“Si seguimos por separado nos vamos hundir por separado, pero nos podemos salvar si estamos juntos”, señaló el novel presidente chileno Gabriel Boric tras su reunión con el mandatario argentino Alberto Fernández, en la que firmaron convenios y destacaron la necesidad de profundizar la relación bilateral y potenciar la integración regional.
En el primer día de su primera visita internacional. el flamante presidente chileno visitó a los máximos representantes de tres poderes: y cenó en el Centro Cultural Kirchner, luego de disfrutar de espectáculos musicales con grandes artistas como Víctor Heredia, Chango Spasiuk y la chilena Inti Illimani.
Boric afirmó que “Chile es parte de América Latina, aunque durante muchos años miró hacia el Norte o al Pacífico”, y expresó que “la hermandad con Argentina tiene que ir más allá de las preferencias que tengan sus presidentes. La región tiene que recuperar una voz unida de cooperación, conjunta, en el escenario global”, añadió. Destacó que “queremos tener la mejor relación con Argentina. Me importa mucho que nuestro país pueda situarse en América Latina”
El visitante fue consultado por la prensa por el conflicto mapuche en su país, la situación de los derechos humanos en Venezuela, Cuba y Nicaragua – y la disputa por el pedido de su antecesor Sebastián Piñera para extender la plataforma marítima, lo que generó tensión diplomática con la Argentina.
Sin embargo, reconoció “diferencias” en cuanto al reclamo por la plataforma continental, algo que definió como una postura “de Estado”, aunque aseguró: “Podemos tener una diferencia, pero no me caben dudas de que vamos a resolverla mediante vías diplomáticas; eso no eso no va a impedir que profundicemos las buenas relaciones”.
Otro de los temas de la reunión bilateral fue el pedido de extradición de Galvarino Apablaza, ex líder del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), acusado de ser uno de los autores intelectuales del asesinato del exsenador Jaime Guzmán, y que vive en Argentina desde hace más de 20 años con estatus de refugiado político desde 2010, cuando Cristina Kirchner era presidenta.
Boric denunció “el doble standard” que tienen la izquierda y la derecha en materia de Derechos Humanos:“El problema que existe en algunos sectores de izquierda por un doble estándar en materia de Derechos Humanos también existe en la triada Venezuela, Cuba y Nicaragua y el periodismo lo reproduce permanentemente. No utilicemos el sufrimiento de los pueblos para sacar beneficios de política interna”, señaló.
Y llamó a los periodistas a reflexionar sobre por qué no preguntan por las violaciones de Derechos Humanos en Chile o los asesinatos de dirigentes políticos en Colombia. Y consideró que “deben respetarse de manera íntegra en todos los lugares de mundo independientemente del color político que los vulnere”.
Consultado Fernández sobre las declaraciones de la ministra del Interior chilena, Izkia Siches, sobre el Wallmapu mapuche, el territorio que el pueblo ancestral reivindica como propio en la Patagonia de ambos países, el mandatario argentino afirmó: “No hay ninguna confusión, quedó aclarado, y el propio Presidente se encargó de aclararme las palabras que no generaron ninguna inquietud (…) Estamos en un tiempo donde la solidaridad entre pueblos hermanos es central para poder avanzar”, dijo.
Autoridades argentinas acusaron una intromisión en su soberanía, dado que la denominación también comprende a varias de sus provincias. «Acá ninguno de nosotros ha puesto en cuestión la soberanía territorial de nuestros respectivos países”, señaló Boric.
También respondió a la declaración de Coordinadora Arauco Malleco (CAM), quienes cerraron la puerta a un eventual diálogo con su gobierno. “Nosotros hemos decidido un camino, que es el camino del diálogo y ese diálogo les va a molestar a muchos, a quienes justamente creen que a partir de la violencia o a partir de enfrentamientos se pueden conseguir cosas. O quienes creen también que el conflicto que existe en nuestro país entre el Estado y el pueblo mapuche es solo un conflicto de orden público, no. No es solo un conflicto de orden público, es histórico y político”, dijo.
Boric, A su vez, ratificó la sintonía de Chile con relación al reclamo de Argentina sobre las Islas Malvinas. “Mantenemos la política de apoyar la reivindicación territorial de Argentina, no tengo dudas de qué lado estar. Siempre del lado de la paz. Se tiene que resolver de manera pacífica”, indicó.
Ambos presidentes encabezaron la firma de una declaración conjunta y de acuerdos, en el que se suscribieron los Memorándum de Entendimiento sobre Cooperación en Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres; de Derechos de las personas LGBTIQ+; de Asuntos Consulares, y entre sitios y espacios de la memoria en Chile y Argentina.
Sobre los acuerdos en materia energética y la apertura de pasos fronterizos, los parlamentarios informaron que ambas materias han sido abordadas, tanto por las cámaras empresariales de ambos países, como por las comitivas oficiales. Para los parlamentarios, existe voluntad de avanzar respecto de desarrollo de infraestructura, apertura de pasos y el corredor bioceánico.
También se planteó, como un desafío común, trabajar sobre el problema de la migración que afecta a Latinoamérica y que para abordarlo se requiere colaboración mundial.
La agenda paralela
También, tuvieron lugar reuniones relevantes para las relaciones bilaterales. Una de ellas, fue la cita en la que participaron las ministras Antonia Urrejola (Cancillería) y Maya Fernández (Defensa) con sus pares trasandinos, Santiago Cafiero y Jorge Taiana, quien le hizo un regalo a Urrejola, la nieta de Salvador Allende: un retrato de su abuela Hortensia Bussi, un 11 de septiembre en Buenos Aires, a finales de los 80 leyendo el Nunca Más.
Por su parte, el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales de Chile, José Miguel Ahumada, se reunió con el presidente del Banco Central argentino Miguel Ángel Pesce, para abordaron temas como la relevancia de las cadenas de valor en torno a la elaboración de estrategias para los encadenamientos productivos entre Chile y Argentina, para incentivar el desarrollo productivo conjunto.
La agenda minera
El martes Boric inauguró el foro empresarial del comité de Comercio Argentina-Chile, del que participarán cerca de 50 empresarios de ambos países. Argentina es el segundo socio comercial de Chile en la región, con un intercambio anual de más de cinco mil millones de dólares. Las inversiones chilenas en Argentina generan más de 125.000 empleos y Chile es uno de los tres mayores inversionistas directos.
Entre los grupos económicos con presencia importante, se cuentan los Luksic, Matte, Said, Hurtado Vicuña, Paulmann y Fernández León, entre otros. Enap también tiene inversiones.
Si bien no se mencionó en los programas oficiales, la inversión minera se metió en la agenda y fue tema en las últimas semanas en la industria chilena. La gran minería de cobre y litio se acerca a Argentina, dados sus enormes yacimientos y por las políticas más favorables que está implementando la administración de Alberto Fernández para atraer inversión privada que genere divisas.
El Mostrador señala que la nueva legislación incluye cláusulas que aseguran a las mineras poder sacar parte de las utilidades en dólares a sus matrices y, también, garantizar a los bancos que financian las inversiones que las mineras podrán pagar los créditos en dólares. Y eso es muy atractivo para las empresas chilenas y las trasnacionales afincadas del otro lado de la cordillera andina.
Durante su visita, Boric no pudo evitar volver a uno de sus principales intereses: los libros. Por ello es que, durante una de sus pausas, decidió visitar una de las librerías ubicadas en el barrio de Palermo en Buenos Aires, donde se agenció de cinco libros: Una palabra tuya, de Orlando Figes; Alguien Camina Sobre tu Tumba, de Mariana Enríquez; El Marino que Perdió La Gracia del Mar, de Yukio Mishima; Perón Mediante, de Daniel Santoro; y Querido Mr. Stalin, de Susan Butler.
Asimismo, Boric subió un video en Instagram que fue grabado en el Palacio de La Moneda, en el cual aparece escuchando el disco Artaud, del argentino Luis Alberto Spinetta, que le regaló Alberto Fernández durante el cambio de mando del 11 de marzo pasado, junto con unas notas sobre las letras de la obra que a juicio del presidente argentino le podían hacer más sentido a él.
* Periodista y politólogo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)