La coalición Bildu ya está en marcha para los comicios de mayo. El martes cumplimentó el trámite de registrarse oficialmente, en un acto en el que remarcó que aspira a convertirse en una fuerza «fundamental» para el cambio y la paz en Euskal Herria. Maiorga Ramírez (EA) y Aitziber Sarasola (independiente) explicaron ante la Audiencia […]
La coalición Bildu ya está en marcha para los comicios de mayo. El martes cumplimentó el trámite de registrarse oficialmente, en un acto en el que remarcó que aspira a convertirse en una fuerza «fundamental» para el cambio y la paz en Euskal Herria. Maiorga Ramírez (EA) y Aitziber Sarasola (independiente) explicaron ante la Audiencia de Iruñea que aspiran a recoger un caudal de energía ciudadana en favor de un escenario en que se respeten todos los derechos.
Después de presentarse en Lizarra y Donostia, la coalición Bildu -formada por EA, Alternatiba e independientes de izquierdas y abertzales- se sitúa ya en el epicentro de la actualidad política. El martes fueron muchos los portavoces que se refirieron a esta opción y al impacto que puede tener en las urnas. Mientras tanto, Bildu acudía a cumplimentar el trámite de registrarse oficialmente para las elecciones del 22 de mayo.
La coalición quedó inscrita tanto en la Junta Electoral Central de Madrid (para participar en las municipales) como en la Junta Electoral Provincial de Nafarroa (para las forales). A este registro, ubicado en la Audiencia de Iruñea, acudieron Maiorga Ramírez, presidente de EA en Nafarroa, y la independiente Aitziber Sarasola, conocida por su labor en el mundo del euskara.
Ante las puertas del Juzgado, donde se reunieron muchos periodistas, Ramírez y Sarasola anticiparon su convicción de que «Bildu va a ser un agente político efectivo y fundamental en el proceso de pacificación y normalización política».
Canalizar energías
Recordaron que esta suma de fuerzas se inserta en el objetivo de ir ganando espacios en clave abertzale y de izquierdas, y que tiene vocación de largo alcance. «Estamos convencidos de que la ciudadanía es consciente del momento histórico que estamos viviendo, de que es necesario articular una coalición que abogue y cimente la unidad sin exclusiones, que canalice esas energías de esta sociedad que anhela un cambio político, en la que los derechos de todos los ciudadanos estén garantizados y las instituciones representen realmente a la sociedad. Ese canal y esa articulación se puede hacer a través de Bildu».
En una nota, la coalición recalcó también el mensaje de que aspira a que «las instituciones que se conformen en nuestro país el 22 de mayo sean reflejo de la sociedad, que mayoritariamente se define como soberanista y de izquierdas». Y recalca que el proyecto que ofrece Bildu a la sociedad es importante en toda Euskal Herria, pero «más si cabe en Nafarroa, donde se nos quiere imponer una Nafarroa oficial a espaldas de las clases popular y trabajadoras. Los promotores de Bildu apostamos por cambiar de raíz el marco jurídico-político impuesto tras la muerte del dictador Franco, que no responde a las aspiraciones de la ciudadanía y que ya no da más de sí», apostillan.
Los periodistas se interesaron por cuestiones como la identidad de los cabezas de lista -Ramírez apuntó que liderará la candidatura al Parlamento navarro-, o por hipótesis inverosímiles como la de qué haría Bildu si Sortu fuera legalizado antes del 18 de abril, fecha límite para concurrir a las urnas.
«Que Rubalcaba mire los GAL»
Poco antes de la comparecencia, el ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, había anunciado que «miraremos con lupa las listas de Bildu». Maiorga Ramírez fue preguntado por ello en Iruñea y respondió con contundencia.
Tras sugerir a Rubalcaba que «mire lo que quiera», el dirigente de EA añadió que paradójicamente «el mismo ministro no responde a la noticia que hoy hemos visto en los medios de comunicación, que apunta a que el que fue su presidente de gobierno, Felipe González, tuvo responsabilidades directas en la organización y la articulación del terrorismo de Estado».
Como ya hizo el domingo en el Palacio Miramar de Donostia, Bildu insiste en que «esto no es un plan B, ni C, ni D, ni E, ni F».