Los trabajadores de las empresas auxiliares de Navantia en los astilleros de la Ría de Ferrol se mantienen en huelga desde el 5 de octubre para reclamar los sueldos que tenían en 2001.
Los trabajadores de las empresas auxiliares de Navantia en los astilleros de Ferrol cumplen 15 días en huelga indefinida. La huelga, convocada por el sindicato nacionalista CIG, se inició el 5 de octubre para reivindicar que a los empleados se les vuelvan a aplicar las tablas salariales acordadas en 2001 después de una huelga de 21 días, unos salarios que se han degradado desde entonces.
El conflicto está latente desde 2014, cuando, tras expirar varios contratos importantes de fabricación de barcos, cientos de auxiliares fueron al paro. «Se trata de trabajadores crónicamente eventuales, esa flexibilidad laboral que les gusta a las empresas, un ejército de reserva», explica Ramón Alfonzo, de la Federación de Industria de la CIG, que añade que cuando se recontrató a muchos de estos trabajadores, las empresas se aprovecharon de su situación de necesidad y aplicaron nuevos salarios, los del convenio de astilleros.
«Cuando llaman a la puerta de las empresas, les dicen que estas son las nuevas condiciones, o las tomas o las dejas -añade Alfonzo-. De una manera unilateral y abusiva se ha aplicado una devaluación salarial que no figura en las estadísticas que miden la evaluación de los salarios por convenio». En determinadas categorías, la bajada de sueldos alcanza los 400 euros al mes, indica este sindicalista, que denuncia que sus reivindicaciones no fueron asumidas por el comité de empresa de la empresa principal, Navantia, «que debería ser garante de los acuerdos».
La situación estalló el 25 de septiembre, cuando CC OO y UGT firmaron un preacuerdo de convenio del metal para la provincia que no incluía directamente las tablas salariales de 2001, que se dejaban este punto a una negociación posterior en una comisión delegada -sin presencia de CIG- cuyo objetivo sería la inclusión de esta tabla. Tras varias asambleas abiertas convocadas por CIG, los trabajadores decidieron ir a la huelga, que no es apoyada por CC OO, UGT ni Movemento Alternativo Sindical (MAS).
Desde la Federación de Industria de CC OO consideran la huelga «ilegítima», y su responsable afirmaba hace pocos días que hace falta «asentar y garantizar la carga de trabajo, eso es lo primero, y luego recuperar las condiciones laborales». Alfonzo, de CIG, plantea: «¿Desde cuándo una patronal negocia los salarios en función de un contrato y después de otro y después de otro? Los salarios tienen que ser algo estable, no se puede vender el producto y luego fijar los salarios. Esto parece inasumible por parte de un sindicato, y sin embargo está siendo así», dice en referencia a CC OO y UGT, a las que acusa de connivencia con las empresas y de «asumir de manera completamente acrítica el discurso de la patronal diciendo que este contrato no da».
UNA VOTACIÓN POLÉMICA
En una situación de tensión absoluta entre la CIG y el resto de sindicatos, CC OO, UGT y MAS han convocado para hoy, 20 de octubre, entre las 10h y las 13h, un «referéndum» para que los trabajadores decidan sobre la continuidad o no de la huelga. «Han llamado a esta votación cuando ellos no son los convocantes de la huelga», indica Alfonzo, que añade que «en las asambleas ya se ha votado la posibilidad de suspender los paros por una propuesta de la mesa de negociación y se rechazó».
Lo más grave para este sindicalista es que una vez se hizo pública la convocatoria a esta votación por parte de CC OO y UGT, «los departamentos de recursos humanos de las empresas están convocando a los trabajadores uno a uno para que vayan a votar con su carnet de identidad, y esto es gravísimo porque no sabemos de dónde han sacado el censo y abre la posibilidad de represalias a quien no acuda». Según Alfonzo, «CC OO y UGT se lo han puesto en bandeja a los departamentos de recursos humanos de las patronales, esto es colaboracionismo sindical para reventar una huelga». Desde CIG han decidido no participar en la votación, aunque esperan a lo que pase hoy para ver qué pasos seguir.
En los últimos días, la tensión ha ido aumentando, y Navantia acusa a los huelguistas de haber provocado la pérdida de dos contratos de reparación de gaseros con una carga de trabajo de 50.000 horas, y de que las instalaciones están impracticables, ya que los trabajadores de limpieza también secundan el paro. La empresa presentaba el 16 de octubre ante el Servicio Provincial de Mediación y Conciliación de Ferrol una demanda por la que exige a la CIG y al comité de huelga 1,78 millones de euros «en concepto de daños» por la huelga de los auxiliares.
NAVANTIA AMENAZA
Además, Navantia, ha amenazado a los trabajadores de su empresa con que si la situación persiste realizará un cierre patronal. «Es una manera de presionar muy mafiosa, es legalmente dudoso que tengan derecho a hacer un cierre patronal cuando la huelga es de plantillas ajenas a la principal», indica Alfonzo, que considera que Navantia «está amenazando a su propia plantilla con el hecho de que pueden pasar no se sabe cuánto tiempo sin percibir salarios por culpa de los trabajadores de la industria auxiliar, ése es el mensaje que se traslada a sus propios empleados». Sin embargo, varias decenas de empleados de Navantia han mostrado su apoyo a los trabajadores de las empresas auxiliares en los últimos días, «no todo lo que nos gustaría, porque están siendo muy mediatizados por el comité de empresa, pero hay que agradecer que hay un porcentaje no desdeñable de gente que se está solidarizando con sus compañeros», indica Alfonzo.
En una situación de incertidumbre sobre cómo se desarrollará el conflicto en los próximos días, los trabajadores auxiliares convocaban una manifestación en Ferrol que se desarrollaba en la tarde del 19 de octubre con la participación de unas 2.000 personas a pesar de la lluvia. Sobre los próximos pasos que van a seguir, Ramón Alfonzo concluye: «Como diría Simeone, vamos partido a partido, no nos queda más remedio, aunque nos disguste la votación que se ha convocado para mañana, estar a la expectativa de lo que pueda pasar, y en función de eso también tomaremos nuestras decisiones, que siempre tomamos en asambleas abiertas de trabajadores».
Finalmente, en la votación, a la que estaban convocados 1.800 trabajadores auxiliares, han participado 966, de los que 803 han votado a favor de desconvocar y 149 en contra, mientras que ha habido 13 votos en blanco y uno nulo.
Fuente: http://www.elsaltodiario.com/laboral/auxiliares-navantia-huelga-amenazas-division-sindicatos