El grupo de profesionales de la arqueología que acudió el pasado 26 de Marzo a Candeleda para participar en la exhumación de 7 fusilados, de forma absolutamente desinteresada y voluntaria, se ve en la obligación de dirigirse a usted tras los ataques recibidos por parte del señor Javier Mestre, en el artículo titulado Una exhumación […]
El grupo de profesionales de la arqueología que acudió el pasado 26 de Marzo a Candeleda para participar en la exhumación de 7 fusilados, de forma absolutamente desinteresada y voluntaria, se ve en la obligación de dirigirse a usted tras los ataques recibidos por parte del señor Javier Mestre, en el artículo titulado Una exhumación frustrada o la transición española como neurosis obsesiva, publicado en el diario Rebelión, el día 29/3/2010.
Una vez cancelada la exhumación de los siete represaliados de la fosa de La cuesta del Avión nos encontramos con que no solo no se comunican a la prensa los motivos reales de la cancelación de la excavación, sino que se le vende a la prensa un complot entre el alcalde de Candeleda y el dueño de la finca donde, supuestamente por sorpresa, el alcalde se persona ante todo el equipo del Foro por la Memoria y les comunica lo siguiente (extracto del texto publicado en Rebelión por Javier Mestre, y que ustedes reproducen en su página Web): «se reunió con ellos por sorpresa el viernes 26 por la tarde y les comunicó que el dueño de la finca no quería que se hiciera ningún tipo de «política» al desenterrar los cuerpos, que sólo autorizaba a bajar hasta la fosa a los familiares directos y los técnicos y que nada de banderas republicanas ni «apología» (sic).
Ante estas afirmaciones, que faltan totalmente a la verdad, y otras en las que se nos ataca con total falta de respeto y cinismo, y en vista de la publicidad que se le ha dado, es nuestro deber puntualizar y aclarar lo sucedido realmente durante los días 26 y 27 del pasado Marzo.
Aclaraciones al artículo escrito por Javier Mestre en Rebelión y que ustedes reproducen en su página web:
1- El alcalde no se reunió con nosotros por sorpresa ya que fue invitado por el presidente del Foro por la Memoria del Valle del Tiétar y la Vera a que viniese a dar la bienvenida a las personas que iban a participar en la exhumación.
2- Las condiciones impuestas por el propietario de los terrenos para permitir la exhumación de los cuerpos fueron transmitidas a los miembros del Foro dos semanas antes del comienzo de la excavación por el alcalde de Candeleda, no en una visita sorpresa el día anterior al comienzo, y se había decidido respetar su voluntad, es decir, colocar las banderas y realizar cualquier acto de carácter político fuera de su propiedad. Este hecho no era ningún impedimento para el comienzo de los trabajos. El alcalde de Candeleda era el único intermediario autorizado por el propietario de la parcela en este tema.
3- El alcalde de Candeleda nunca puso ningún obstáculo para excavar la fosa, tan sólo nos transmitió su conversación con el propietario de la finca. Fueron los miembros de la Federación Estatal de Foros los que se negaron ante el alcalde de Candeleda a realizar ningún tipo de exhumación, sin consultar en ningún momento al resto de miembros del Foro del Valle del Tiétar ni voluntarios allí presentes. Pasando además por alto las recomendaciones expuestas en el protocolo de exhumaciones del Foro, donde se habla de que es un trabajo en equipo, colectivo, pedir ayuda en caso de duda, etc. Se negaron a exhumar mientras no pudiesen poner su bandera y su logotipo al pie mismo de la fosa sin importarles lo más mínimo el trabajo previo realizado por los miembros del Foro del valle del Tiétar y la Vera y, lo que es más preocupante, sin ningún tipo de respeto ni interés por los represaliados ni por sus familiares, a los que además negaban todo derecho a acercarse a la fosa para ver los restos de sus antepasados.
4-El principal y único motivo de la cancelación de la excavación fue la negativa del equipo de arqueólogos a participar de un hecho tan execrable como es el de intentar aprovecharse de la memoria de las víctimas para fines exclusivamente propagandísticos y políticos, ya que como pudimos comprobar, lo más importante era publicitar el Foro por la Memoria y la reivindicación política que el Foro quería realizar.
Una vez se les comunicó nuestra negativa a participar en la exhumación, la contestación de uno de los miembros de la Federación Estatal de Foros fue: «Pues entonces que venga el señor obispo y les dé una misa con sus familiares», lo que demuestra el respeto e interés que tienen los miembros de su organización hacia las víctimas del franquismo.
5- Nosotros, el equipo de arqueólogos, en ningún momento nos negamos a que se realizasen actos políticos ni a la exhibición de la bandera republicana. Tan sólo se dijo por nuestra parte que los actos políticos y demás fueran realizados fuera de la propiedad privada para que no hubiese ningún problema a la hora de realizar la exhumación, ya que el propietario se había mostrado contrario a que se hiciera apología política dentro de su finca.
6- Exhumar cartagineses: Las citas que se nos atribuyen están manipuladas y tergiversadas. Lo que nosotros pretendimos era apuntar el valor de la vida humana ante la intransigencia e interés de los miembros del Foro estatal desplazados hasta Candeleda por aprovecharse de las víctimas en pro de su ego y publicidad. Por supuesto que no es igual exhumar un romano que un represaliado de la Guerra Civil.
7- El señor Javier Mestre es libre de opinar y publicar artículos allí donde tenga a bien, pero aún teniendo la posibilidad de colaborar con la exhumación y ante el interés en el tema que demuestra en su artículo, nunca lo ha hecho, de ahí nuestro asombro. En ningún momento se ha implicado en ninguno de los diferentes y numerosos preparativos previos a realizar una exhumación, ni se ha reunido con los familiares, a los que ni siquiera conoce, ni se ha encargado de buscar financiación, ni de realizar catas etc., ni ha sido testigo de unos hechos que describe con tanta vehemencia.
Después de aclarar esto hemos de decir que los insultos más graves los sufrimos por parte de alguno de los exaltados miembros de la federación estatal arrastrados por la obcecación y el más atroz de los extremismos. Poco después de escuchar a los miembros del la Federación Estatal de Foros se hizo palpable que primaba la propaganda de su organización sobre cualquier otra cuestión. La actitud de estas personas hacia nosotros fue bastante altiva e irrespetuosa, mucho antes de negarnos a exhumar. En esos momentos es cuando comenzamos a sentirnos utilizados para unos fines que nada tienen que ver con la memoria.
Los motivos que nos llevaron a Candeleda no son otros que los de hacer un acto de justicia y dignidad para con los fusilados y sus familiares, y consideramos que el hecho por si mismo posee un fuerte componente político y reivindicativo. El desencuentro llega cuando vemos que es más importante los medios que el fin, cuando priman las ideas sobre las personas, cuando se nos quiere meter en un saco sin preguntarnos, cuando es más importante que estén los medios, los símbolos, la parafernalia en resumen, que las propias familias. Por supuesto que no estamos en contra de que se haga eco en los medios, además creemos que es necesario para que otras familias pierdan el miedo y denuncien, pero no estamos dispuestos a que se utilice para fines particulares y egoístas la memoria de represaliados y familiares.
Los voluntarios allí presentes no éramos simples arqueólogos sin conocimiento del tema, varios hemos participado anteriormente en otras exhumaciones, y uno de nosotros, concretamente el director de la excavación, es miembro del foro para la Memoria del Valle del Tiétar y la Vera. A parte de hacer el informe del hallazgo y dado que tenía trato personal con los familiares, ha sido la persona que se ha reunido con ellos, quien consiguió las firmas necesarias de dichos familiares para solicitar el permiso al dueño de la finca y que se entrevistase con el alcalde de Candeleda, pues era el único intermediario que el propietario admitía, hecho que los miembros del Foro del Tiétar y la Vera conocían y apoyaron, así como consiguió que dichos familiares firmasen un Poder General para Pleitos a favor de los interventores y abogados del Foro.
Todos conocemos la dificultad que entraña que unas personas mayores firmen estos documentos, y el máximo respeto con que hubo que tratar estos asuntos, pues son firmas imprescindibles para llevar a cabo la exhumación. Una vez conseguido todo esto, los miembros de la Federación Estatal manifestaron que los familiares no son tales familiares, sino, palabras textuales «presuntos familiares hasta que no se haga el ADN» con el fin de impedir su presencia en la excavación, pero no así a los miembros de la prensa, amigos del Foro y a sus invitados.
Si se repasa todas y cada una de las declaraciones de los miembros del Foro que recogieron los periodistas desplazados a Candeleda en la mañana del sábado 27 de Marzo, noticias aparecidas en los diarios El Mundo, Público, Norte de Castilla, ABC, Diario de León, Ávila Digital, La Razón y 20 minutos y que se pueden consultar en la página Web del Foro por la Memoria, así como las declaraciones hechas a las televisiones allí presentes, en ninguna de ellas podrán leer ni ver los motivos reales de la cancelación de la exhumación. Y lo que es peor, esas mentiras también fueron comunicadas a las familias posteriormente, creando la confusión y el dolor entre ellas que pueden imaginar.
No es interesante para su organización que se sepan los motivos por los que siete arqueólogos nos negamos llevar a cabo una exhumación con el Foro por la Memoria, pero esa es la verdad, ante la prensa, familiares y su propia dignidad.
Firmado por el grupo de arqueólogos: César Pérez, Francisco Portalo, Raquel Arroyo, María Alabau, Renata Rosa, Carmen Pérez, Enrique Sánchez.
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