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Crónica de una manifestación

Camino del referéndum pasando por Barcelona

Fuentes: Rebelión

Algunas impresiones deseosas de ser compartidas sobre la importancia de afrontar las luchas y el cómo hacerlo. La manifestación del pasado 12 de febrero en Barcelona por el NO a la Constitución europea del capital y la guerra, fue un ejemplo de la manera de reivindicar, de denunciar, de difundir que tenemos los que no […]

Algunas impresiones deseosas de ser compartidas sobre la importancia de afrontar las luchas y el cómo hacerlo.

La manifestación del pasado 12 de febrero en Barcelona por el NO a la Constitución europea del capital y la guerra, fue un ejemplo de la manera de reivindicar, de denunciar, de difundir que tenemos los que no «gozamos» de los más que dudosos favores de los medios de comunicación del poder y de los medios materiales que se ponen al alcance de aquellos que viven instalados en el institucionalismo colaboracionista.

La organización del desplazamiento fue pesada, como de costumbre, agobiante hasta el último minuto antes de partir pero necesaria para que la manifestación tuviera realmente el carácter estatal que se le quiso dar desde el principio. Creo que la única representación de fuera de Catalunya organizada fueron los dos autobuses que Corriente Roja fletó desde Madrid, además de algunos compañeros que hicieron el esfuerzo de subir desde Sevilla.

La eficacia y el resultado sirven como gratificación tras el esfuerzo y es que no hay nada mejor que estar organizados y tener esa organización activa para dar respuestas y cumplir objetivos políticos. En menos de una semana supimos que los militantes de Corriente Roja de Madrid necesitaríamos dos autobuses para acudir a Barcelona, acompañados de algunos compañeros de otras organizaciones. La autodisciplina, la organicidad, el estar habituados a una dinámica de trabajo militante organizado, hicieron que el funcionamiento del viaje y la preparación de la manifestación fueran más fáciles, hicieron recordar que cada militante de CR es responsable de lo común, desde la corresponsabilidad de pertenecer a una organización y desde la claridad de unos objetivos políticos que hay que llevar a la páctica. Hicieron recordar, que en cada militante hay un dirigente.

Podemos trasladar este análisis a los compañeros de Asamblea Roja-CR de Catalunya por su acogida, y al sindicato Co.Bas por su hospitalidad acogiéndonos en su sede para poder pasar allí la noche (gracias de nuevo).

Todo un despliegue de camaradería, de unidad política y de organización que tuvo su expresión en la manifestación. Fuimos creando un bloque combativo, animado, rompiendo con la dinámica derrotista de las manifestaciones-procesión a las que nos han ido acostumbrando. Las pancartas de Corriente Roja, Asamblea Roja, Ruptura, Co.Bas… Con un NO rotundo a la constitución del capital y la guerra, el coche con la megafonía y las de mano desgarrando gargantas y la nota musical, cultural y de rebeldía puesta por la «batucada» de los compañeros de Torrejón durante toda la marcha sobre Barcelona (¡enhorabuena!). Fuimos combinando la música con las consignas más combativas, que por su contenido, fueron atrayendo cada vez a más gente, en especial jóvenes e inmigrantes que se unieron a corear: «nativa o extranjera, la misma clase obrera». Prueba de que las formas son importantes, pero sobre todo los contenidos y de que tienen la aceptación de mucha gente en contra de lo que algunos dicen en el intento continuo de «descafeinar» las reivindicaciones en las jornadas de lucha. Además de los gritos contra la constitución, la guerra imperialista, la OTAN y las bases, la precariedad, las privatizaciones, las resistencias iraquí y palestina, las alusiones a ZP, la democracia que no es; al pasar por la sede de CC.OO y UGT, sonó el «se va a acabar, la burocracia sindical»y el «Fidalgo, Méndez, los derechos no se venden» denunciando otra patada en los intereses de los trabajadores asestada por la oligarquía dirigente de estos sindicatos al pedir el sí a esta constitución ultraliberal, y de la necesidad de construir organizaciones obreras, de clase, independientes y libres de las sumas multimillonarias que gobierno y patronal invierten en la compra de las direcciones políticas y sindicales a cambio de la «paz social» y la traición a los intereses de la clase trabajadora.

Al término de la manifestación, nativos, paquistaníes, árabes, latinoamericanos, indios, como ejemplo simbólico del internacionalismo de clase, entonamos «la internacional»,recuperando en las luchas actuales el himno que ha acompañado cada lucha de nuestra clase en cada lugar del mundo y en cada momento de la Historia.

Tratamos siempre de no caer en triunfalismos, pero es justo reconocernos cuando hacemos las cosas bien y cuando los acontecimientos nos dicen que «sí se puede» avanzar en la construcción de instrumentos útiles para la lucha, que hay capacidad humana y política para ello, que existen militantes entregados y no instalados en la derrota y sin rumbo político y que además, es necesario hacer lo que estamos haciendo.

También nos acordamos de los compañeros que no pudieron acudir por razones personales y laborales que han llamado impacientes por saber cómo fue en Barcelona y que además han seguido haciendo campaña en Madrid durante el fin de semana.

Podemos decir, modestamente, eso que dicen los cubanos de convertir las adversidades en victorias (por pequeñas que sean); sigamos por este camino, como dijo una camarada al termino de la manifestación: «nada termina el 20 de febrero, la lucha continúa…»