones políticas y que sólo genera más crispación y conflicto».
Modificar el estatus político
Otegi ha advertido de que «las recetas del pasado no servirán para construir el futuro, para nadie», tanto en términos de «represión» como políticos y ha defendido la necesidad de «modificar los estatus políticos» actuales, que «no garantizan la solución del conflicto», para encontrar «realmente» una solución «en términos democráticos».
Por ello, ha hecho un llamamiento a la «responsabilidad política al Gobierno español, «para que cese este nivel de hostilidad y agresión permanente» contra la izquierda abertzale, «que todo el mundo sabe que es imprescindible para el diálogo multilateral».
En esa misma línea, ha apelado a «desactivar los instrumentos del pasado», desde «la Ley de Partidos hasta la doctrina Parot», para poder «construir un proceso de diálogo multilateral».
El mahaikide ha reiterado en que la izquierda abertzale «mantiene intacta su apuesta por dar una respuesta democrática al conflicto que vive Euskal Herria», pero ha insistido en que eso «sólo se puede hacer si se desactivan los instrumentos del pasado que el PSOE pactó con el PP y que hoy son utilizados para golpear a la izquierda abertzale».
«La ausencia de violencia y la legalidad son la llave para el diálogo y el acuerdo»
El Gobierno español dejó claro tanto en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros como en una conversación informal de José Luis Rodríguez Zapatero con periodistas que mantiene la «hoja de ruta» que se marcó a sí mismo.
Tras el robo de más de 300 armas en Nimes, que atribuye a ETA «probablemente», el Ejecutivo del PSOE no ve motivo para parar el proceso, como reclama el PP, pero insiste en que la condición para avanzar es la «ausencia de violencia».
La portavoz, María Teresa Fernández de la Vega, explicó antes que nada que el robo de más de 300 pistolas «es un delito grave que vamos a perseguir hasta el final». Respecto a la incidencia que pueda tener, matizó sin embargo que el Ejecutivo ya advirtió de que éste iba a ser un proceso «largo, duro y difícil», y recordó que para recorrer este camino pusieron cuatro reglas. «Las dos primeras ausencia total de violencia y legalidad son la llave para abrir las siguientes diálogo y acuerdos», indicó De la Vega.
Interrogada de nuevo por los periodistas sobre si el Gobierno iba a detener las iniciativas que puedan estar en marcha, la número dos del Gabinete de Zapatero recordó que el propio término «proceso» define una realidad dinámica. Añadió que el Gobierno «no está detenido» y que «el empeño por llegar a la paz es tan firme y rotundo como el empeño del Gobierno por el mantenimiento de las reglas, que se van a respetar en todo caso», insistió.
Mientras el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, insistía de nuevo ayer en la necesidad de una nueva «verificación» si se confirmara la autoría de ETA, la vicepresidenta matizó que «estamos en una fase que nos llevará algunos días o alguna semana de reserva». El jueves, el presidente español ya indicó ante la propuesta de Imaz que «no van por ahí las cosas».
El viernes, en una conversación informal en Soria, Zapatero aseguró que no habrá novedades en el proceso en los próximos días, pero respondió a los llamamientos a zanjar cualquier opción de avance. Argumentó que se han cumplido ya tres años y medio sin víctimas mortales de ETA. También lo hizo De la Vega, que avisó por tanto de que «el tiempo no nos va a condicionar después de 40 años. Somos y seremos exigentes a la hora de asegurar esa verdadera voluntad de ETA».
Llamazares pide al Gobierno «medidas de distensión»
Tras la escalada de tensión de los últimos días, varias voces se han dirigido al Gobierno español para pedirle más iniciativa. Ayer lo hizo uno de sus socios principales, el líder de IU, Gaspar Llamazares, para quien Zapatero debe «tomar medidas de distensión» entre las que citó «el acercamiento de los presos y la incorporación política del mundo abertzale». Pese a criticar el robo de Nimes, Llamazares insistió en que el Ejecutivo del PSOE «no debe caer en provocaciones». Y ante las peticiones de parar el proceso, dijo que «muy al contrario, lo que debemos hacer es seguir abundando en la distensión y en la normalización;tenemos un bagaje muy importante», indicó. –