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Cartografía Institucional: el contraataque neoliberal en Galicia

Fuentes: Rebelión

A estas alturas, con paciencia de orfebre, me veo ya capacitado para hacer una radiografía mental e institucional del tuzarismo [1] neo-conservador que se avecina en Galicia. Es realmente tragicómico el corroborar, a la luz de los hechos, que la capacidad de organización y de trabajo intelectual de la derecha supera en creces a la […]

A estas alturas, con paciencia de orfebre, me veo ya capacitado para hacer una radiografía mental e institucional del tuzarismo [1] neo-conservador que se avecina en Galicia. Es realmente tragicómico el corroborar, a la luz de los hechos, que la capacidad de organización y de trabajo intelectual de la derecha supera en creces a la de la izquierda. A quien no le guste esta sentencia, que le eche sal. Me explico. Soy hombre curioso, y además, periodista atípico, me gusta rumiar poco a poco las nuevas ideologías que servirán de atontamiento colectivo al pueblo gallego. Pero además de hermeneuta de la sospecha, me gusta también hurgar en el entramado institucional desde el que se fabrican los nuevos caldos ideológicos, y miren ustedes por donde, hurgando, hurgando, me he ido topando con una cartografía institucional aproximada que explica, con mayor o menor precisión, desde qué pasillos reales se mueve la ratonera del magma neoliberal que se nos viene encima.

El club financiero de Vigo, que se autodenomina a sí misma como «asociación privada de carácter independiente», y que defiende, ante todo los intereses de los hombes y mujeres «de empresa», está integrado por las 300 empresas más potentes del Sur de Galicia. Por los pasillos de su muy independiente institución suelen corretear, como ratoncillos amaestrados, empresarios, altos ejecutivos y profesionales comprometidos con el desarrollo económico de Galicia. Pero no sólo eso, no; nuestra muy «independiente» institución también tiene sus propios intelectuales orgánicos que actúan como grupo de opinión ante las administraciones públicas. Fíjense ustedes que virgen y pura que es nuestra autonomía que se pone de cuclillas y se arrodilla ante los clubs financieros con la misma celeridad con la que un mujeriego babea ante el paso de una bella doncella. Además, nuestra muy independiente institución se ha constituído como honorable bunker neoliberal, sirviendo de foro de debate e información para las futuras generaciones que quieran seguir gestionando la prosperidad económica de España, España, España.

El club financiero de Vigo es una institución multilingüe y cosmopolita, se relaciona con la Terminal city club en Canadá, con el City university club en Londrés y con la Associaçao comercial do Porto, entre otras. Como buena institución multilingüe que es, también se permite el lujo de elaborar sus propias políticas lingüísticas, sin consultar con filólogos, políticos, profesores de primaria y secundario, profesores universitarios y ciudadanía en general. Y es que el club tiene que velar, ante todo, por el derecho de autodeterminación de sus empresarios, que no representan más del 10 por ciento de la ciudadanía en general, pero que son, al fin y al cabo, gentes de mérito y capacidad a los que no conviene discutir nunca, ni en materia de desarrollo económico, ni en materia de política lingüística, sobre la que se pronuncia muy claramente en el apartado 6 de las famosas «propuestas para una nueva legislatura. Cuadernos para el debate, número 15». Propuestas que, como ustedes sabrán, el muy independiente club le entregó en mano al actual presidente de la autonomía gallega. Pero en fin, al grano, así reza el susodicho apartado número 6: «La política lingüística no puede ser, en ningún caso, un obstáculo para la inversión, sin que ello implique renuncia alguna a un patrimonio cultural que estamos obligados a conservar». También sobre esta cuestión, Círculo de Empresarios de Galicia ha dejado clara su postura, que pasa por reclamar la derogación del decreto 124/2007, el mismo trato para castellano y gallego, la libertad de elección de idioma en el caso de rotulación de establecimientos comerciales, y que la señalización del territorio y la rotulación de edificios oficiales sea bilingüe».

¡Et voilá!, lo primero es lo primero para nuestro muy independiente club financiero, y las políticas lingüísticas no deben ser, en absoluto, un obstáculo para la inversión. Para ello, derogan el peligrosísimo decreto 124/2007, aquel peligrosísimo decreto en el que se afirmaba que la lengua representa el valor fundamental de cohesión en una determinada comunidad. La gallega, en este caso. Aunque aquí en Galicia la lengua en cuestión sea más una excusa para lanzarnos piedras mutuamente que un elemento de cohesión, podemos correr un tupido velo. Corramos un tupido velo también para no poner en duda el supuesto «Piñeirismo» de Feijoo, que dice defender hasta la muerte a la lengua gallega. Dice, además, el peligrosísimo decreto 124/2007, que «El estatuto de autonomía de Galicia, en su artículo 5, define al gallego como lengua propia de Galicia», pero desde que Fernando Savater resucitó de entre los muertos y necesitó algo más de protagonismo mediático para vender sus manuales de filosofía, el galleguista fetén debe sentirse culpable, provinciano y cerrado de miras por añadir a la sentencia de que el castellano es la lengua común de todos los españoles… que el gallego, evidentemente, también es la lengua común de todos los gallegos. También, claro está, del resto de españoles que quieran hacer uso de ella.

¡Ay, caro amigo destino, qué desazón provoca el ver que los clubs financieros y los filósofos mediáticos tienen políticas lingüísticas tan semejantes!

El club financiero de Vigo, querido lector, es una institución muy preocupada por la libertad de elección del idioma, y para ello, exige el mismo trato para una lengua de 418.795.730 millones de hablantes maternos en todo el mundo que para una lengua de 1.470.836 millones de hablantes maternos. Todo, por supuesto, para salvaguardar la libertad de elección. Porque el club financiero es un club muy liberal y cosmopolita. Tan, tan cosmopolita es, querido lector, que es probable que en el futuro adorne las grandes columnas de su portentosa entrada con una foto de Inmanuel Kant vestido de licenciado en comercio internacional.

Además del muy liberal e independiente club financiero de Vigo, existe también la muy liberal e independiente institución llamada Galicia bilingüe. Tan independientes son, fíjense ustedes, que la primera subvenciona a la segunda llevada por un paternal instinto caritativo, sin intenciones malsanas de ningún tipo ni mala fe. Desde que a los clubs financieros se les da por subvencionar políticas lingüísticas y medios de comunicación que las pregonen urbi et orbe, y sin ayuda de las instituciones políticas, uno ya no sabe si escapar del darwinismo lingüístico que acompaña a la ciega lógica del mercado… o si escapar a la ceguera ideológica de los partidos que convierten a las lenguas en piedras arrojadizas para construir aún más razones, más fronteras imaginarias para el odio recíproco.

En fin, la realidad es retorcida y compleja. Además del muy liberal e independiente club financiero de Vigo, tenemos al Foro Nueva economía. El Foro Nueva economía es la organización de debate de referencia en España. Por supuesto, es de carácter, privado, independiente y no partidista. Los foros que promueve, faltaría más, también son abiertos, neutrales, y plurales. Así que sí, querido lector, ya tenemos a la privacidad, la independencia no partidista, a la apertura, a la neutralidad y a la pluralidad convertidas en principios inalienables de nuestra sacrosanta Institución. Una institución en la que se dan cita jefes de estado y de gobierno, representantes de las instituciones Europeas, agentes económicos y sociales, líderes de opinión y representantes de medios de comunicación.

El partido del dinero abre sus brazos solemnemente a todos aquellos que compartan, con privacidad, con independencia no partidista, con apertura, con pluralidad y con neutralidad, la misma creencia. Cualquier privada subjetividad, cualquier independencia de criterio que tome partido, cualquier apertura y cualquiera pluralidad que no comparta la férrea creencia ultra-liberal de nuestra segunda institución-trinchera, no será bienvenida en el Foro nueva economía. En eso consiste su apertura. Entre sus miembros honorarios podemos encontrar a muy independientes y libres celebridades como Esperanza Aguirre, presidenta de la comunidad de Madrid. Don Juaquín Almunia, comisario Europeo de asuntos económicos y monetarios. Don Francisco Álvarez Cascos. Don José Bono. Don Josep Borrell. Doña Ana botella, ex primera dama del ex presidente José María Aznar. Don Francisco camps, presidente de la generallitat Valenciana. Doña Pilar del castillo. Don Manuel Chaves. Doña Loyola de Palacio. Don Manuel Fraga. Don Juanjo Ibarretxe. Doña Trinidad Jimenez. Don Patxi López. Don Josu Jon Imaz. Don Artur Mas. Don José Montilla. Don Miguel Ángel Moratinos. Doña Ana Palacio. Don Emilio Pérez Touriño. Don Josep Piqué. Don Rodrigo Rato. Don Rafael Simancas. Don Eduardo Zaplana. Don Alfredo Pérez Rubalcaba.. y etc. En cuanto a sus miembros fundadores, no hace falta decir que todos son presidentes o altos cargos de grandes grupos industriales o grandes cajas. El partido del dinero siempre ha limado todas las nimias asperezas ideológicas, y por eso, no debe extrañar en absoluto el que en esta lista se encuentren desde lo más acérrimos defensores del ultra-liberalismo económico a los más acérrimos ex comunistas reconvertidos al libre mercado. Éstos, sin duda, suelen ser los peores, pues no hay nada más peligroso e irreflexivo que el furor ideológico del neoconverso.

El foro, por cierto, es patrocinado por The Wall Street Journal -el más importante periódico global de altas finanzas- y Ferroatlántica, incorporada al grupo Villar Mir en 1992. En estos pocos años, Ferroatlántica ha pasado de ser una empresa de ámbito nacional, que contaba con tres fábricas en España y una plantilla de seiscientas personas, a constituirse en un Grupo multinacional con una clara vocación de liderazgo a nivel mundial. En Galicia, el grupo Ferroatlántica cuenta con tres fábricas: Sabón, Dumbría y Cee, en España, cuenta con Boo y Monzón. En Francia, cuenta con cinco fábricas: Anglefort, Chateau Fevillet, Montricher, Les clavaux, Laudun y Pierre fitte. En África del Sur, cuenta con Polokwanne, y en Venezuela, con Puerto Ordaz.

Como verás, querido lector, el tuzarismo neo-conservador que opera en Galicia es un tuzarismo muy viajado, muy organizado, tanto que se ha acomodado de perlas a la globalización económica. Hay túzaros cosmopolitas de muchos tipos en estas instituciones, desde marxistas arrepentidos en su juventud que quisieron pasarse a la socialdemocracia para ser los niños buenos de aquella desmemoriada, apresurada y geo-estratégicamente tutelada transición, hasta neo-liberales de nuevo cuño que no han tenido la muy cívica y ética decencia de condenar públicamente el Franquismo.

Ellos, todos ellos, no sufrieron ni sufrirán en sus carnes las consecuencias de una crisis económica que, en los foros internacionales, y mucho tiempo antes de que se hiciesen visibles los efectos, se sabía que iba a ser inminente. Ellos, todos ellos, son responsables y cómplices -con su silencio o colaboración- de esta crisis, cuyas llagas sociales no han llegado todavía a mostrar su lado más dramático y desolador. Ellos, todos ellos, han decidido re-fundar de nuevo el mismo sistema económico cuya inviabilidad social, económica y ecológica es cada vez más indiscutible. Ellos, todos ellos, en tiempos duros y difíciles, como los que van a venir, han decidido abandonar al pueblo. Han decidido militar en el siempre reconfortante, cálido y risueño.. partido del dinero.

Vienen tiempos duros, y la verdad, no se otean en el horizonte políticos con pasión razonada, con imaginación, con coraje cívico. Vienen tiempos duros, pero ellos, todos ellos, ya han decidido observar la profunda protesta social que se avecina a nivel global… detrás de las murallas de las infranqueables y muy selectas instituciones-trinchera de nuestra «democracia».

Nota:

[1] En gallego, «túzaro» hace referencia a una persona bruta y poco razonable. El «tuzarismo», así pues, es un término que haría referencia a todas aquellas personas que forman parte de ese grupo de personas brutas y poco razonables. También se puede traducir, según el diccionario gallego de la Xunta, como «montaraz», «cazurro» o «insociable».