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Aumenta la desigualdad y la Reforma Tributaria de Piñera es un regalo para la oligarquía

Fuentes: Rebelión

Se dispara la desigualdad. No retrocede dice la última encuesta CASEN. Esperemos y veamos dicen los ex Nueva Mayoría. Por su parte el presidente Piñera promete un país desarrollado en 10 años más si se le aprueba su Reforma Tributaria. Todo un combo con bajos sueldos a los trabajadores y la explotación del trabajo juvenil. […]

Se dispara la desigualdad. No retrocede dice la última encuesta CASEN. Esperemos y veamos dicen los ex Nueva Mayoría. Por su parte el presidente Piñera promete un país desarrollado en 10 años más si se le aprueba su Reforma Tributaria. Todo un combo con bajos sueldos a los trabajadores y la explotación del trabajo juvenil.

La Reforma Tributaria del Gobierno empresarial de Piñera con toda la demagogia de la que es capaz no hará más profundizar la desigualdad en Chile. Hagamos memoria. La llamada reforma tributaria de Bachelet conducida por el ministro de Hacienda de la época Alberto Arenas (PS) fue un petardo mojado. El proyecto inicial era interesante, pero la «cocina» que le hicieron según el senador Zaldívar de la DC contó dentro de sus chefs a conspicuos miembros del establishment empresarial como Bernardo Fontaine y su hermano Juan Andrés Fontaine.

El primero era director de Bicecorp, el brazo financiero del grupo Matte, además de La Polar y Embonor. Su hermano Juan Andrés Fontaine (ex ministro de Economía de Piñera I nada menos), era en la época uno de los hombres de confianza del Grupo Luksic y miembro de los directorios de Quiñenco y Banco de Chile, también director de Embotelladora Andina y Sigdo Koppers, además de consejero del Instituto Libertad y Desarrollo, ligado a la UDI.

Estuvieron «negociando» también el pro DC Jorge Awad (ex patrón de la asociación de los banqueros) y Felipe Larraín el actual ministro de Hacienda.

Estos pesos pesados del lobby empresarial se convocaron para capturar al ingenuo Arenas en la cocina de uno de los Fontaine, entre galletitas y cafecitos, tal como Zaldívar lo confesó a los medios (lea más abajo). Práctica usual entre Chile Vamos y los Nueva Mayoría.

Por supuesto que el gobierno de Bachelet y sus parlamentarios cedieron a las presiones de la oligarquía empresarial. Y así fue como la reforma tributaria trucha se aprobó; y es un fracaso (en su objetivo de recolectar tributos para financiar proyectos sociales como se debe) que hoy aprovecha la derecha en su campaña para hacer otra que favorezca sin ambages al gran empresariado. Y precisamente en período de aumento de la desigualdad como lo registra la CASEN .

Pero no les pidamos a las derechas que cumplan con su deber ciudadano de buenos contribuyentes y hagan realidad el precepto democrático de redistribuir la riqueza a través de derechos sociales financiados desde el Estado como pensiones dignas, salud y educación pública gratuitas, universales y de óptima calidad. Es lo que hacen los países desarrollados que velan por el bienestar de su población. No. Imposible acá. Porque la oligarquía empresarial chilena es históricamente depredadora y neoliberal por convicción, es decir seguidora del «individualismo posesivo» y de la «libertad» de los mercados.

Y pese a la tibia reforma cocinada de la cual se ufanan los bacheletistas los poderes económicos quedaron con sangre en el ojo con una reforma que no era de su absoluta conveniencia.

Además, los grandes empresarios y ejecutivos de las empresas buscan tener a su disposición una legislación fiscal que no sólo los haga tributar menos sino que les permita mover sus ganancias hacia paraísos fiscales como lo dijo a su manera José Ramón Valente el titular de Economía. Uno de los argumentos favoritos del discurso dominante es que así se atrae la inversión, se agiliza el «mercado del empleo» y se crece. Es lo que repite el ministro de Piñera Rafael Moreno Charme en los medios. Esto es falso. Para ellos es un dogma de fe concentrar la riqueza entre los más ricos porque todavía creen en el «chorreo». El mismo que propagandeaba Pinochet en sus discursos. Junto con seguir la regla de los organismos y gobiernos neoliberales del mundo -en un contexto de guerrilla económica- que se han dado como objetivo desde el 2008 descargar el peso de las crisis del capitalismo neoliberal sobre las espaldas de los asalariados.

En el 2014, año del «acuerdo» tributario cocinado entre el Gobierno de Bachelet y la ultraderecha de Chile Vamos, hoy representada por el empresario Sebastián Piñera, Zaldívar (DC) decía contra toda lógica democrática: «Todos estos acuerdos se preparan desde la cocina, donde hay un montón de conversaciones. En mi casa tuve muchas, con mucha gente, a diversas horas y en diversos días. No desclasifico, porque para los acuerdos es muy importante la privacidad».

 

Le recomendamos -para refrescar la memoria- leer el excelente artículo de Ciper sobre el tema: https://ciperchile.cl/2014/07/17/los-forados-a-favor-de-la-elusion-que-dejo-el-acuerdo-tributario-de-arenas-con-la-derecha/  

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.