Compañeros/as de «Ganemos Barcelona» Saludamos la iniciativa de avanzar hacia una confluencia de organizaciones y movimientos, para realmente hacer una política al servicio de los trabajadores y las clases populares. No es un saludo formal, sino que hace tiempo estamos convencidos de que es una necesidad y por eso lo hemos estado impulsando de diferentes […]
Compañeros/as de «Ganemos Barcelona»
Saludamos la iniciativa de avanzar hacia una confluencia de organizaciones y movimientos, para realmente hacer una política al servicio de los trabajadores y las clases populares. No es un saludo formal, sino que hace tiempo estamos convencidos de que es una necesidad y por eso lo hemos estado impulsando de diferentes formas y diferentes niveles, participando en Iniciativa Internacionalista, Des de Baix, Anticapitalistas, CUP-AE (como parte de la AE)… Es por eso que hemos apoyado Ganamos y es por eso que queremos hacer unas reflexiones en una discusión que consideramos vital, de definición de la candidatura, para dejar clara nuestra posición desde el principio, convencidos de que los procesos de acercamiento es imprescindible evitar los malentendidos y actuar con claridad.
Proceso de unidad sí, pero no todo vale. Lo que hasta ahora dice el Manifiesto nos deja serias dudas por su absoluta coincidencia con el manifiesto de IC «En Barcelona, podemos» de julio 2013. Y más allá de las palabras, ya conocemos IC unas veces ya IC-EUiA otros, actuando al Consistorio tanto en tripartitos PSC-ERC-IC, como en el bipartito de Hereu-Gomà, o a la Generalidad con los Mossos d Escuadra de Saura -con cercos de manifestaciones, servicios a la Audiencia Nacional, con el récord de desalojo de casas okupadas…-, o apoyando el Pacto Nacional de Educación y en los puntos clave de una LEC que ampliaba los conciertos con la privada mientras recortaba la financiación para la escuela pública. Hemos sufrido sus actuaciones a nivel municipal, con Imma Mayol privatizando, despidiendo / no renovando contrato y reprimiendo sindicalmente a los trabajadores de Parques y Jardines -y siendo condenada como presidenta del Instituto Municipal correspondiente por vulnerar el derecho a la huelga de sus trabajadores, que le decían aquello de «la izquierda pija también privatiza»-, externalizando las cocinas y el servicio de comedor de las guarderías, o desalojando a los inmigrantes acampados en la Plaza de Cataluña cuando era alcalde accidental en el 2001. En los tiempos del bipartito, es Ricard Gomà al frente de Servicios Sociales que, en nombre del «posibilismo» no integró los servicios siempre subcontratados y precarios de las trabajadoras familiares o los educadores de calle-APC-, o con 4 concejales posibilitaron y ser parte de un gobierno con el PSC, que enfrentó la huelga de los 2 días de los autobuses de TMB del 2008-2005 habían sufrido el tripartito-, cuando se impusieron los cierres de líneas de bachillerato nocturnos y diurnos y de Institutos Públicos enteros mientras aumentaban líneas concertadas con el visto bueno del Consorcio de Educación. No se apoya a quienes ejecutan estas políticas si no se comparten.
Y queda patente cuando hacen lo mismo si gobiernan solos. Basta verlos gobernar el Prat de Llobregat desde 1983: desviación del Llobregat, ampliación del aeropuerto, reducciones de plantilla municipal, externalizaciones, subcontratas con sueldos y condiciones sin comparación con las de la plantilla municipal, «planes de empleo «vía incentivos a empresas-y destinando el mismo que cobran entre alcalde, concejales y asesores. Esta misma semana ha sido el mismo ayuntamiento gobernado por ICV que ha apoyado junto con el Departamento de Irene Rigau, cerrando «administrativamente» una escuela pública para echar a todos y todas las trabajadoras y sustituir todo el profesorado por un otro equipo puesto dicho… y no es la primera vez, porque antes ya habían dado el visto bueno a otras aplicaciones de la LEC pesar fueran contra las comunidades educativas.
Para algunos puede resultar fácil despachar estos argumentos calificando-nos de sectarios. Pero no es casual que todas las alternativas municipales de izquierdas de ruptura que han ido naciendo en los últimos años, lo han hecho en oposición a IC-EUiA. Y nos referimos a iniciativas tan diversas en el origen y su desarrollo como las Candidaturas Alternativas del Vallès o las CUP. Porque IC, como IU -la versión catalana es EUiA-, ha sido y es una de las patas en las que se basó el pacto de silencio de la transición del régimen, tanto a nivel estatal como autonómico y municipal, y con ello se invalida a sí misma para ser parte de la ruptura con él.
Por eso, decimos sí a una unidad para poner la ciudad al servicio de los trabajadores y las clases populares; no a una para dar alas a repetir la experiencia del nacimiento de IU-ICV, y avalar una nueva lavada de cara, de los que han vendido las ilusiones y las luchas para hacer de muleta del régimen. Esto ya se hizo en el 86, cuando el PCE y el PSUC que habían avalado la Monarquía y los Pactos de la Moncloa, veían caer los votos y que nuevos movimientos por la izquierda el debilitaban. Lo que presidía el escritor Antonio Gala, exigiendo la salida de España de la OTAN, logró aglutinar casi todas las organizaciones y movimientos de izquierdas del estado, la mayoría de las cuales formaron la llamada Plataforma de la Izquierda Unida para crear un nuevo referente político, sin las viejas siglas. En un gesto que entonces se calificó de «generoso», el PCE de Gerardo Iglesias y el PSUC, entraron-renunciando a las siglas-y nació IU, y por las diferencias entre las familias comunistas IC por un lado y EUiA de la otra. Las siglas manchadas con el recuerdo de la transición se recomponer, en base a un movimiento que quería ser de ruptura pero que ahora aceptaba un programa bien diluido para que «estuvieran todos», incluyendo al PCE / PSUC. En la I Asamblea General de IU, sólo concurre un 25% de delegados designados por los partidos integrantes, y el resto, en nombre de la máxima democracia, elegidos por los afiliados de los territorios… donde la figura de Iglesias hacía el papel que ahora llamamos mediático con el aparato de propaganda del PCE, su programa y… cómo no: ¡salía coordinador de IU! Aún más mediático fue su sustituto, Anguita, con quien devuelven al techo de votos del PCE a los 70 y termina teorizando el «sorpasso» para ganar al PSOE, dentro del régimen constitucional, claro!… Así, movimientos rupturistas como la CUT-BAI andaluza quedaban disueltos en el reformismo de una IU que hoy gobierna la Junta de Andalucía con el PSOE… con o sin las siglas de ICV-EUiA, el programa debe tener ejes suficientemente claros como para garantizar la fidelidad a los intereses de los y las trabajadoras y sectores populares, que son intereses de clase incompatibles con los que defiende el régimen.
Por eso, nosotros queremos seguir el proceso de Ganamos defendiendo un programa de compromisos claros y concretos de ruptura, así como una nuevas formas de organización. En este sentido avanzamos algunas propuestas:
1. El compromiso con las principales necesidades de los trabajadores, como desempleo, vivienda, lucha contra la precariedad o frenar las externalizaciones… pero queremos propuestas concretas como planes de empleo pública con contratación directa, o inmediata remuncipalització los servicios que han sido externalizados-empezando por deshacer el daño que se ha hecho desde la izquierda institucional-. Está bien decir que queremos Barcelona libre de desahucios, pero hay que decir que asumimos el compromiso de enfrentar los bancos que pretendan desahuciar expropiando las viviendas afectadas por incorporarlas al parque público de alquiler social para que las familias sigan viviendo, sin salidas «alternativas» que preserven el beneficio del banco y sigan subyugante los de siempre
2. Medidas de clara ruptura con las raíces de este modelo de ciudad que se quieren impulsar desde abajo, y por lo tanto deben ser explícitas y concretas para hacerlas asumibles: contra el pago de la deuda pública y por la ruptura con la UE, para la defensa del derecho de autodeterminación y por la rotura con la monarquía… Como sabemos que es difícil ni se puede engañar con promesas, ni rebajar la ruptura con un objetivo electoralista. Debemos ser honestos y definir como una candidatura de lucha, y por lo tanto solidaria con las luchas que existen y las que surjan, y sobre todo promover las que sean necesarias ante la gravedad de los ataques contra los trabajadores y los sectores populares.
3. Porque se plantea una auténtica democracia y rescatarla de los poderes que la mantienen secuestrada, no basta con la limitación de cargos, sueldos y mandatos, ni mencionar mecanismos de control futuros. Estamos de acuerdo en todo esto pero creemos que hay que ir más allá. Cuando se dice que no se quiere ni una coalición ni una sopa de letras y se reivindica la «democracia real», se debería garantizar que no se cae en los personalismos ni en la batalla por los puestos de la lista, y se garantiza desde el primer momento el control sobre los cargos electos. Por eso proponemos la rotación en los cargos y la revocación. Porque así lo defendemos también cuando es coalición de partidos como un mínimo democrático: es lo que hacen los partidos trotskistas del Frente de Izquierda de los Trabajadores en Argentina tanto con los 3 diputados estatales, como en las decenas de concejales municipales, donde cada mandato se reparte entre los 3 componentes. Aquí y dado que no es coalición, hay que buscar que el máximo de personas de la lista puedan ejercer el cargo estableciendo un periodo de permanencia mínimo de un año. No ser personalistas, no es una afirmación, sino un compromiso con medidas que lo eviten. Lo mismo respecto a las revocaciones: mientras no sean los barrios los que concreten el control y puedan ejercer la revocación de sus representantes, debe ser la asamblea general de la candidatura que ejerza el control y, si es necesario, revoque. Rotación y revocación deberían estar en el compromiso ético del que se habla.
Nos incorporamos al proceso luchando por estos mínimos y abiertos a otras propuestas de programa, pero en ningún caso para llegar a las ambigüedades con que ya hace treinta años, ICV gobierna en El Prat y que nos han llevado a enfrentarse a la calle.
Cordialmente.
Mª Esther del Alcázar. Lucha Internacionalista
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