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Crónica de la tragedia y la lucha campesina en Ocaña

¡Ay! ¡Cómo mataron a «Mono»!

Fuentes: Rebelión

A las puertas del Hospital de Ocaña yace sentada en el piso- con sus piernas cual largas son- la señora María Ortiz. Sin ser sexagenaria, de pelo cano y recogido con una liga de caucho; encorvada la espalda pegada al muro; taciturna, masticando pensamientos, con un puño apretando, seguramente un rosario o el escapulario de […]

A las puertas del Hospital de Ocaña yace sentada en el piso- con sus piernas cual largas son- la señora María Ortiz. Sin ser sexagenaria, de pelo cano y recogido con una liga de caucho; encorvada la espalda pegada al muro; taciturna, masticando pensamientos, con un puño apretando, seguramente un rosario o el escapulario de su hijo y así agachada exclama: «Ay! Cómo mataron a ´Mono´. Yo que iba a saber que andaba en esas protestas. Me han arrancado de un tirón, parte de mi alma».

Es la madre de Dionel Jácome Ortiz, de 22 años, el primero de los cuatro campesinos asesinados por el ejército colombiano, en desarrollo de las protestas campesinas en el Catatumbo.

Ocaña está situada en el Nor-oriente colombiano, en estratégico punto geopolítico. Es centro de confluencia de once municipios: de ellos, siete del Catatumbo. Desde su jurisdicción, con el nombre de Río Algodonal, nace el turbulento Río Catatumbo, que desemboca en el Lago de Maracaibo.

Las tupidas selvas del Catatumbo reflejan el resplandor de truenos, cuyo ruido no se escucha. A ese fenómeno natural se le conoce como «El Faro del Catatumbo». En ellas asienta la autóctona raza motilona- bari. Región rica en petróleo, piedras preciosas (de toda clase), agua, oxígeno, tierras de promisión agrícola para el mundo. Obtención de toda materia prima. Existencia de uranio y del codiciado coltán.

En el Catatumbo toda la inmensa inversión del Estado colombiano está volcada, no para la calidad de vida de su población indígena y campesina, sino para el beneficio de la esquiladora locomotora minera; de la invasión-inversionista extranjera; de los poderosos explotadores de agro-combustibles, que cuentan con fuerza pública, con tecnología de punta, para salvaguardar sus intereses. Aplican, que al permitir la expoliación extranjera, sin limite en tan poco que invierten y en lo inconmensurable que se llevan, se beneficia el pueblo. Dicen, que ahí quedan los caminos, las escuelas, la presencia institucionalizada. Que no importa los miles de hectáreas, concentradas, robadas, expoliadas, concedidas a los capitalistas mafiosos y a las multinacionales. Que si no hay trabajo en el campo, ni tierras para los campesinos, que utilicen las carreteras, para ir y volver de las ciudades…

El campesino ocañero de la región del Catatumbo corresponde a un grupo étnico predominantemente blanco. A los rubios o castaños, ojiclaros, les dicen ´Mono´ y si son mujeres (todas bellas y esbeltas) les dicen ´Mona´. La particular ideosincracia del campesinado ocañero, en genuino asentamiento de más de cuatrocientos cincuenta años, desde que llegaron los primeros conquistadores andaluces, dio lugar al uso de costumbres autóctonas. A un lúdico caracterizado (comida, creencias, costumbres, juglares populares). La utilización de un lenguaje rico en arcaísmos. La concentración de núcleos familiares, bajo un mismo apellido. Los Amaya, los Ortiz, los Jácome, los Vera, los Jaimes, Los Angarita, Los Palacios, los Ascanio: estos últimos, por ejemplo, entretejen una red familiar de mas de tres mil ejemplares! Y para no hacer la lista larga, los de tal apellido «del Padre Castro», para demostrar la férula clerical de antaño, que dejaba hijos «naturales» regados por doquier.

Los sucesos trágicos

Desde el nueve de junio de 2013 comenzaron las protestas campesinas en Tibu y se extendieron a la ciudad de Ocaña. De ello están al tanto la opinión nacional e internacional. Desde mi primer articulo al respecto, publicado el pasado 22 de junio «La Protesta Política en el Catatumbo Ocañero», la prensa alternativa en la Web ha publicado en la fuente www.Rebelion.org:

Sobra explicar que los intoxicantes medios de alineación masiva en Colombia desvirtúan lo sucedido y desvían el interés de las protestas, para engañar a incautos.

El diario La Opinión de Cúcuta, en mezquino editorial de este 28 de junio, comienza: «Que los campesinos están negociando con el gobierno la posibilidad de seguir cultivando coca». Para luego afirmar: que «desafortunadamente los campesinos pobres no tienen otro camino que cultivar lo ilícito y vivir de ello…» Qué bajeza: no pueden borrar con el codo lo caga tintas de su pluma editorial. Coinciden con las señoras y señores de los clubes sociales de Ocaña, de dedo popo y parado, que afirman que las protestas campesinas son porque a los campesinos les van a quitar el negocio de la coca. Pues para su ilustración resumo la aspiración política del movimiento campesino catatumbero:

1.- La suspensión de la erradicación de cultivos ilícitos (coca), con aplicación de proyectos agropecuarios alternativos (Para comenzar: un millón y medio de pesos anuales a cada familia, restándolos al presupuesto para la guerra)

2. La delimitación de las Zonas de Reserva Campesinas (ZRC). (Colectivizar 370.000 hectáreas, para solventar la crisis alimentaría…parando la locomotora minera y agro-combustible)

3. Garantías de respeto a los Derechos Humanos, para que los campesinos puedan expresar sus protestas (desmilitarización y búsqueda del fin del conflicto armado).

Lo desafortunado, que quede para los alienados que piensan que estamos condenados a una guerra interminable.

Como irrefutable prueba de Terrorismo de Estado en Colombia existen los videos tomados en el lugar de los hechos. Las muestras de violencia de la tropa contra las espaldas de los torturados: «me encendieron a garrote como a un zorro en el piso«, relata el herido. A otros: «los llevaron al pote (cárcel) maltratados en el puesto de policía de Ocaña. Torturados. Los trataron de guerrilleros y fueron reseñados«. Se escucha, en los videos: «uy, a este, le acaban de dar un pepazo en la pata…» registrando cuando lo recogen sus compañeros de lucha.

VIDEO: Agencia Prensa Rural, 25 de junio de 2013 / Balas contra piedras: Imágenes de la represión y testimonios de los campesinos

Filman a ´Mono´ tambaleándose con la camisa ensangrentada por certero disparo de fusil en su pecho. Lo auxilian, los compañeros de lucha popular, en el planchón de una camioneta. Que tensión, que desespero, se escuchan gritos: «Lindo, sálvalo, no lo dejes morir». Se observa a ´Mono´ en estertores de la muerte. Expira. ¡Yo lloro! ¿Y por qué lloro, un convencido de la existencia de la lucha de clases en Colombia? ¿Por qué lloro, siendo un activista político de oposición revolucionaria? ¿Por qué lloro, yo denunciante ante las comisiones de derechos humanos en las Naciones Unidas, contra la policía colombiana, calificada históricamente como las mas asesina del mundo? ¿Por qué? Pues porque me duele mi pueblo y soy humano. Es decir, un animal con palabras que exijo el derecho de poder expresarlas.

No a la impunidad gubernamental

Durante el fatídico periodo del colombiano malo Uribe Vélez, hacían el trabajo sucio sus escuadrones oficiales paramilitares, lavando la imagen de la institucionalidad militar. Hoy, con el niño diabólico mimado de la oligarquía colombiana y el Imperio: El Chuky Santos, como Comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, sindica a las protestas del movimiento campesino del Catatumbo como infiltradas por la guerrilla y acto seguido comienza el disparo de francotiradores con balas de plomo, de verdad.

Invito al pueblo ocañero a que salga masivamente a recibir el próximo 3 y 6 de julio a los delegados de los gobiernos de Canadá, Francia, España, junto con organismos internacionales y el Observatorio de Derechos Humanos Alfredo Correa de Andréis de la Universidad Distrital de Bogotá, en la Misión «CATATUMBO RESISTE», que se reunirá con los campesinos y la comunidad, con el propósito de recibir todas las denuncias sobre los ataques y violaciones de los derechos humanos que vienen sufriendo estos miles de habitantes; con el fin de presentar un informe internacional posteriormente dirigido a los organismos defensores de los derechos humanos en el contexto internacional.

Invitamos a los organismos internacionales que se sumen a los delegados de Canadá, Francia, España y el Observatorio de Derechos Humanos Paz y Conflicto Alfredo Correa D’ Andreis de la Universidad Distrital de Bogotá los cuales están conformando una misión que se llevará a cabo en el marco de la campaña nacional e internacional de solidaridad con las comunidades: «Catatumbo Resiste». Y que visitará la región entre el 3 y el 6 de julio próximo junto con miembros de la prensa internacional. La Misión se reunirá con los campesinos y la comunidad con el propósito de recibir todas las denuncias sobre los ataques y violaciones de los DDHH que vienen sufriendo estos miles de habitantes con el fin de presentar un informe internacional posteriormente dirigido a los organismos defensores de DD.HH en el contexto internacional.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.