Los precios de los alimentos descendieron un 12% en destino durante la ‘cuesta de enero’, mientras que en el campo mantuvieron la «ruinosa» tendencia a la baja de los últimos meses, según aseguraron hoy la organización agraria COAG y las asociaciones de consumidores UCE y Ceaccu. El Índice de Precios en Origen y Destino de […]
Los precios de los alimentos descendieron un 12% en destino durante la ‘cuesta de enero’, mientras que en el campo mantuvieron la «ruinosa» tendencia a la baja de los últimos meses, según aseguraron hoy la organización agraria COAG y las asociaciones de consumidores UCE y Ceaccu.
El Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD) que publican mensualmente estas tres entidades refleja que el diferencial medio entre lo que recibe el agricultor y lo que paga el consumidor se situó en enero en el 403%.
Este porcentaje, comparado con el del mes de diciembre, supone una moderación de los márgenes de la cadena agroalimentaria, coincidiendo con la «siempre complicada cuesta de enero».
Entre los productos que aumentaron o mantuvieron márgenes comerciales «más escandalosos», destacan el limón, que alcanzó un margen del 1.369%, la cebolla (1.000%), la naranja (753%), la clementina (579%), el tomate para ensalada (576%) y la manzana golden (518%). En los sectores ganaderos, el cerdo multiplicó su precio por cinco desde el origen al destino en enero.
En el caso de la judía verde, con un margen muy reducido (17%), las organizaciones de agricultores y consumidores explicaron que el precio en destino recoge también el precio del producto importado y precisaron que el 70% de la judía verde que se consume en España es de Marruecos.
El Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos, que muestra la evolución mensual de 25 alimentos básicos de la dieta española, es una iniciativa enmarcada en un acuerdo de colaboración firmado entre COAG, UCE y Ceaccu en 2006, con el objetivo de establecer estrategias conjuntas que «acaben con el desequilibrio existente en el mercado de productos agrarios, dominado por la gran distribución comercial».
Las tres organizaciones apuestan por un mercado agrario «transparente», en el que los agricultores reciban precios justos por sus productos y los consumidores puedan adquirirlos a precios razonables y asequibles.