«La política que se hace me parece una vergüenza, pero apoyaré a Zerolo porque por lo menos es de aquí» es lo que dice alguien con voz de señora en una cuña de radio que emiten algunas emisoras en Tenerife. No es ninguna novedad en el pensamiento de ATI: lo único que importa, el único […]
«La política que se hace me parece una vergüenza, pero apoyaré a Zerolo porque por lo menos es de aquí» es lo que dice alguien con voz de señora en una cuña de radio que emiten algunas emisoras en Tenerife. No es ninguna novedad en el pensamiento de ATI: lo único que importa, el único argumento realmente sustancial para apoyarles es que son ‘de aquí’. En ATI siempre lo han tenido claro: uno de sus fundadores, Alfonso Fernández, se presentó a la reelección a La Victoria en los década de los ochenta con el siguiente lema: ‘Más vale ruin conocido…».
Cuando los estrategas de su campaña venden que es ‘de aquí’ no se refieren a que Zerolo es del Barrio de la Salud, de Añaza, El Sobradillo, El Tablero, Las Moraditas o Somosierra, porque de hecho no ha vivido en ninguno de los olvidados barrios del municipio, sino que descansa en un chalet en Guamasa, junto al campo de golf de Tacoronte; cuando dicen que es ‘de aquí’ abarcan toda la finca que consideran de su propiedad: la isla. Es una gigantesca campaña populista: ni de derechas ni de izquierdas, ni rico ni pobre. De aquí. Aunque sea rico, muy rico, y de derechas, pero ‘de aquí’.
Zerolo es ‘de aquí’, pero el 93% de los contratos de obras en Santa Cruz se adjudican a empresas ‘de fuera’, como FCC, OHL, etc., las mismas que financiaron la campaña ‘Santa Cruz avanza’. ¿Acaso da igual lo que Zerolo haya hecho con el dinero de todos durante doce años? ¿No debe importar a los ciudadanos que sólo el 3% de 50.000 millones de pesetas de presupuestos se destinen a asuntos sociales mientras se revienta el albergue municipal por falta de espacio?
El potencial votante ya tiene más referencias: apoyar a Zerolo es apoyar a alguien que siendo ‘de aquí’ dedica la mayor parte de los presupuestos a Urbanismo, impuestos de todos los santacruceros que adjudica a empresas que no son ‘de aquí’. Pero eso al campeón de la demagogia le da lo mismo: no tiene otra cosa que vender que ser ‘de aquí’ después de su desastroso mandato, concluido con la guinda de una triple imputación delictiva: cohecho (ser receptor de un soborno), prevaricación y malversación de caudales públicos. Un verdadero bochorno para los que también siendo de aquí observan cómo se vende y se destroza la ciudad y la isla.
A muchos chicharreros que no viven del clientelismo de ATI les sonroja no ya que se pueda hacer semejante campaña, pedir el apoyo de alguien porque es de un lugar y no de otro, sino por el mero hecho de ver a Zerolo presentarse a la reelección en una especie de plebiscito popular que no le absolverá de sus problemas judiciales, que se dilucidan en otro poder del Estado. Zerolo hará cómplices de su mala gestión y de sus presuntas malversaciones de fondos públicos a todos los ciudadanos que le voten, con la inestimable ayuda de algunos medios de desinformación donde medran algunos inmorales que aprovechan para hacer caja.
La administración de Justicia (?) ha mirado durante demasiado tiempo para otro lado. Es imposible creer que hayan estado tan ciegos durante estos últimos 20 años. Es inconcebible que el Gobierno evapore más de 1.900 millones de pesetas en el proyecto de Tindaya o miles de millones de los fondos del ICFEM y las cárceles estén llenas de pequeños delincuentes, sobre los que nos alertan los mismos políticos que se presentan a las elecciones: eso que denominan inseguridad ciudadana. Pequeños delincuentes sobre los que caen sin piedad los paramilitares de la Unipol, que cabalgan a lomos de motores de muchos caballos que equipan vehículos de una conocida marca alemana y que distribuye en exclusiva un concesionario instalado junto a la Comisaría Superior de Policía de la Avenida Tres de Mayo.
La auténtica inseguridad para un ciudadano que crea en las Leyes y en su cumplimiento es que presuntos delincuentes de cuello blanco gestionen el dinero de todos con la complicidad, por dejadez o negligencia de funcionarios de Justicia, que puedan presentarse a las elecciones pese a todo y que sus campañas las financien tranquilamente multinacionales del ladrillo, de distribución alimentaria, de tranvías, etc., y que sean elegidos.
Es otro paso más en la degradación de ese sistema que ellos llaman ‘democracia’ y que el día 27 de mayo celebra su fiesta mayor. Es una lástima que CC no presente a los hermanos Dalton al Ayuntamiento de Santa Cruz, al Cabildo y a La Laguna porque con los Dalton en la alcaldía de Santa Cruz, el dinero obtenido por la operación de Las Teresitas sin tener que forzar ninguna caja fuerte, menos aún la de CajaCanarias que se abrió virtualmente para avalar el proyecto, igual se hubiera repartido el botín entre más ciudadanos, incluidos aquellos a quienes persigue la Unipol.
Zerolo y todos los que estando imputados se presentan en Canarias a las elecciones degradan la democracia, que cada vez está más claro que no es esto que nos venden cada cuatro años. En Tenerife, la lista de imputados de Coalición Canaria va en aumento: además de Zerolo, Isaac Valencia en La Orotava y ahora José Alberto González Reverón en Arona. Sobre Ana Oramas pende una denuncia penal por vulnerar los derechos de los trabajadores (de la Banda de Música de La Laguna) y sobre Vidal Suárez, otra especie autóctona (el alcalde casi vitalicio), en Tegueste, una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción por falsedad documental y delito contra la ordenación del territorio.
Este es el paquete completo que ofrece el candidato de CC, Paulino Rivero, que incluye a su señora esposa, Ángela Mena, en la lista de Zerolo. Por eso es muy difícil de creer al señor Rivero cuando, después de 30 años alternando cargos públicos, pregona la segunda modernización de Canarias. Pero menos creíble resulta cuando no es capaz de producir una regeneración democrática en su propio partido, que a partir del 12 de mayo puede lanzar sin temor y en coherencia con sus postulados, sólo porque son ‘de aquí’, su próximo anuncio: vótanos, sinvergüenza.