Las cifras del paro de agosto de 2013, al contrario de lo que pretende hacernos creer el partido de gobierno y la prensa al servicio del poder, son probablemente los peores desde el inicio de la crisis. Más allá de la falsa sonrisa de la señora Cospedal anunciando «los mejores datos del paro de agosto […]
Las cifras del paro de agosto de 2013, al contrario de lo que pretende hacernos creer el partido de gobierno y la prensa al servicio del poder, son probablemente los peores desde el inicio de la crisis. Más allá de la falsa sonrisa de la señora Cospedal anunciando «los mejores datos del paro de agosto desde 2000», más allá de un gobierno que saca pecho y nos enrostra con soberbia y manipulación el descenso de 31 personas inscritas en el INEM. Las estadísticas están para analizarlas y las de este último agosto apenas uno rasca un poquito más allá del maquillaje apalabrado del PP, impiden cualquier sonrisa y dan mucho para pensar y sobre todo para cabrearse.
Es que la pregunta clave no es cuánta gente ha dejado de inscribirse a las colas del INEM, sino cuántos empleos se han creado y cuantos se han destruido, en definitiva, ¿hay hoy más o menos parados?. La respuesta es sencilla, si uno introduce en el análisis el dato de altas en la seguridad social, puede ver que no solamente no se ha creado empleo sino que se ha seguido destruyendo; en concreto 99.069 personas menos contratadas;¿esta es una paradoja?. Claramente no, ni el gobierno a pesar de sus cacareos ha logrado frenar la destrucción de empleo, ni se ha estabilizado el mercado laboral, ni demás mentiras con que la prensa del poder edulcora la amarga realidad.
El fenómeno es evidente y claramente explicable, simplemente hay dos factores que inciden en que no suba el dato del paro, el primero es que cada vez hay más parados de larga duración que, al no corresponderles ninguna prestación y al estar convencidos de que estar inscrito en el paro no sirve para encontrar trabajo, simplemente dejan de hacerlo. El otro factor que distorsiona el dato del paro real, es un creciente proceso migratorio tanto de retorno de inmigrantes sudamericanos a sus países, como de emigración particularmente de los jóvenes con mayor formación que se dan cuenta que el futuro laboral en el Estado español es inexistente.
En este sentido, las cifras del paro de Agosto de 2013 no son para alegrarse en lo más mínimo, ni permiten un mínimo resquicio a la esperanza. Son por el contrario el resultado del desanimo generalizado, de la pérdida de fe de la juventud en la posibilidad de construir su futuro allí donde nacieron y, en resumen, la fotografía del absoluto fracaso del gobierno del PP.
No obstante la alegría y despreocupación de la señora Cospedal y el gobierno del que forma parte, hacen pensar que siguen la filosofía de Susanita la amiga de Mafalda que cuando esta le suelta aquello de «A los pobres habría que darles techo, trabajo, protección y bienestar», le responde, «para que tanto, bastaría con esconderlos…».
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