Quiero explicaros mis actitudes, comentarios y acciones de los últimos días. Y prefiero hacerlo en este formato, ya que por twitter, wasap o télegram no es posible expresar según qué cosas con profundidad. Empiezo. Primero tengo que empezar conmigo, contando lo que pasó al adquirir mi condición actual, la de RED; esto fue en mayo […]
Quiero explicaros mis actitudes, comentarios y acciones de los últimos días. Y prefiero hacerlo en este formato, ya que por twitter, wasap o télegram no es posible expresar según qué cosas con profundidad.
Empiezo.
Primero tengo que empezar conmigo, contando lo que pasó al adquirir mi condición actual, la de RED; esto fue en mayo de 2016, en unos días hará dos años. El proceso no empieza y acaba un día, el de tu cumpleaños, el proceso es largo, empieza cuando ves pasar los días en el calendario, viendo que se acerca la fecha de la expulsión y que no puedes hacer nada por evitarlo, que las opciones son mínimas o ninguna, que las puertas se cerraron todas hace años. Porque admito que hace unos doce años tuve una, recalco una, solo una, opción real de ser permanente. Pero no la aproveché por mis circunstancias personales y a partir de ahí prácticamente cero opciones (porque hay que hablar de los que se meten mayores al ejército, con los límites de edad para promocionar se ven aún más lastrados que el resto).
Como os digo, los últimos meses que estuve en el ejército fueron duros en ese sentido, la desmotivación que sentía aumentaba cada día que pasaba, sentía que ya sobraba y cuando llegó el día de mi cumpleaños, me sentí tremendamente solo y no lo estaba, pero yo lo sentía así. El día de mi despedida tuve todo el tiempo una sensación de irrealidad tremenda, estaba totalmente descolocado. La despedida del coronel, la «fiesta» que hice con mis compañeros… Todo lo sentí como si no fuera yo el que estaba ahí.
Como os digo, la sensación más fuerte que me quedó era la soledad, y la desmotivación para todo lo relacionado con el ejército, así que me aparté de todo lo relacionado con lo militar y me dediqué a otras cosas. Pero hete aquí que hace unos meses aparecen unos señores llamados #45sindespidos, que entran como un elefante en una cacharrería en el mundo reivindicativo militar. Esa irrupción logra en mí dos cosas, la primera una cierta prevención por su modo de aparecer y la segunda fue que me dieron la inyección de motivación que necesitaba como el comer, vi que no estoy solo, veo que nunca estuve solo. El ver que aparecía una asociación con un objetivo laboral tan concreto, tan importante y tan urgente, me animó a aportar mi granito de arena en la lucha, una lucha que hasta la llegada de #45sindespidos estaba enterrada entre muchas otras muy importantes también, pero mucho menos urgentes. Ellos canalizaron, centraron la reivindicación y le han dado visibilidad en medios e instituciones y, sobretodo, nos han empujado a todos los demás a movernos. Por eso, mando a todos los de #45sindespidos un gracias enorme.
Así que me puse a trabajar, con lo que sé hacer más mal que bien, que es escribir. Además, retomé todos mis contactos con el mundo militar y busqué nuevos. Lógico es que si #45sindespidos van en una dirección y yo voy en la misma dirección acabáramos confluyendo, y lo hicimos. He colaborado con #45sindespidos en todo lo que he podido, he acudido a reuniones, concentraciones, he escrito alguna cosa para la asociación… Pero nunca me asocié, había ciertos indicios que me impedían dar el paso, indicios que se concretaron en la intervención de la líder de Hogar Social Madrid en la concentración de Cádiz. Eso me ha hecho dar un pequeño paso atrás.
Pero tengo claro que el objetivo es lo importante y que el camino iniciado por #45sindespidos es un camino que no se puede deshacer ya, porque los despidos siguen, aumentan día a día, esos despidos son los que empujan. Así que esté 45sindespidos o no, esté cualquier otra asociación o no, esto va a crecer y seguir. Porque no había asociaciones cuando se produjeron las movilizaciones de los cabos de la armada hace ya más de treinta años y consiguieron su objetivo. Nosotros también lo conseguiremos. Así que seguiré haciendo lo posible para ayudar a todos los que luchan por este objetivo concreto, contad conmigo.
Javier del Canto, es miembro del colectivo de militares demócratas ANEMOI y Reservista de Especial Disponibilidad (RED).
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