Cuando en las incipientes expresiones del cartel político se revelaban las desfavorables influencias del «brazo fuerte» denominación con que se identificó a diseños configurados, en el periodo 1959 y 1963, con elementos visuales de dimensiones exageradas, figuras humanas con extremidades desproporcionadas e insinuaciones grotescas; entre los artistas de la plásticas y dibujantes publicitarios que al […]
Cuando en las incipientes expresiones del cartel político se revelaban las desfavorables influencias del «brazo fuerte» denominación con que se identificó a diseños configurados, en el periodo 1959 y 1963, con elementos visuales de dimensiones exageradas, figuras humanas con extremidades desproporcionadas e insinuaciones grotescas; entre los artistas de la plásticas y dibujantes publicitarios que al triunfo de la Revolución Cubana, ante la nueva condiciones del país, se incorporaron al diseño gráfico de la propaganda revolucionaria, para en corto tiempo atribuirles al cartel delineaciones con configuraciones estilizadas, figuró Gladys Acosta Ávila; dibujante, publicista, diseñadora gráfica, quien nació en 1941 y falleció en La Habana 2001.
La incorporación de Gladys Acosta Ávila a la creación artística de la gráfica revolucionaria se produjo a través de acciones comunicativas, de orientación social, promovidas por Intercomunicaciones agencia que desde 1960 se ocupó de la propaganda oficial del Gobierno Revolucionario y donde permaneció hasta su disolución en 1967 en que el personal profesional de esa entidad pasó a trabajar al Taller de Diseño y Texto de la Comisión de Orientación Revolucionaria (COR), posteriormente nombrada Departamento de Orientación Revolucionaria (DOR).
Graduada de la escuela de Artes y Letras de la Universidad de la Habana y en la escuela de Periodismo en la delineación de sus carteles se caracterizó por el empleo de símbolos y elementos gráficos que sustentados en las bondades de la fotografía testimonial, dibujos con alusiones figurativas, la maquetación corporal y otras derivaciones visuales que en armonía con un texto lograron insinuaciones que reclutaron, convocaron, exhortaron y aunaron a los cubanos en importantes tareas transformadora de la nueva sociedad.
Aunque en sus carteles realizados en la COR se reflejaron diversos de temas, en la que incluyó la del deporte, como el de «Competencia Internacional de motociclismo, INDER (1970), impreso en serigrafía, tambien participó en los que estuvieron asociados con la producción azucarera, principal rublo de la economía del país, con proclamaciones, como: Cortar hasta la última caña llueva mucho o llueva poco (1971), «A cortar para arrancar» (1972) y «Su rescate garantiza más caña transportada» (1972)
Entre sus aportaciones para la campaña «Azúcar para crecer» se distinguió, en 1972, el cartel empleado para llamar la atención contra el despilfarro de combustible, que por interrupciones en el proceso industrial o negligencia, se originaba durante la zafra azucarera, ¿Por qué botar lo producido? Ahorrar combustible es ahorrar azúcar, en la codificación visual de su mensaje acudió a la insinuación figurada de un escape dimensionado de petróleo al situar un embudo en posición invertida, en el que la parte orificio inferior por donde habitualmente se produce la salida del liquido introducido en el embudo es asumida por la abertura ancha.
Como diseñadora del Equipo Técnico de la COR colaboró con la edición de carteles de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL), el Movimiento Cubano por la Paz, y de otras instituciones nacionales e internacionales. En su incursión en la grafica de la OSPAAAL, que inició desde 1968, logró carteles de atinadas efectividades comunicativas, entre sus primeras contribuciones estuvieron: Jornada Internacional de solidaridad con el pueblo de Corea (1968), Semana Internacional de Solidaridad con el pueblo de África del Sur (1970). Su colaboración con la OSPAAL, se reiteró nuevamente en 1977, con el cartel 15 de mayo Día de la solidaridad mundial con la lucha del pueblo de Palestina
Sus aportaciones graficas de la solidaridad tambien incluyeron las propias realizadas por el Departamento Orientación Revolucionaria (DOR) que formaron parte de las expresiones solidarias del Partido Comunista de Cuba (PCC); con los pueblos y gobiernos de países fraternos con la Revolución Cubana. Tales contribuciones se extendieron a otros medios de propaganda como el plegable Puerto Rico responde: ¡A más represión más combatividad!, que Gladys Acosta diseñó y obtuvo mención en el VIII Salón Nacional de la Propaganda Grafica «26 de Julio» (1976). Igualmente se extendió al cartel Viva el Sexagésimo Aniversario del Gran Octubre. Mención en el X Salón Nacional de la Propaganda Gráfica 26 de Julio (1977).
Tras permanecer durante varios años trabajando en la Unión de Periodista de Cuba (UPEC), donde en 1983, durante el XV Salón Nacional de la Propaganda Gráfica 26 de Julio recibió mención por el diseño de una portada de la revista de esa institución, comenzó a trabajar en el equipo de diseñadores de la OSPAAAL y participó desde comienzo de la década del noventa en la incorporación de nuevas temáticas que conservando el legado y la vigencia histórica de años anteriores se revelaron en el lenguaje grafico de la Organización Tricontinental.
Entre sus nuevos carteles, creados en la OSPAAAL, estuvieron: Solidaridad Internacional Aniversario XXV (1991), realizado en conmemoración a los 25 años de fundación de la OSPAAAL, Che, hasta la victoria siempre (1992), el creado por el XXV aniversario de la caída en combate del Guerrillero Heroico en Bolivia y el emblemático Hatuey. El primero (1992); este último fue diseñado con motivo de la celebración del Quinto Centenario del Descubrimiento de América, denominado también Encuentro entre Dos Culturas. Su diseño consistió en la ilustración del rostro del Indio Hatuey, cacique de origen dominicano que murió en Cuba quemado en la hoguera, a causa de su enfrentamiento a la colonización española; Primer Rebelde en sublevarse contra el dominio español.
Sus aportaciones para la OSPAAAL, entre 1990 y 1993, se produjeron en el contexto en que en Cuba tras la desaparición de la URSS y los países socialistas de Europa Oriental, donde se efectuaba alrededor del 85% de su intercambio comercial, perdió bruscamente sus principales mercados y aunque no obstante la difícil situación económica se preservaron el empleo, salario y las principales conquistas logradas en los campos de la salud, la educación y otros beneficios logrados por la Revolución, se inició el denominado Periodo Especial
En esa coyuntura del Periodo Especial__ en que el consumo del combustible se redujo en más de un cincuenta por ciento y desaparecieron prácticamente las fuentes externas de financiamientos y en la que el gobierno de Estados Unidos para recrudecer el bloqueo y exterminar a la Revolución aplicó en 1992 la Ley Torricelli__ Gladys Acosta aportó otros tres diseños en solidaridad con la Revolución Cubana, ellos fueron: ¡No al bloqueo Económico a Cuba!(1992) y ¡No a la base naval de Guantánamo!(1992), ambos que condenaron la hostil política de la administración norteamericana contra Cuba ocuparon espacio comunicativo junto al de Asalto a la Historia (1993) que realizó por la conmemoración del 40 aniversario del asalto al Cuartel Moncada.
Las nuevas temáticas incorporadas en los carteles de solidaridad tricontinental, realizadas por Gladys Acosta, contra las pretensiones imperialistas tambien incluyó la condena a presencia militar e otros países del area, ejemplo: Centroamérica y el Caribe no a las bases imperialistas (1990) al cual le sucedieron otros aportes que tuvieron lugar en el contexto de un mundo unipolar y de globalización del neoliberalismo estrategia impuesta por el imperialismo, tras la caída del campo socialista, para asentar su dominio sobre los países subdesarrollados de los tres continentes donde se agudizaban los problemas económicos y sociales, por consecuencia de su pasado colonial o neocolonial y de la injusta política de ajustes expuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), controlados por Estados Unidos, que hizo gala de su poderío militar para intervenir y actuar en cualquier país del mundo bajo el pretexto de proteger sus intereses y de la seguridad nacional.
Tales aportaciones fueron: Neoliberalismo, saqueo y desempleo (1994), que en su lectura visual se aprecia la ilustración de un brazo en alto con las siglas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la del Banco Mundial (BM), instituciones controladas por Estados Unidos, expresadas en una antorcha de la que sale, imitando a la Estatua de la Libertad, un indio con los brazos en alto gritando ¡hasta cuándo!
El otro de los carteles dentro de la temática anterior fue el concebido para la celebración del Encuentro Internacional, El derecho de los Pueblos al Desarrollo Social (18 al 20 de noviembre del año 1994), donde hombres y mujeres, de diversas procedencias sociales, se pronunciaron contra las calamidades padecidas por el Tercer Mundo, la crisis económica que afecta a estos pueblos, la pobreza, el desempleo y las desigualdades sociales. Este cartel fue distribuido y mostrado en una exposición durante la celebración de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, efectuada en Copenhague, Dinamarca, del 11 al 12 de marzo de 1995.
En la postrimería de la década del noventa entre otras de las acciones realizadas para mantener las Ediciones Tricontinental, estuvo su contribución en la presentacion de la muestra expositora internacional La imagen Constante, organizada por la OSPAAAL en agosto del año 1997 (durante los días de la celebración del XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes), que acogió más de 360 obras de 35 países, incluyó, además de carteles otras manifestaciones gráficas, como grabado y fotografía, que contenían la imagen del Che a quien había sido dedicada por conmemorarse ese año el trigésimo aniversario de su caída en combate.
También participó en la organización de exposición con una antología del cartel de solidaridad con los pueblos africanos, editado entre 1976 a 1999, que se exhibió con motivo del aniversario 36 de la Organización para la Unidad Africana (OUA), se, donde resultaron presentados más de 60 carteles; y elementos folclóricos, personas anónimas, rostros de héroes, personalidades, banderas y colores nacionales. Colaboró con Richard Frik y René Lechliter en la preparación editorial del libro de carteles de la OSPAAAL El Cartel Tricontinental .
Entre los libros que muestran testimonio de su obra se pueden enumerar: el Cartel de la OSPAAAL. Arte de la Solidaridad, edición conjunta de la revista Tricontinental y la Editorial IL Papiro; Italia (1997), la obra Che Guevara. Icon, Myth,and Message; David Kunzle, Universidad de California (1997),en el libro de Jorge R. Bermúdez, La Imagen Constante. El Cartel Cubano de Siglo XX. Editorial Letras Cubanas; La Habana (2000), en el texto ¡Revolución! Cuban poster Art; de Lincoln Cushing, Chronicle Book, San Francisco, Estados Unido (2003) y en el libro-catalogo El Cartel Tricontinental de Richard Frick y René Lechliter; con textos informativos de Mirta Muñiz, Reinaldo Morales Campos, Jorge R. Bermúdez, Alfredo González Rostgaard, Olivio Martínez, Lázaro Abreu Padrón Edición Comedia-Verlang Bern, Suiza (2003)
Su labor grafica, que compartió como profesora de diseño con estudiantes del continente africano, forma parte del legado histórico de la Revolución Cubana.