Entre los medios empleados para denunciar las agresiones de Estados Unidos contra la Revolución Cubana están los carteles; que como proyectiles de papeles han desgarrados heridas profundas en las garras del águila imperial. El primero fue diseñado e impreso en serigrafía por Eladio Rivadulla Martínez en la madrugada del 1 de enero de 1959; con […]
Entre los medios empleados para denunciar las agresiones de Estados Unidos contra la Revolución Cubana están los carteles; que como proyectiles de papeles han desgarrados heridas profundas en las garras del águila imperial. El primero fue diseñado e impreso en serigrafía por Eladio Rivadulla Martínez en la madrugada del 1 de enero de 1959; con la imagen de Fidel Castro, la frase 26 de Julio y los colores rojo y negro, en el quedaron plasmadas novedosas configuraciones artísticas y comunicativas. Simultáneamente a la gestación de ese cartel se produjo el primer acto de hostilidad de Estados de Unidos contra el triunfo de la Revolución Cubana, al concederle asilo político a criminales, torturadores y los desfalcadores del tesoro público que huyendo de la justicia revolucionaria, encontraron protección en aquel territorio.
Antes que por titulares de la prensa escrita, como: «Huyó Batista» ; en Prensa Libre y «Batista en Fuga» por El Mundo, al amanecer de ese día se diera a conocer la noticia de la caída de la dictadura; por las frecuencias de Radio Rebelde, emisora del Movimiento 26 de Julio y el Ejercito Rebelde, ubicada desde el 31 de diciembre de 1958 en Palma Soriano, en alocución radial a través de una trasmisión denominada la Cadena de la Libertad, bajo la consigna ¡Revolución si, golpe de estado no!; el líder de la insurrección, Fidel Castro, llamó a la huelga general con la que logró derrocar las maniobras imperialistas para impedir la victoria revolucionaria.
Y aunque, en aquel momento, continuaron circulando los tradicionales periódicos El Mundo y Diario de la Marina y la revista Bohemia; para mantener informado a la población, se contó con los periódicos de las tres principales fuerzas que habían asumido el principal protagonismo en el triunfo revolucionario y que en las nuevas circunstancias bajo una dirección de facto denominada Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) comenzaron a desarrollar una intensa labor política. El Movimiento 26 de Julio (M-7-26) contó con el periódico Revolución, el Partido Socialista Popular (PSP); el diario Hoy y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo; el periódico Combate.
Una de las primeras acciones de la nueva prensa revolucionaria se manifestó durante lo que se denominó «Operación Verdad»; en esa ocasión el líder de la Revolución convocó al pueblo a concurrir a un acto frente al Palacio Presidencial para desmentir las calumnias de congresistas norteamericanos, difundidas a través de agencias de noticias internacionales, con la intensión de tergiversar la verdad, acerca de los enjuiciamientos, que con pleno ejercicio de justicia, se estaban realizando contra los criminales y asesinos que no lograron abandonar el país. Para entonces, en que a través de la fotografía publicada en reportajes de los diversos medios de prensa se revelaba al mundo los primeros testimonios del júbilo por la victoria revolucionaria, el jueves 22 de enero, por el periódico Revolución en su primera plana, con similar función a un cartel, se publicó una foto a todo tamaño de la pagina primera, con el texto: Justicia…Justicia…Justicia. El Pueblo dijo:¡SI!. Sin embargo, pese al apoyo popular mostrado en aquel acto, el representante Wayne Hays además de considerar el envió de tropas a Cuba, se pronunció por la aplicación de sanciones económicas, tales como la rebaja de la cuota azucarera y el embargo comercial.
Pero aquellas declaraciones, no impidieron la sucesiva adopción de nuevas leyes que contaron con un amplio respaldo popular y que artistas de las plásticas y profesionales, como: José Luis Pinto, Raúl Martínez González, Luis Martínez Pedro, José Ignacio Bermúdez, Rafael Morante Boyerizo, Guillermo Menendez, Mario Mas Vidal y Álvaro del Valle y otros; que en la década del cincuenta le habían otorgados cualidades artísticas e identidad propia a la publicidad y que en contexto de la campaña Consuma Productos Cubanos comenzaron aportar anuncios de prensa y otros impresos gráficos en los que, junto al mensaje comercial, reflejaron expresiones de apoyo a la nueva situación existentes en el país, ejemplo el de: Compañía Cubana de Aviación, de 30 X 40 centímetros, con el texto: Aquí.. 26 de julio en territorio libre de Cuba «Porque convertiste las hieles en miel! Porque transformarte la ortiga en clavel! Porque ya la Patria no es un cuartel! GRACIAS FIDEL.
Para la conmemoración del 26 de julio -en recordación a la histórica gesta del asalto al Cuartel Moncada, en 1953, con la cual se inició la ultima fase de la lucha que condujo a lograr la total independencia del país- se logró contar con la asistencia de un millón de cubanos que en simbólica expresión de la alianza obrera y campesina, cientos de miles de campesinos y trabajadores, reiteraron el apoyo a la nacionalización de la Cuban Telephone Company, la rebaja de un 50 por ciento del pago de alquiler de la vivienda, la reducción del precio de la venta de medicamentos y la Reforma Agraria. Previamente en cientos de miles de hogares se había colocado el cartel, con el texto: «Año de la Liberación aquí se hospeda un campesino. Estamos con Fidel y sus leyes revolucionarias.
En tanto el Gobierno Provisional Revolucionario, entre julio a septiembre logró la promulgación de trascendentales leyes que iniciaron las primeras transformaciones en el campo educacional, como rebaja de entre un 25 al 35 por ciento de los libros de textos de todos los niveles de enseñanzas, la creación de 10 000 mil aulas rurales, la conversión de cuarteles en escuelas y la incorporación de todos los niños a clases, desde Estados Unidos, junto a su vaticinada suspensión de la compra de la cuota de azúcar se inició el empleo de aviones para el lanzamiento de armas, municiones y otros medios para los elementos que planeaban y ejecutaron criminales actividades contrarrevolucionarias.
-Los primeros carteles
En aquellas circunstancias de marcada agresividad, desde principio de 1960, se inició el empleo gubernamental del cartel como medio de expresión gráfico y de información de las conquistas y acciones de defensa de la Revolución; correspondiéndole a la Comisión de Orientación Revolucionaria (COR) de la Dirección Nacional de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), con su antecedente en la Casa del Orientador Político, establecer la política oficial de la propaganda. En la creación artística de los primeros carteles participaron los dibujantes publicitarios y artistas de la plástica: Francisco Ruiz, Esteban Ayala Ferrer, José Papiol, Fernando Valdés, Mario Sandoval, José Gómez Fresquet, Faustino Pérez Organero, Alfredo Rostgaard, Oscar Moriña, Tony Évora, Jesús Forjans, Helena Serrano, Rolando Oraá, Estela Díaz Díaz, Olivio Martínez, Gladys Acosta Ávila, Roberto Quintana, Antonio Pérez «Ñiko» González, Asela Pérez Bolaño, Heriberto Echeverria, Daysi García y René Mederos.
Entre las primeras aportaciones graficas estuvieron los de Intercomunicaciones, agencia de publicidad creada por el Gobierno Revolucionario en febrero de 1960 de donde germinaron carteles de orientación social poseedores de la fotografía y composición tipográfica de predominios publicitarios como los del Ministerio de Educación, con textos tomados del pensamiento martiano: «Ser culto para ser libre», los que proclamaban «Niño ahora a tú escuela» , «Aprende un poquito más» y la del «Niño que no estudia no es buen revolucionario» ideas planteadas por Fidel Castro durante su discurso en el acto celebrado el 14 de septiembre de 1959 con motivo de la conversión del campamento de Colombia, la mayor fortaleza militar del país, en una ciudad escolar.
Coincidiendo con una revelación contenida en un memorando confidencial del 6 de abril de 1960, desclasificado en la actualidad, que planteaba lograr con el bloqueo la generalización del hambre, la desesperación y el desaliento en el pueblo cubano; la Juventud Socialista, organización juvenil del Partido Socialista Popular, que el día 4 organizó su IV Congreso Nacional; enarboló por primera en un cartel, la expresión Patria o Muerte; principal consigna de la Revolución Cubana, proclamada por Fidel Castro el 4 de marzo de ese año durante el entierro de las victimas de un acto terrorista que fraguó la Agencia Central de Inteligencia (CIA), en el puerto de La Habana, al vapor la Coubre cargado de armamentos y municiones comprada por el Gobierno Revolucionario, en Bélgica, para defenderse de las amenazas de invasión de las administración norteamericana.
-Expansión del cartel político
Continuamente en que a través de la guerra económica se pretendió destruir el proceso revolucionario cubano y que con el cambio de mandato presidencial en Estados Unidos, en los primeros días de enero de 1961, se evidenciaba una inminente intervención militar contra Cuba, nuevamente se produjo la revelación de la primera plana del periódico Revolución convertida en un cartel; en el cual se proclamó, desde el 31 de diciembre de 1960, el «Estado de Alerta Combativa para toda la Nación». En ese dramático escenario de la agresividad imperialista se inició la expansión de carteles políticos. Inicialmente los creados por el Equipo Técnico de la Comisión de Orientación Revolucionaria (COR) y la Central de Trabajadores de Cuba (CTC); dependieron de un crudo realismo, con cuerpos monstruosos y cabezas pequeñas, expresiones grotescas y esquemáticas del obrero en su enfrentamiento al imperialismo, conocidas como la «gente del brazo fuerte»
Entre los carteles influidos con configuraciones de la «gente del brazo fuerte» estuvieron: el realizado en esos días de tensiones, de una posible agresión imperialista contra la isla: Alto…Mr Kennedy Cuba no esta sola, en el que con un configuración de notable manifestación de realismo, en un primer plano dibujado irrumpía un miliciano portado su arma en posición defensiva y detrás, sobre un fondo rojo, la imagen corpulenta de un soldado soviético con su palma de la mano hacia delante, en gesto de paralización de cualquier acción agresiva y de constancia que en su defensa el país contaría con la ayuda de la URSS. A este le continuó el impreso por el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) portador del mensaje: ¡A la «limpia» del Escambray! contra las acciones terrorista de los contrarrevolucionarios alzados en la región montañosa del Escambray, donde el gobierno norteamericano organizó grupos de bandidos armado integrado por antiguo miembros de la derrotada tiranía y prófugos de las justicia revolucionarias buscados por sus crímenes.
Igualmente estuvieron los surgidos contra la invasión mercenaria por Playa Girón, entre el 17 al 19 de abril de 1961, ejemplo el: Muerte al Invasor; del equipo Técnico de la COR; donde en su configuración visual se destacó una imagen corpulenta de un miliciano apuntando con su fusil. Esos carteles aún cuando en sus diseños carecieron de seducciones perspicaces, a través de imágenes de grandes proporciones, significaron la fortaleza ideológica de la Revolución y con el dibujo de gusanos aplanados o comprimidos sirvieron para ridiculizar a los enemigos y detractores del nuevo proceso que se gestaba en el país.
La preponderante atmósfera de ofuscación creada por el obsesivo interés de las fuerzas más reaccionarias de Estados Unidos de impedir la marcha triunfante de la Revolución Cubana -con la guerra económica; a través del bloqueo comercial y de una intervención armada; sucedida con la derrotada invasión mercenaria en Playa Girón- vigorizó en diseñadores y creativos gráficos y artistas de la plástica solidificadas inspiraciones creativas antiimperialistas y patrióticas, que todo cambio o transformación social sucedido en el contexto de la radicalización del nuevo proceso político formaron parte de la defensa de la identidad nacional y del enfrentamiento a la agresiva política enfilada contra Cuba.
La anterior predilección tuvo entre sus expresiones en el cartel realizado, por Mario Más Vidal, para la campaña de alfabetización: «Cada cubano que aprenda a leer y escribir es un nuevo golpe que le propinamos al imperialismo», donde empleó la ilustración de un alfabetizador que con un lápiz de escribir hiere mortalmente al anguila imperial. Tales ferverosa condición, que en ocasiones también se mostro en los nuevos carteles culturales, sin bien mostro un carácter impulsivo contra las enfoques arrogantes de los gobernantes imperialistas, tuvo en cambio un sentido de amistad y de respeto hacia el pueblo norteamericano.
-Confluencias artísticas e ideológicas
En carteles culturales del Consejo Nacional de Cultura (CNC) y de otras instituciones como Casa de las Américas y la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) portadores de mensajes que también plasmaron las transformaciones que se originaron en el campo cultural se fusionaron incipientes manifestaciones de elementos ideológicos y artísticos, traslucidas en obras pictóricas de los artistas de la plástica cubana Mariano Rodríguez, Servando Cabrera y Umberto Peña con pinturas cargadas de una expresiva identidad con la Revolución, que reflejaron la Primera Declaración de La Habana , la expulsión de Cuba de la OEA y la victoria contra la invasión mercenaria por Playa Girón y los que reflejaron a hombres y mujeres del pueblo y sus héroes, obras que por sus fervorosa vehemencia y significadas expresiones elocuentes fueron reproducidas en offset, similar al formato de un cartel y colocadas para ornamentar lugares públicos e interiores; cumplieron similar función comunicativas.
La efervescencia patriótica que motivo la victoria revolucionaria, hizo posible la sucesiva incorporación de otros creadores al diseño gráfico de carteles, entre los cuales estuvieron: Eduardo Muñoz Bachs, René Azcuy, Renilde Suárez, José Ángel Lama, Silvio Gayton, Juan Ayus, Héctor Villaverde, Emilio Gómez, Félix Beltrán, Humberto Trujillo. La espontanea integración de consagrados pintores y jóvenes graduados de escuelas de artes plásticas al diseño de carteles, junto a profesionales de la publicidad de reciente incorporación en la actividad y de mayor experiencia en la ejecución de acciones publicitarias, posibilitaron se originara un proceso de confluencia y de conmutación entre elementos expresivos de la descripción artísticas de la pintura y de la formalidades sintetizadas de la grafica, en los que no obstante la falta de tintas y otros insumos como consecuencias de las medidas del bloqueo económico dictadas desde el 30 de octubre de 1960, se lograron establecer la visualización de mensajes de excelentes cualidades artísticas-comunicativas
Las anteriores premisas estuvieron también presentes en el nuevo cartel de cine aportado por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), primera institución cultural de la Revolución Cubana, fundada en marzo de 1959, desposeídos de pretensiones comerciales, en sus diseños se abandonó de la presencia del actor principal, de la estrella del filme despojada de su vestimenta, imágenes amorosas tentadoras o de pistoleros envueltos en acciones de excesiva violencia. En sus formulaciones en los que se adoptó la serigrafía como sistema de reproducción, con los primeros aportes artísticos comunicativos de: Eduardo Muñoz Bachs, Rafael Morante Boyerizo, Eladio Rivadulla Martínez, Horbein López, Silvio Gayton, Raimundo García, Antonio Fernández Reboiro, José Lucci, Manuel Custilla y del artista de la plástica René Portocarrero; se lograron creaciones con particularidades propias, de excelente coloridos y texturas verdaderas muestras de artes que lo hicieron distinguir como hecho cultural nacido con la Revolución.
Desde un primer momento por el carácter social de los temas abordados en los filmes cubanos y los procedentes de otros países, seleccionados para su exhibición en las diversas salas cinematográficas del país, los carteles de cine del ICAIC empleados para anunciar los títulos y el argumento principal de los mismos: además de ser portadores de expresiones artísticas culturales también lo fueron en sobrentendidos aspectos de contenido político. Ejemplos: Historias de la Revolución, Realengo 18, Cuba Baila, El Acorazado Potemkin, Muerte al Invasor. Tales derivaciones ideológicas, manifestadas también en otras configuraciones gráficas de temática cultural, es el reflejo de las condiciones que desde los primeros años afronta el país bloqueado y hostigado por la potencia imperialista más poderosa del mundo y la firme decisión de los intelectuales de mantenerse unidos, defender a la Revolución.
-Simbolismo y efectividad comunicativa
En las representaciones pictóricas de carteles políticos contra las agresiones de Estados Unidos la silueta del Tío Sam, ostentó la representatividad de los símbolos y colores. Vestuarios y telas de paracaídas teñidas de camuflajes aludieron a las fuerzas mercenarias, en evocación a la derrota de la invasión por Playa Girón, fusiles y armas convencionales empuñadas en colocación defensivas por milicianos y soldados el resguardo de la patria, gusanos aplastados y comprimidos por puños y otros elementos simbólicos, como se aludió en el emblemático cartel, del Equipo Técnico de la COR: 9 Aniversario. 26 de Julio, se simbolizó el debilitamiento de la contrarrevolución interna; en momento en que le se habían propinados significadas derrotas a grupos de bandidos alzados en el Escambray y se trabajaba en la formación del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC)
Sucesivamente cuando el 22 de octubre el Presidente de Estados Unidos John F. Kennedy, usando como pretexto la presencia de cohetes y armamentos estratégicos situado en nuestro territorio para defenderse de una agresión de ese país, en otro acto agresivo más ordenó el bloqueo naval y el Gobierno Revolucionario dispuso el Estado de Alarma de Combate para toda la nación. En esa ocasión en la gráfica de contenido política a diferencia de lo sucedido durante la invasión mercenaria por Playa Girón, derrotada por el pueblo cubano en menos de 72 horas, en que solo pudo ser posible la edición de carteles con la imagen del miliciano o el soldado con cuerpos corpulentos y desproporcionados del miliciano apuntando, los diseñadores Juan Ayus, Jesús Forjans y Roberto Quintana, en los carteles Comandante en Jefe ¡Ordene! , Alerta, A las Armas y En pie de Guerra mediante el empleo de la fotografía y motivaciones ardorosas lograron establecer formas expresivas con un carácter más vanguardista y con eficientes atribuciones artísticos-comunicativos.
Ese hecho conocido como la «Crisis de Octubre», concluyó el día 28 de octubre cuando Fidel Castro, a nombre del pueblo cubano, expuso un comunicado que contenia cinco puntos o condiciones requeridas como garantía contra una agresión a Cuba por parte de Estados Unidos el cual, además de ser difundido en diversos medios de prensa, fue impreso en un formato similar a un cartel. Y aunque el 20 de noviembre el presidente John F. Kennedy hizo publica la suspensión del bloqueo naval impuesto a Cuba, simultáneamente ratificó mantener sus disposiciones económicas y agresivas contra la isla. Lo anterior se demostró cuando, el 6 de febrero de 1963, anunció que no se embarcarían mercancías financiadas por el gobierno norteamericano, en buques de países que mantuvieren comercio con ese país.
Todos esas agresiones condujeron a que conjuntamente con la gráfica que abordaban mensajes sobre la zafra, la campaña por alcanzar en toda la población el nivel escolar mínimo del sexto grado, los exhortativos a la donación de sangre, la zafra azucarera, recogida de café, la prevención de enfermedades y otras de carácter nacional, también se iniciara la de la defensa de la patria como las relacionadas con la promulgación el 27 de noviembre de 1963 de la Ley de Servicio Militar Obligatorio, expresado en cartel: Al llamado de la Patria. Presente, del Equipo Técnico de la COR, donde mediante la síntesis comunicativa resultaron plasmados elementos fervorosos y simbólicos de la disposición de la juventud de, antes las amenazas de agresión imperialista, asumir la nueva tarea de incorporarse a las filas de los cuerpos armados del país.
Otras expresiones de carteles asociados con la defensa de la Patria de acertados logros en su efectividad comunicativa se evidenciaron nuevamente en los empleados durante el Estado de Alerta Combativa a toda la Nación, decretado el 21 de mayo de 1966, en los que mediante la evidencia testimonial de la fotografía, combinada con coloraciones y textos breves dimensionados, como los realizados por los diseñadores de la COR. ¡Alerta!, No volverán jamás y Patria o Muerte se lograron establecer mensajes exhortativos, de compromisos fervorosos y enardecedores de las emociones patriotismos, en un momento de tensión que provocaron nuevamente soldados norteamericanos acantonados en la ilegal base, en el territorio cubano de Guantánamo, desde donde realizaron disparos que provocaron la muerte del miembro del Batallón Fronterizo, Luis Ramírez López
-Influencias de la vanguardia pictórica internacional
En ese periodo de consolidación del poder revolucionario y de los ideales socialistas, de sistemáticas expresiones solidarias de los cubanos con otros pueblos y de floreciente empeño cultural se asumieron las influencias plásticas y de los códigos gráficos polacos, japoneses y norteamericanos en los cuales, como en el de René Mederos, de la COR: «Décimo aniversario del triunfo de la Revolución Cubana», se significaron la presencias en sus diseños de los influjos del art pop. En otros, ejemplo: el de Emilio Gómez; de la COR: 2 de diciembre. Día de las FAR; realizado para la conmemoración del desembarco del yate Granma y por el Día de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, principal bastión de la defensa de la patria, se plasmaron codificaciones sustentadas en la metáfora visual con la tipografía integrada a la pintura de su diseño; así como marcados efectos cromáticos y efectos ópticos.
En carteles de cine del ICAIC además de advertir la exhibición de significativos filmes cubanos, de las cinematografías soviética y demás países socialista, los que denunciaban la opresión racial y el no respeto de los derechos civiles en Estados Unidos; así como de directores japoneses, españoles, italianos y franceses, en los que se reflejaban el modo de vida occidental, también se emplearon los de mensajes con significadas connotación ideológica, como la trilogía, de Raúl Martínez González, con las imágenes de Camilo, Che y Fidel; impresos, en 1968, para la conmemoración del XV aniversario del asalto al cuartel Moncada.
Paralelamente se produjo las realizaciones gráficas con mensajes asociados con la fomentación de las convicciones patrióticas que estuvieron enmarcados en los de temática política para la conmemoración del Centenario del Inicio de la lucha por la Independencia (1868-1968). En sus realizaciones gráficas más elocuentes, realizados por José Papiol y Antonio «Ñiko» Pérez González, se proclamaron las frase: Cien Años de Lucha y como se reflejó en el periódico cartel de Juventud Rebelde ¡Viva Cuba Libre!.
En los carteles por la campaña de los «Cien años de Lucha» se destacaron los colores nacionales, las banderas y las imágenes de las personalidades más sobresalientes que participaron, desde el comienzo de la gesta libertadora; en la lucha armada contra el colonialismo español, que se inició el 10 de octubre de 1868, ejemplos: Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramante, José Martí, Antonio Maceo, Máximo Gómez, acaecidos todos en figuras símbolos de la lucha de independencia, las cuales le sucedieron otras figuras continuadora de la lucha revolucionaria, como: Frank País, Abel Santamaría, José Antonio Echevarria, Camilo Cienfuegos, Che Guevara y otros muchos que ofrendaron sus vidas por alcanzar y mantener el triunfo de la Revolución Cubana
-Expresiones solidarias y contra la penetración cultural
Como parte de significada diversidad expresiva de las manifestaciones artísticas y de las trascendentales transformaciones sociales a través de los carteles y de diversos medios grafico también se reflejaron mensajes de tres eventos políticos internacionales que propiciaron se encontraran en La Habana personalidades de África, Asia y América Latina; protagonistas de las luchas de sus pueblos contra la dominación neocolonial y la penetración cultural de los países occidentales.
Tales encuentros quedaron plasmados en los carteles, de la COR: «Conferencia Tricontinental»; que del 3 al 15 de enero de 1966, sesionó en La Habana y que entre sus acuerdos adoptados estuvo el de la creación de la OSPAAAL (Organización de Solidaridad de los Pueblos de Asia, África y América Latina) y el del 4 Consejo Latinoamericano de Estudiantes (CLAE), inaugurado el 10 de agosto de 1966 donde se acordó la creación de la Organización Continental Latinoamericana de Estudiantes (OCLAE); con sede permanente en La Habana y en agosto de 1967 Primera Conferencia OLAS en el que su creador: Alfredo Rostgaard; situó una secuencia de rifles en una variedad de distintos colores para simbolizar la presencia de las diversas fuerzas guerrillera en América Latina.
La celebración de esos tres encuentros propició que en el trienio 1967-1968-1969, como una variedad de la gráfica política, se iniciara la conceptualización artística de la cartelística de la Solidaridad Tricontinental; siendo su principal exponente la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL) y los aportados por representaciones de solidaridad con diferentes causas progresistas y antiimperialista, como el diseñado por Jesús Forjans para el Comité Cubano de Solidaridad con Viet Nam del Sur: Viet -Nam estamos contigo…, el primero impreso en Cuba en apoyo a la lucha del pueblo vietnamita editado.
Entre los artistas participantes en la aportación de diseños de carteles de solidaridad, estuvieron: Tony Évora, Lázaro Abreu Padrón, Eduardo Bosch, Modesto Braulio Flores, Andrés Hernández, Rolando Córdoba, Rafael Enríquez Vega, Alberto Blanco González, Roberto Casanueva, Raúl Piña, Ernesto Padrón, Daysi García, Berta Abelenda Fernández, Clara García y Antonio Fernández ; quienes plasmaron mensajes de solidaridad que se caracterizaron por el empleo de la ilustración pictórica, donde a través de signos, símbolos, expresiones metafóricas se estableció una línea de diseño en los cuales quedaron presentes tradiciones autóctonas y folclóricas de los pueblos de los tres continentes En otros a través del simbolismo visual aludieron mensajes en el que un brazo en alto la lucha hasta el final y los que hombres y mujeres con trajes tradicionales portando como armas flechas o ballestas, la lucha contra la penetración occidental y los que una alambrada significaba el apartheid o la división racial, o los eslabones de una cadena rota significa la independencia
En una trilogía de carteles emblemáticos de la vida cultural, delineados, respectivamente por Esteban Ayala Ferrer, Alfredo Rostgaard y Héctor Villaverde, también se promovieron otros tres trascendentales eventos de carácter internacional que por sus significaciones sociales, alcanzaron derivaciones políticas: Salón Mayo; organizado en La Habana el 29 de julio de 1967, encuentro que convocó a intelectuales de Europa y de América, con la participación de renombrados pintores y escultores de la vanguardia, que expresaron formas estéticas acordes con la ideología revolucionaria. El Festival de la Canción Protesta, evento organizado por Casa de las Americas en agosto de 1967 al cual asistieron compositores y cantores musicales que, en oposición a la penetración ideológica y cultural de las potencias occidentales, reflejaron expresiones sentimentales, patrióticas y revolucionarias de los pueblos. El 4 de enero de 1968, con la asistencia de intelectuales de todo el mundo, se produjo la celebración en La Habana del Congreso Cultural.
En los primeros años de la década del setenta en que en la codificación el cartel político se evidenciaron expresiones sintetizadas, alusiones figurativas, efectos ópticos y cinéticos; en la COR, devenida a partir de 1973 en Departamento de Orientación Revolucionaria (DOR), se contó con los aportes de Alexis Cánovas, Darío de la Torre, Lázaro Fundora, Eufemia Álvarez, Sonia Rodríguez y Eugenio Sagrez y en carteles contra las pretensiones imperialistas, no solo hacia la Revolución Cubana; sino también, con los pueblos de países que se enfrentaban al dominio neocolonial; se aprecia que entre las simbolizaciones mas generalizadas estuvieron: las barras y estrellas, el logotipo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el signo del dólar, mostrados por Roberto Casanueva, Modesto Flores y Mario Sandoval, en: Jornada Continental de Apoyo…., el de Contra la Penetración Imperialista en las Universidades y Jornada Contra la Penetración Imperialistas en las Universidades , que reflejaron la lucha del movimiento estudiantil revolucionario en América Latina.
Entre los diversos carteles culturales, en los que a través de la pintura, el dibujo y el texto prevaleció el mensaje de la Revolución, estuvieron los de la Unión Nacional de Escritores de Cuba (UNEAC) con virtuosas obras de insinuaciones metafóricas en los que como el esbozado por Jorge Hernández; con el texto: Guillen. 70 Aniversario, la ilustración de una pluma para escribir es convertida en una indumentaria defensiva. En otro como el realizado por Alfredo Rostgaard para el: II Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba un fusil AKM emerge un árbol y Primer Encuentro de Diseño Gráfico, en que cuatro capsula de proyectiles, ordenado verticalmente simulan instrumentos para diseñar. Tales ejemplos respondieron a una época, ellos eran las respuestas a las intrigas y amenazas que se manifestaron por los gobernantes de Estados Unidos contra Cuba, quienes a través de la penetración ideológica sus gobernantes procuraban debilitar a la Revolución, acabar con las tradiciones históricas, patrióticas y culturales del país.
-Diversidad temática: por el socialismo y contra la guerra
Desde mediado de la década del setenta concurrieron carteles de la COR diseñados por: Ramón González, Reinaldo Labrada, Roberto Figueredo, Juan Antonio Gómez Gutiérrez, Antonio Alfonso Palomino, Miguel Angol Nin, Dagoberto Marcelo y Marcos Pérez; quienes -junto a los de alusiones figuradas para las conmemoraciones del 26 de julio, el 13 de Marzo y jornadas de transito o asistencia a la escuela de los niños a clases- aportaron los asociados con la celebración del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba; que en sus codificaciones se destacaron el empleo de banderas rojas, la hoz y el martillo, ruedas dentadas, tornillos y representaciones gráficas de los precursores del marxismo-leninismo.
Igualmente con preponderación de los estándares del socialismo frente a los del capitalismo, junto a los de textos cortos y dibujos sintetizados, también se emplearon los portadores de textos de frases largas o descripciones pictóricas. En otros con elementos visuales en armonía con la identidad nacional como: la palma real, la flor mariposa, el escudo nacional, la bandera cubana prevalecieron los de mensajes asociados con el proceso institucional, tales como: la aprobación de la Constitución Socialista, la creación de los Órganos del Poder Popular, la División Política Administrativas
En el contexto de continuada obsesión imperialista por castigar a la Revolución Cubana, sin apena disponer del tiempo que hubiese permitido la edición de un cartel exhortativo y de condena, el 15 de octubre de 1976 el pueblo acudió a la Plaza de la Revolución para la despedida de duelo de 57 compatriotas, inmolados en un acto terrorista contra un avión de Cubana de Aviación, acaecido el 6 de octubre, cuando cubría viaje de Barbados hacia Cuba, en el que perecieron un total de 73 personas.
Tras la conmoción e indignación que aquel horrendo crimen motivó en diversas partes del mundo; palomas, hojas de plantas y flores con pételos poseedores de colores representativos de los cinco continentes y en expresión de la unidad de todas las fuerzas juveniles y revolucionarias del mundo, en su oposición a las pretensiones imperiales, quedó ampliamente sostenida durante la convocatoria y celebración en La Habana, en el verano de 1978, del XI Festival de la Juventud y Los Estudiantes, con carteles diseñados por Guillermo Menéndez, con la expresión Por la Solidaridad Antiimperialista la Paz y la Amistad
Desde inicio de los años ochenta, ante la amenazante maniobra militar estadounidense anunciada alrededor de la Isla y las presumibles agresiones del gobierno norteamericano en carteles y diversos medios de propaganda se reflejaron mensajes asociados con la doctrina de defensa de guerra de todo el pueblo, en la cual desempeñan un importante rol la formación de las Milicias de Tropas Territoriales (MTT) integradas por obreros, campesinos, estudiantes, amas de casa, jubilados y hombres y mujeres del pueblo. También, fueron plasmadas otras frases patrióticas, expresadas por Fidel, como: Frente a esos intentos de riegos de tipo militar, frente a esta amenaza. Estamos preparados y Nuestra Revolución ha demostrado que es capaz de defenderse y se defiende con poderosos instrumentos
¡Que se vayan! y «Marcha del Pueblo Combatiente» fueron mensajes enarbolados en carteles dibujados por Roberto Figueredo, para los Comité de Defensa de la Revolución (CDR) y por otros integrantes del de la COR; durante la gigantesca manifestación con más de un millón de cubanos durante el desfile del 1 de mayo de 1980, por la Quinta Avenida; del municipio Playa, en que se expresó la repulsa a elementos antisociales que estimulados por la Ley de Ajuste Cubano, para conseguir mediante la fuerza sus salidas del país, habían penetrados violentamente en la sede de la embajada del Perú y condenar las amenazante maniobra militar yanqui.
Durante aquella jornada en que el pueblo nuevamente reafirmó su patriotismo y dignidad nacional, enarbolando tres banderas: la suspensión del bloqueo económico, la retirada de la base naval de Guantánamo y el cese de los vuelos espías de los SR-71, sobre el territorio nacional; la OSPAAAL editó el cartel, creado por Víctor Manuel Navarrete, con la proclama: Solidaridad Mundial con la Revolución Cubana. En otro editado por el DOR en el que se empleó, una composición fragmentada de siglas CIA, diseñado por Juan Antonio Gómez, se denunció la introducción al país, en junio de 1982, con la aprobación del gobierno de los Estados Unidos del Dengue Hemorrágico; agresión biológica, que cobró la vida a 158 ciudadanos (101 niños) y enfermedades a 344 203 personas.
En relación a la OSPAAAL sus diseñadores, sin abandonar totalmente la capacidad de síntesis; mediante el empleo del dibujo y la pintura artística adecuándolas a las condiciones de la comunicación gráfica, reflejaron en sus carteles elementos y símbolos alusivos a la política de fuerza ejercida por la administración norteamericana Centroamérica y el Caribe, denunciada en los carteles de: Rafael Enríquez Vega; contra la invasión a: Granada, que exterminó el proceso revolucionario que allí se gestaba y el de Alberto Blanco González; que condenaba la agresión a la Revolución Sandinista «Alto a la agresión a yanqui a Nicaragua» ; en los que mediante alusiones simbólicas del águila imperial se logran una efectiva denuncia.
En otros con expresiones de solidaridad, como los de: Rafael Morante Boyerizo en solidaridad con la lucha del pueblo de Palestina con el proverbio: Quien despoja a los demás vive siempre en el terror y el de Modesto Braulio Flores para la OCLAE: Fuera de Centro América y el Caribe, para significar la intervención norteamericana se patentizaron codificaciones visuales sustentadas en imágenes metaforizadas alusivas a los colores y símbolos con la identidad de Estados Unidos.
-El cartel durante el denominado Periodo Especial
Desde principio de los noventa en un contexto de búsqueda de soluciones para lograr la presentación de nuevos signos y elementos gráficos, que permitieran enriquecer el contenido comunicativo de los mensajes en los carteles políticos, se produjo el sorpresivo acontecimiento de la desaparición de la URSS y la desintegración del campo socialista. Cuba que efectuaba el 85 % de su intercambio comercial en Europa Oriental, perdió bruscamente sus principales mercados y quedó inmersa en una difícil situación económica. La industria gráfica, al igual que las de otras ramas de la economía, resultó paralizada. Y aunque se preservaron el empleo, salario y las principales conquistas logradas en los campos de la salud, la educación y otros beneficios logrados por la Revolución, se inició el denominado Periodo Especial.
En esa coyuntura en que el consumo del combustible se redujo en más de un cincuenta por ciento y desaparecieron prácticamente las fuentes externas de financiamientos y en la que el gobierno de Estados Unidos para recrudecer el bloqueo y exterminar a la Revolución aplicó en 1992 la Ley Torricelli y en la emisión de mensajes políticos las vallas, el grafismo y rótulos con improvisadas frases en letras cursivas, acompañadas de la bandera nacional y rostros de héroes de la Patria ilustrados sobre un pedazo de cartón, metal u otros soportes sustituyeron en algunas medidas el papel protagónico del cartel. Textos como: Socialismo o Muerte y Lo nuestro es nuestro, Tenemos y tendremos socialismo y otros con alusiones a la defensa de la patria y al socialismo pasaron a ocupar paredes, muros y vallas situadas en importantes nodos urbanos y en carreteras.
Sin lograr la diversidad y cuantiosas cantidades, que en años anteriores pero con aceptada certeza, se editaron carteles de temas políticos entre los cuales estuvieron presentes mensajes en los que se condenaron la arrogancia imperialista contra la isla; ejemplo el de Emilio Gómez del DOR: Venceremos 1 de mayo. Abajo la Ley Torrecelis. La OSPAAAL incluyo en sus planes temáticos los vinculados con la Solidaridad con la Revolución Cubana, ejemplos Girón XXX Aniversario; de Eladio Rivadulla Pérez, los de Gladys Acosta Ávila, con sus aportes: ¡No a la base naval de Guantánamo! y No al Bloqueo económico a Cuba por los Estados Unidos, así como otros de carácter general o global que denunciaban los efectos del Neoliberalismo. Saqueo y desempleo y los que favorecen el anhelo de los pobres el: Desarrollo social Derecho de los pueblos.
Simultáneamente la expresión: Estamos en combate. La calle es nuestra. se expresó en un cartel de dimensión vertical impreso sobre cartón contenía la respuesta de la dirección de la Revolución y el pueblo a lampen y contrarrevolucionarios, que alentados por el rumor y las transmisiones de las radiales enemigas de que podían salir del país con destino a Estados Unidos sin tramites de rigor se concentraron en el área litoral habanero, el 5 de agosto de 1994, ocasionando disturbios y alteraciones del orden público. En tal situación la respuesta espontánea del pueblo capitalino, multiplicada con la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro, que se presentó en el lugar de los hechos vandálicos, frustraron las pretensiones del enemigo y en breve tiempo se ganó aquella batalla, sin necesidad de emplear las armas, ni que hubiese muertos en las calles.
En el segundo lustro de la década del noventa, con la participación de las entidades asociadas a la recuperación de divisas para ayudar a la reanimación económica del país, sustentados en la imagen fotográfica se editaron carteles en los que se reitero el empleo de los símbolos nacionales y la iconografía del pueblo, en particular de los jóvenes, junto a sus dirigentes. Lo anterior se puso de manifiesto en la propaganda gráfica realizada en ocasión de la conmemoración del 42 Aniversario del triunfo de la Revolución en la creación artística y reproducción de carteles alusivos a la fecha, de las corporaciones Cubanacán, Cimex y Habaguanex; así como de entidades pertenecientes al Ministerio del Turismo y de diversas firmas mixtas que operan en el territorio nacional.
Desde el 4 de diciembre de 1999 la reclamación a Estados Unidos por el retorno del niño Elian González sacado ilegalmente de Cuba, bajo el estimulo de la injusta Ley de Ajuste Cubano en una balsa por su madre, quien murió en la travesía, mientras que el niño fue entregado a la mafia anticubana, en Miami al ser reclamado desde Cuba por su padre, motivó una campaña internacional por la liberación y regreso del niño Elian González, en la cual entre los diversos medios de propaganda se empleó el cartel; hasta que en junio del 2000 el Tribunal Supremo de los Estados Unidos decidiera el regreso del niño a Cuba.
Sucesivamente junto a los que denunciaban la arbitraria aplicación de las leyes norteamericanas Torricelli y la Herms-Bulton, que endurecían el bloqueo económico contra Cuba, en los carteles, como el realizado por Leonid Prado, también se manifestaron mensajes contra el el Tratado de Libre Comercio de las de Américas, mecanismos con los que Estados Unidos afianza su dominio en el hemisferio occidental y pretende someter la economía nacionales.
-Por la liberación de los cinco
Desde el comienzo del nuevo milenio el protagonismo y la vigencia de carteles de la Revolución Cubana se resume en los editados para la campaña internacional por la liberación de los cinco patriotas cubanos injustamente encarcelados en prisiones de Estados Unidos; en los que en sus codificaciones, además de la fotografía testimonial, a través de la ilustración pictórica de la bandera cubana se destaca la defensa de la Patria, simbólicamente expresada en transfiguraciones cromáticas del triangulo y la presencia de la estrella con su cinco puntos representativos de la dignidad de los patriotas cubanos detenidos en septiembre de 1998, cuando se hallaban infiltrados en organizaciones terroristas de la mafia anticubana con la misión de informar sobre actividades terroristas contra Cuba y que fueron sometidos a turbio proceso judicial en la ciudad de Miami y condenados indebidamente a largas penas de prisión que cumplen en condiciones abusivas.
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