«Jamás pensé que acabaría pidiendo ayuda a Cáritas», es una frase que de manera reiterada están escuchando los empleados y voluntarios de la ONG de la Iglesia desde que empezó la crisis económica. Parados recientes, jóvenes que hace poco han perdido el empleo estable y que además tienen niños pequeños, mujeres solas con cargas familiares… […]
«Jamás pensé que acabaría pidiendo ayuda a Cáritas», es una frase que de manera reiterada están escuchando los empleados y voluntarios de la ONG de la Iglesia desde que empezó la crisis económica. Parados recientes, jóvenes que hace poco han perdido el empleo estable y que además tienen niños pequeños, mujeres solas con cargas familiares… Ese es el perfil del usuario actual de Cáritas, que en 2009 atendió a 800.000 personas con necesidades básicas, el doble que en 2007.
Los datos salieron el miércoles durante la presentación de la memoria de 2009 de la organización humanitaria. «La realidad social está en un momento muy agudo de sufrimiento», afirmó Sebastián Mora, secretario general de la entidad, que quiso señalar que las personas que más están sufriendo la crisis «son las mujeres» .
Una nota positiva: en tiempos de recesión económica, los que peor lo pasan son los más solidarios. La mayoría de donaciones que recibe Cáritas viene de gente con pocos recursos que dona 10 o 15 euros. «La suma de los pequeños donativos es mayor que la de los grandes donativos», recalcó ayer Mora.
Plan Concertado
No corren buenos tiempos para los servicios sociales. El reciente recorte en al menos nueve millones de euros en el Plan Concertado (el dinero que reciben los ayuntamientos del Estado para emergencias sociales) ha puesto en alerta a las ONG. En Cáritas, por ejemplo, el 58% de los casos de atención primaria han sido derivados por parte de los consistorios porque estos no dan abasto. «La tendencia es que, con estos recortes sociales, la situación va a empeorar . Si la protección pública baja, la presión asistencial que vamos a sufrir las ONG va a ser todavía mayor», advirtió Mora.
Tanto Cáritas como otras ONG están atendiendo a personas con problemas económicos que acuden a pedir lo que antes tenía perfectamente cubierto: el recibo del agua o de la luz, por ejemplo, o libros de texto o un saco de arroz.
Las ayudas a la vivienda, dirigidas a personas que están en riesgo de perderla por impago de alquiler o hipoteca, han aumentado en un 22 %, de 3 a 3,65 millones de euros.La entidad católica, por otro lado, ha visto cómo el número de voluntarios se ha incrementado en un 5% y el de socios se ha doblado .
En total, los recursos invertidos por Cáritas en el año 2009 para luchar contra la pobreza han aumentado en un 6%, lo que supone 13 millones de euros más que en el año 2008 y 30 millones más que en 2007.