1 El pensamiento político de Ernesto Che Guevara centró, el pasado domingo, la celebración de la Fiesta Internacionalista que cada año organiza la Plataforma canaria de Solidaridad con los Pueblos. Enmarcada como uno de los actos de la campaña «Che vive en la lucha de los pueblos», la fiesta contó con la participación del Cónsul […]
El pensamiento político de Ernesto Che Guevara centró, el pasado domingo, la celebración de la Fiesta Internacionalista que cada año organiza la Plataforma canaria de Solidaridad con los Pueblos. Enmarcada como uno de los actos de la campaña «Che vive en la lucha de los pueblos», la fiesta contó con la participación del Cónsul general de Cuba en Canarias, el delegado del Frente Polisario en Las Palmas, y representantes de los colectivos de Colombia, Bolivia y Venezuela.
El acto, que comenzó con un minuto de silencio en homenaje a los más de cincuenta inmigrantes muertos la pasada semana en las costas de las islas, fue presentado por Tere Farray que resaltó el hecho de que el homenaje simbólico se había dedicado «no sólo a las víctimas del último naufragio sino a todas las víctimas que las políticas del imperialismo no ha dejado de sembrar en África desde que las potencias europeas empezaron a saquear ese continente».
Por su parte, el cónsul cubano, Enrique Silvestre, hizo hincapié en la vigencia de los postulados del Che en el año en el que se cumplen 40 años de su asesinato. «Él -dijo- dedicó su vida a combatir esas políticas y a luchar porque todos los pueblos del mundo se liberaran de su yugo explotador. Por eso luchó en el Congo y en Bolivia y por eso hoy su pensamiento y su acción están más vivos que nunca, porque el imperialismo es más agresivo que nunca».
Las dos orillas
Entre una y otra intervención, los portavoces de los otros pueblos en lucha presentes en la Fiesta conmemorativa del 26 de julio, destacaron que desde Canarias era especialmente visible que Africa y América Latina eran dos espejos y en los que había que mirarse para saber contra qué luchar y cuál sería el resultado de la victoria.
Así, para Catherine Hernández, representante de los Círculos Bolivarianos de Canarias y Mohamed Luchaá, delegado del Frente Polisario en Las Palmas «África, junto con la mayoría de los países de América Latina, encarna las raíces profundas de la lucha y Cuba, como estandarte de la batalla que libran ambos continentes, refleja la luz hacia donde mirar y dirigirnos».
Por último, Domingo Galván, en nombre de la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos, afirmó que «frente a la explotación de recursos y de seres humanos a la que el capitalismo desarrollista nos conduce a todos en mayor o menor medida (a África de una forma sangrante, pero también a los trabajadores y trabajadoras de los países del llamado primer mundo), Cuba, cada vez menos sola en la batalla contra el imperialismo (Ché), demuestra que merece la pena luchar por la humanidad y defenderla. Eso es lo que ponen de manifiesto los 36 mil médicos cubanos que trabajan en más 170 países del mundo, los más de un millón de personas atendidas en la Operación Milagro o los cientos de miles de estudiantes extranjeros becados en las universidades cubanas».
En su discurso, Galván destacó las obras revolucionarias de dirigentes africanos como Thomas Sankara y Patricio Lumumba y dejó claro que, con respecto al tiempo en el que ellos desarrollaron sus luchas, «ahora la voracidad del imperialismo es mayor, pero también ahora son cada vez más fuertes las voces que en el mundo se levantan contra ese imperialismo (Venezuela, Ecuador, Bolivia, Palestina, Irak, Afganistán son sólo algunos ejemplos)».
Como punto final de su alegato, el representante de la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos resumió, con una cita del Che, la lógica del imperialismo y la necesidad de la lucha revolucionaria.
«Desde que los capitales monopolistas se apoderaron del mundo han mantenido en la pobreza a la mayoría de la humanidad, repartiéndose las ganancias entre el grupo de los países más fuertes. El nivel de vida de esos países está basado en la miseria de los nuestros; para elevar el nivel de vida de los pueblos subdesarrollados hay que luchar, pues, contra el imperialismo… No podemos permanecer indiferentes frente a lo que ocurre en cualquier parte del mundo: una victoria de cualquier país sobre el imperialismo es una victoria nuestra, así como la derrota de una nación cualquiera es una derrota para todos» (Intervención de Ernesto Guevara en el Seminario de Solidaridad afroasiático. Argel, 1965)