Inspirado en referentes de información europeos como Il Manifiesto, Libération o Le Monde Diplomatique, el colectivo que crea Diagonal surge del tejido asociativo madrileño pero, sin abandonar los ejes de su ideario político, es decir, el anticapitalismo, la democracia radical, la ecología, la oposición al sistema patriarcal, el antimilitarismo, etcétera. En el saludo a los […]
Inspirado en referentes de información europeos como Il Manifiesto, Libération o Le Monde Diplomatique, el colectivo que crea Diagonal surge del tejido asociativo madrileño pero, sin abandonar los ejes de su ideario político, es decir, el anticapitalismo, la democracia radical, la ecología, la oposición al sistema patriarcal, el antimilitarismo, etcétera.
En el saludo a los lectores del nuevo periódico quincenal Diagonal, se incluye la siguiente reflexión de Sánchez Ferlosio: «Sólo el día en que venga algún periódico con, por ejemplo, tres páginas y trece diecisieteavos de páginas en blanco (…) empezaré a pensar que tal vez es posible que, con todo, pueda en algún sentido hablarse de que hay, en cierto modo, porvenir». Con esa vocación de página en blanco, de porvenir, las 30 personas que componen el colectivo editorial de Diagonal han puesto en marcha esta iniciativa periodística que, contra viento y marea, «nadando a contracorriente», pero con la gran ventaja de no pertenecer a ningún grupo mediático o económico que los apoye («que nos condicione, se entiende»), apareció ayer en los quioscos de la Comunidad de Madrid y en numerosas librerías y puntos de distribución alternativa de todo el Estado. Su impulso es el de unos jóvenes periodistas convencidos de la necesidad de un discurso informativo paralelo al de las fuentes oficiales (que, en muchos casos, será segunda lectura tras la prensa diaria), de la necesidad de hablar de lo que no suele hablarse, de la necesidad de un análisis crítico de la actualidad; su objetivo, el de lograr, combinando la incorrección política con el rigor periodístico, una voz diferenciada, un modo distinto, y siempre en construcción, de discutir, documentar y cuestionar los hechos, es decir, de contar la realidad. Bienvenido sea, pues, un periódico distinto.
Inspirado en referentes de información europeos como Il Manifiesto, Libération o Le Monde Diplomatique, el colectivo que crea Diagonal surge del tejido asociativo madrileño pero, sin abandonar los ejes de su ideario político, es decir, el anticapitalismo, la democracia radical, la ecología, la oposición al sistema patriarcal, el antimilitarismo, etcétera, pretende trascender el ámbito de la militancia para hacer oír su discurso crítico fuera del circuito de quienes ya lo conocen y salir de la marginalidad al que lo abocan los grandes medios de comunicación. Es decir, poner en marcha un medio de contrainformación, hasta ahora prácticamente circunscrita a la Red. Como heterogéneo es el origen particular de cada uno de sus miembros, el colectivo busca la pluralidad de puntos de vista complementarios; como compleja es la realidad social de nuestros tiempos, persigue, más que lanzar consignas, plantearse dudas y preguntas a través del diálogo colectivo y la labor de investigación. Es decir, comunicación participativa a través de una red de informadores que actúen como corresponsales desde los movimientos sociales y por medio de un funcionamiento horizontal y cooperativo, de abajo arriba, sin jefes, con responsables y coordinadores de tareas que se discutirán semanalmente de forma asamblearia. Bienvenido sea, pues, un periódico que, además, quiere ser espacio de discusión de cómo se hace, precisamente, un periódico.
Si, en un sentido geométrico, diagonal es la línea que corta y une espacios separados, relacionando este concepto con la descontextualización que provoca la parcelación de la realidad efectuada por la prensa convencional surge el nombre que ha querido el colectivo editor para el nuevo periódico, así como el planteamiento novedoso de sus secciones (Global, Cercanías, Entorno, Observatorio de Medios, Cuerpo, Saberes, Enfoque, Alambre, Libertades y Derechos; además de Agenda, Debate, Servicios, Memoria Histórica y Humor), que funcionan como marcos temáticos: Global, por poner un ejemplo, trataría de forma conjunta, transversal, la guerra de Irak, la economía de EE UU y las manifestaciones antiglobalización; si el tema, por poner otro ejemplo, es la precariedad, Diagonal lo aborda desde la perspectiva de género, de la inmigración, desde el punto de vista económico, político, social, histórico o cultural.
La pregunta, claro, es cómo puede sobrevivir un periódico de estas características, naturalmente sin el colchón de un grupo mediático o empresarial. Pues bien, estos esforzados y temerarios jóvenes consiguieron sacar ayer 15.000 ejemplares de su primer número con la sola aportación de sus, hasta ahora, 1.500 suscriptores y, como fuente de ingresos inevitable, con una publicidad ética y coherente con los contenidos del periódico. Su propuesta es necesaria y saludable, así que, salud, página en blanco y porvenir.