Muchos cubanos estamos familiarizados con la famosa caldosa con la que celebramos, año tras año, el advenimiento de un aniversario más de nuestros Comités de defensa de la Revolución (CDR). Al degustarla sentimos el sabor inusual que le aportan las varias carnes y viandas que los esmerados vecinos de la cuadra reúnen entre ellos para […]
Muchos cubanos estamos familiarizados con la famosa caldosa con la que celebramos, año tras año, el advenimiento de un aniversario más de nuestros Comités de defensa de la Revolución (CDR). Al degustarla sentimos el sabor inusual que le aportan las varias carnes y viandas que los esmerados vecinos de la cuadra reúnen entre ellos para que surja, con su mágico sabor, a satisfacernos el paladar. Sin embargo, quienes odian al pueblo de Cuba, enceguecidos por su odio visceral y la permanente frustración por no habernos doblegado, se han reunido en los últimos días para preparar una pestilente, insabora y hediondo mejunje mediático, que hace a cualquiera recordar el fétido olor de los excusados.
Diversos y variados ingredientes han puesto en su caldo provocador, sobre todo la mentira y la falacia, la mala intención y la distorsión, así como un odio irracional sin parangón. Todos los enemigos de Cuba, capitaneados por el gobierno norteamericano, sus lacayos europeos, los mafiosos terroristas de Miami y su séquito de vividores y mercenarios de la contrarrevolución interna, han tratado de que ese mejunje tenga algún efecto en su vano intento de confundir al mundo sobre la realidad cubana.
Lo primero que se aportó en la olla dorada de los grandes medios al servicio de la difamación fue la acusación falsa sobre supuestas persecuciones en la Isla, fabricadas por diarios como el periódico español El País, la RTVE, agencias como AP, Reuters y otras; cadenas como la CNN, la impúdica Radio y TV Martí, el Nuevo Herald y otros medios de comunicación de varios países, caracterizados por sus posiciones anticubanas. A ellos se sumó la blogósfera detractora de oficio y otros sitios de internet, financiados por Estados Unidos y los mafiosos de Miami. El propósito ilusorio de todos los involucrados en fabricar esta pestilente caldosa es la de crear condiciones ante la opinión pública internacional es promover vanamente «una primavera árabe» en Cuba o involucrar a la ONU, a la OEA y a la OTAN en una solución radical como la que están criminalmente ejecutando contra Libia y preparan solapadamente contra Irán, Siria, Venezuela y otras naciones progresistas. Hoy por hoy, nuestros enemigos no descartan, junto a la más repugnante guerra mediática, cualquier tipo de acción militar, y se están preparando para reactivar nuevamente la guerra sucia basada en agresiones desde el exterior, creando una base contrarrevolucionaria con objetivos paramilitares, financiada por la CIA y otras agencias y servicios enemigos. Junto con ello, existen fuertes evidencias de un incremento de la actividad de espionaje contra nuestra Patria con respecto a nuestra capacidad defensiva y los vínculos que mantenemos con otras naciones amigas.
El hecho absurdo de vender a Cuba como una amenaza militar a los Estados Unidos y otras naciones, vinculándola igualmente a actividades terroristas, constituye una preocupante premisa que pone al desnudo los planes agresivos de los enemigos de Cuba. Este tratamiento mediático trata de justificar cualquier acción militar contra la Isla. Este es otro ingrediente actual de la caldosa anticubana patrocinada por senadores conservadores como Ileana Ros Lehtinen y, recientemente, por Michele Bachmann, aspirante presidencial de la extrema derecha republicana del Tea Party, con pocas posibilidades de ser electa, tratan de vender a Cuba como campo de entrenamiento de miembros del Partido de Dios (Hesbollah), con lo cual fortalecen su insidiosa campaña de inculpar a Cuba con actividades terroristas.
La defensa a ultranza de un reducido grupo de marginados sociales, vividores inescrupulosos, ambiciosos y vende patrias, a los que involucran en actividades de desobediencia civil y a los que sobredimensionan deliberadamente y hacen repetir como papagayos el discurso ideológico de los enemigos de la Revolución en cuanto al tema de los derechos humanos, es otra premisa ya sistematizada por nuestros enemigos. Las infladas listas de detenidos «políticos», las represiones fabricadas, la incitación a huelgas de hambre devenidas en shows y parodias mediáticas, el montaje de provocaciones en diferentes lugares exasperando al pueblo revolucionario, la exagerada relatoría de supuestos presos políticos, realmente delincuentes que persiguen protagonismo para emigrar a Estados Unidos, son también parte de este mejunje que se cocina tras bambalinas por la enorme conspiración anticubana. Prueba de que su verdadero fin es emigrar a EE UU es el hecho de que 17 contrarrevolucionarios excarcelados y trasladados a España, se mudaron a Estados Unidos donde, según ellos, serán mejor tratados. Los integrantes de este grupo de malagradecidos, creyéndose merecedores de un trato privilegiado, son Arturo Pérez de Alejo, Adolfo Fernández, Omar Ruiz, Jorge Luis González Tanquero, Fidel Suárez, Antonio Villarreal, Normando Hernández, Antonio Díaz, Manuel Ubals, Próspero Gaínza, Léster González, Víctor Arroyo, Juan Carlos Herrera, Pablo Pacheco, Horacio Piña, Blas Giraldo y Luis Enrique Ferrer, a los que sumará otro numeroso grupo.
Otra premisa que cobra relevancia en la guerra ideológica contra Cuba es el empleo de la más sofisticada tecnología, promovida desde Estados Unidos para promover campañas de provocación mediante la telefonía celular en la Isla, empleando un sistema computarizado de envío de mensajes de texto que afectan semanalmente a 24 mil usuarios a la semana. El contenido de estos mensajes es una incitación a la desobediencia civil y a la realización de acciones antigubernamentales. Esta nueva provocación viola los más elementales preceptos del derecho internacional. Esta maniobra está desarrollada por Radio y TV Martí, así como por la Oficina de Radiodifusión Cubana (OCB), vinculadas al gobierno norteamericano. La ciberguerra actual se sumará como parte dinámica y sumamente agresiva de la caldosa anticubana. Ya Ernesto Hernández del Busto, un contrarrevolucionario radicado en España ha tratado de desarrollar un modelo en pequeña escala de este macabro proyecto desde octubre, denominado «Cuba sin censura».
Esta nueva modalidad de agresión contra Cuba está respaldada por el propio gobierno norteamericano y ha sido destapado por Cuba Money Project, un sitio de internet que monitorea los gastos del gobierno de Estados Unidos en programas relacionados con Cuba. De acuerdo a los mismos se firmó un contrato entre la Junta de Gobernadores de Radiodifusión (BBG), encargada de la operación de todas las estaciones de TV y radio del gobierno norteamericano, y Washington Software Inc., una compañía que podría beneficiarse con un total de 464,000 dólares. La invasión a la telefonía celular en Cuba es otra forma de ciberguerra implementada contra Cuba.
No podía faltar, por supuesto, en el actual caldo de mentiras, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la que se sumó al corrillo de falsas acusaciones sobre los derechos humanos en Cuba. La SIP, tradicionalmente, desde su sede en Miami, ha sido vocera de denuncias de los contrarrevolucionarios internos dentro de la Isla y ha sido reiteradamente manipulada por las mentiras que los mismos fabrican sobre falsas persecuciones y detenciones. Para dar el puntillazo a su campaña anticubana, la SIP pretende armar sus estrategias anticubanas en su próxima asamblea a celebrarse en Limas, Perú, en los venideros días del 14 al 18 de octubre.
El mentiroso y desprestigiado Elizardo Sánchez Santacruz, experto en inflar globos llenos de falacias se sumó a la lista de detractores de oficio desde su auto titulado cargo de presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), inventando la detención en septiembre de 563 contrarrevolucionarios. Su larga lista, en su mayoría con nombres falsos y usurpados a otras personas, como se comprobó no hace mucho, hace deliberadamente el ridículo y se hunda cada día más en la burla y el irrespeto, incluso, de sus propios empleadores.
Tanto Elizardo como sus socios de correrías anti patrióticas tiene bien claro que su labor actual es la de difundir mentiras para coger parte de la enorme tajada que distribuye EE UU para sus mercenarios por diversas vías. Recientemente, el blog Along the Malecón desenmascaró las fuentes de financiamiento a la contrarrevolución interna dentro de la Isla, particularmente para incorporar a los jóvenes a sus campañas mediáticas y al desarrollo de una blogósfera contrarrevolucionaria. Según este blog, el dinero tiene sus orígenes, según los registros financieros federales norteamericanos en las siguientes agencias gubernamentales u organizaciones vinculadas a la derecha norteamericana, tales como:
Center for a Free Cuba $12.366.326, 00
Creative Associates International $15.670.671, 00
Freedom House $10.589.712, 00
Grupo de Apoyo a la Democracia $8.270.708,00
International Relief and Development $2.075.966, 00
International Republican Institute $12.449.194, 00
Loyola University of Chicago $1.786.442, 00
National Endowment for Democracy $2.970.000, 00
Pan American Development Foundation $6.616.188, 00
University of Miami $4.208.502, 00
Este propio blog pone al desnudo que EE UU gastó la alarmante cifra de 85 millones de dólares para financiar a la contrarrevolución en Cuba desde 1997. A la par enfatiza que varios de estos proveedores del dinero centran su atención en captar a la juventud cubana para sus malévolos propósitos.
Ávidos de dinero un grupo de vividores contrarrevolucionarios se reunió hoy, día 4 de octubre, para buscar algo que les ha resultado imposible hasta el momento, debido a sus apetencias de protagonismo y por sus ambiciones de disfrutar la mayor parte de las entregas de dinero de sus amos, la unidad de las irrisorias y mal nombradas «fuerzas democráticas» en Cuba. Para ello fabricaron una declaración conocida como «Declaración de Unidad», cuyos firmantes son Guillermo Fariñas, Oscar Elías Biscet, José Daniel Ferrer y Guido Sigler, entre otros. La supuesta plataforma política ideológica de estos mercenarios no aporta nada nuevo, ya que simplemente contradicen las aspiraciones de la mayoría del pueblo y abren las puertas al capitalismo y a una democracia pútrida, exclusiva e injusta como la que vive en los propios Estados Unidos.
Para darle el toque necesario a agrio sazón a la caldosa anticubana, el propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, amenazó con prepotencia en una sesión de internet que «es el momento de que suceda algo en Cuba», imaginando repetir su criminal hazaña en Libia. Sus ansias reeleccionistas lo hacen tratar de ganar los votos de los mafiosos de Miami y qué mejor manera de lograrlo que lanzando amenazas y limpiando su imagen pusilánime ante la derecha norteamericana.
Los bulliciosos tradicionales de la mafia miamense no han perdido tampoco la esperanza de engrosar sus bolsillos con desparpajada habilidad de hacer colecta con frecuencia. Esta vez fue mediante un almuerzo celebrado el domingo pasado en el Big Five Club, sito en 600 SW 92 Ave. En el marco del evento, organizado por Madres y Mujeres Anti-Represión (M.A.R. por Cuba), presidido por la estafadora Silvia Iriondo, se pasó el cepillo para supuestamente ayudar a las Damas de Blanco, las que finalmente solo reciben una ínfima parte de lo recaudado. Por supuesto, entre los invitados estaban los legisladores mafiosos Mario Díaz-Balart, Ileana Ros-Lehtinen y David Rivera, quienes últimamente han sido parte de los promotores de la bufonada de llevar a cabo una Primavera Árabe en Cuba, mediante una sesión informativa en el Congreso, organizada por la Asociación de Abogados Cubanoamericanos (CABA). No faltó, por supuesto, la llamada a los asistentes por parte de los contrarrevolucionarios Laritza Diversent y René Gómez Manzano, quienes ilusamente, aún viviendo en la Isla, pretenden la viabilidad de un movimiento de este tipo dentro de Cuba, donde el pueblo mayoritario apoya a la Revolución.
La verdad es que los creadores de la caldosa están destinados a tener un festín frustrante y poco apetitoso. No importa todo el dinero que se gaste, ni las tecnologías sofisticadas que se empleen, cuando se trata de mantener a grupúsculos que carecen de representatividad y de prestigio dentro de la población. También casi todas las banderas mediáticas que esgrimieron sobre la base de provocaciones y mentiras se han hecho trizas. Las propias Damas de Blanco se dedican a fabricar provocaciones y barullos para poder seguir sobreviviendo gracias al dinero que se les envía. Buscan repudio y repudio encuentran en cada lugar en donde montan sus espectáculos pasados de moda. Por otra parte, la mayoría de los viejos contrarrevolucionarios se han ido desprestigiando a sí mismos por sus escandalosas maneras de actuar. Es una contrarrevolución minoritaria, aislada y repudiada, incapaz de encontrar un espacio político dentro del pueblo que conoce bien su baja estofa y su entreguismo incondicional al enemigo, por lo que nunca serán una alternativa viable para los cubanos.
Esta caldosa está destinada a servir de alimento a los marranos pues no hay hombres con sentido común que se la traguen o la tengan en cuenta.
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