Una nueva enfermedad se ha extendido por España con una prevalencia muy alta, tanto que ha superado a las enfermedades más importantes hasta el momento. No se trata del hasta hace poco mortífero cáncer, palabra tabú otrora y que ahora no es más que una enfermedad crónica si se interviene a tiempo. Tampoco se trata […]
Una nueva enfermedad se ha extendido por España con una prevalencia muy alta, tanto que ha superado a las enfermedades más importantes hasta el momento. No se trata del hasta hace poco mortífero cáncer, palabra tabú otrora y que ahora no es más que una enfermedad crónica si se interviene a tiempo. Tampoco se trata de ninguna de las enfermedades raras, esas que afectan a tan pocas personas que la industria farmacéutica no tiene incentivos suficientes como para investigarlas, a esa industria le mueven intereses más altos que poco tienen que ver con las necesidades de las personas. No, no es una enfermedad de las habituales, se trata de una enfermedad mucho más difusa, más extendida, con un altísimo riesgo de contagio y con pocas posibilidades de curación. Una vez que la enfermedad se ha instalado en el sujeto no hay nada que hacer: la metástasis está asegurada y el final ineludible. Esta nueva enfermedad tiene un nombre que da pavor su sola pronunciación: desahucio.
Sí, el desahucio es la nueva enfermedad que atenaza a España, una enfermedad que amenaza con convertirse en epidemia, una enfermedad oculta que apenas da síntomas previos, pero que una vez se manifiesta no tiene curación posible, de ahí que la prevención sea la única herramienta eficaz. Efectivamente, es un enfermedad que se mantiene en estado latente, larvario, durante varios meses, a veces años, pero en el momento que se manifiesta, el paciente está perdido. Una vez lanzado el desahucio, no pasan más de tres meses hasta que la familia entera se ve arrojada al ostracismo. No hay posibilidad de pararlo, el desahucio se produce sin remedio. Policía, bomberos, jueces, todos cumplen el papel que determina la ley y el paciente no tiene posibilidad de curación. Por eso ha hecho muy bien Cruz Roja española en pedir ayuda a Antena 3 televisión para lanzar un mensaje a la población española: el desahucio puede ser prevenido, es la única solución. Para ello hay que intentar recabar la solidaridad de la población que en el futuro podría necesitar esa misma ayuda. Con muchos pocos se puede ayudar a muchas familias a evitar contraer el desahucio. Quizás es cuestión de abonar un mes más, a ver si el padre de familia encuentra un trabajo a tiempo parcial que permita a la familia cumplir con su sagrada obligación de pagar la hipoteca. Quizás sea suficiente para prevenirlo con cubrir los intereses de mora del 28%, así el banco no lanzará el desahucio y la familia podrá quedarse un mes más, otro mes evitando la maldita enfermedad.
El desahucio es una enfermedad grave, cruel, pero puede ser prevenida. Solo debemos intentar ayudar a esas familias que tienen más riesgo de contraer la enfermedad, de esta manera evitaremos el contagio en la sociedad y conseguiremos que la enfermedad deje de ser mortal para pasar a convertirse, como tantas otras, en crónica. De esta forma podremos vivir con ella, soportar algunas de sus consecuencias, pero no sufriremos la epidemia que se cierne sobre nosotros. Es importante que todos nos impliquemos, de ahí que muchos famosos colaboren en la campaña,sea aportando su imagen, sea con colaboraciones diversas, porque es posible evitar el desahucio.
En los finales de este capitalismo senil nos vemos con la imagen más grotesta de esta sociedad putrefacta: los problemas sociales convertidos en realidades naturales. La pobreza es consecuencia de las diferencias genéticas, el paro es causado por la mala formación, el desahucio es una enfermedad natural que nada tiene que ver con una construcción sociopolítica que ha permitido a los poderosos hacerse con una parte importante de la riqueza mediante la especulación inmobiliaria y financiera y ahora quieren seguir ganando dinero con a resolución de la misma burbuja que ellos crearon. Estamos ante la ideología en estado puro: la mentira establecida como bondad y caridad. Una ONG en colaboración con un medio de comunicación se encargan de extender la idea de que el crimen inmobiliario cometido en España es un problema de salud pública, los desahucios una enfermedad a prevenir.