¿Es una revuelta?… No, Sire, es una revolución… Luis XVI y el duque de la Rochefoucauld (Reino de Francia, 1789) Expongo a continuación, en calidad de portavoz del colectivo de militares demócratas, un modesto y breve análisis de la grave crisis de Estado que estamos padeciendo, así como de su posible evolución. El artículo 155 […]
¿Es una revuelta?… No, Sire, es una revolución…
Luis XVI y el duque de la Rochefoucauld (Reino de Francia, 1789)
Expongo a continuación, en calidad de portavoz del colectivo de militares demócratas, un modesto y breve análisis de la grave crisis de Estado que estamos padeciendo, así como de su posible evolución.
El artículo 155 de la Constitución y la Ley de Amnistía
El bloque monárquico, liderado por Felipe VI, se ha quitado la careta, mostrando sus credenciales franquistas. Este régimen, escasamente democrático, nació de una metamorfosis de la dictadura y de las conquistas sociales arrancadas al dictador.
Debemos estas conquistas, hoy gravemente amenazadas, a la heroica lucha de las organizaciones obreras y ciudadanas, así como a los movimientos soberanistas de los pueblos de nuestra patria; nunca lo olvidaremos.
La aplicación del peligroso artículo 155 -que, como otros artículos de la Constitución, son deliberadamente confusos y contradictorios entre sí- ha dejado las manos libres a un Gobierno a las órdenes del rey y de sus halcones militares. Es una grave involución, de consecuencias imprevisibles.
La falsa «Ley de Amnistía» -en realidad una ley de punto final, aprobada en 1977 por el Congreso de los Diputados, con anterioridad a la aprobación de la Constitución de 1978- es otro de los pilares fundacionales del Régimen.
En los años 70 del siglo pasado -al dictado de unos generales franquistas- se insertaron desequilibrios fundamentales en los cimientos de esta democracia, cuyos efectos demoledores se están empezando a sentir.
La amenaza militar
Durante más de cuarenta años, tras la muerte del dictador militar Francisco Franco, ha permanecido incólume el poder del rey, amenazante espada de Damocles sobre el pueblo español. Es un rey Jefe del Estado y de las Fuerzas Armadas; un rey ilegítimo, heredero de la dictadura, que además no se presenta a las elecciones.
Una prueba del carácter franquista del régimen es la gigantesca cruz que sirve de mausoleo al dictador, visible a muchos kilómetros en la Sierra de Guadarrama. Mientras, miles y miles de víctimas del franquismo siguen en fosas comunes o dispersas por las cunetas del territorio nacional.
Una escritora imprescindible, por su lucidez y compromiso valiente con la Memoria Democrática, es Enriqueta de la Cruz, autora de excelentes relatos novelados. En particular El Testamento de la Liga Santa, publicado en 2006, esencial para comprender algunos de los factores más importantes que están incidiendo en la actual crisis de Estado.
Lo llaman democracia y no lo es
El aparato del Estado es un instrumento hegemonizado por las élites dominantes. Sin embargo, está atravesado por las contradicciones de la sociedad civil. Es, por tanto, la cristalización de una correlación de fuerzas en una coyuntura histórica concreta. Las importantes transformaciones de la sociedad civil en estos últimos 39 años, junto a la irrupción de la gran crisis financiera internacional, han agudizado las contradicciones del Estado y cambiado significativamente dicha correlación entre clases.
La situación actual no se corresponde, pues, con la estructura jurídico-política del régimen del 78. De ahí el nacimiento del 15M y su clamor No nos representan, lo llaman democracia y no lo es… también la emergencia de PODEMOS, Unidos Podemos y ANOVA en Galicia, junto a las llamadas mareas, etc. Y, por último, la agudización del conflicto histórico del Estado español con la Generalitat de Catalunya.
Un nuevo escenario político
La grave decisión política que implica la toma de control de las instituciones de la Generalitat por parte de un gobierno del PP -con una representación en Cataluña inferior al 9 %- y el encarcelamiento, en el día de hoy, de altos cargos electos de la Generalitat, dictado por la juez Carmen Lamela de la Audiencia Nacional, ha creado de facto un nuevo escenario político.
En dicho escenario se enfrentan dos legitimidades incompatibles: por un lado, el movimiento soberanista, de base democrática, pacífica y progresista, que engloba también a las independentistas, y que conjuntamente representan a una mayoría social, por ahora imbatible; por el otro lado, la legitimidad del régimen, representado por el bloque monárquico y sus aliados, de base franquista y violenta: ¡A por ellos!
Sin embargo, la convocatoria de elecciones autonómicas por parte del Sr. Rajoy, apoyada por el PSOE -a contracorriente de los intereses del rey y de sus halcones- abren una oportunidad histórica el próximo 21 de diciembre para la resolución del contencioso. Si éstas llegan a desarrollarse de forma democrática, su resultado será legítimo y habría de ser respetado por ambas partes en conflicto.
La pretendida reforma del Régimen de la Transición es inviable, pues habría de contar con la aprobación del PP, un partido investigado por estar implicado en el caso Gürtel.
Esta pútrida situación ha sido denunciada valerosamente por el ex Teniente del Ejército de Tierra D. Luis Gonzalo Segura. En su obra más reciente – El libro negro del Ejército español – aporta datos concretos con nombre y apellidos
Conclusión
El rey Felipe VI está gobernando ilegítimamente España, como quedó patente en su discurso dirigido al pueblo español, e indirectamente al Presidente electo Sr. Rajoy, en la noche del 3 de octubre de 2017.
Los derechos, tan duramente conquistados, están hoy amenazados por una Constitución ilegítima. Una Constitución que da poderes ilimitados a un Gobierno en minoría, con el apoyo tristemente incomprensible de la actual dirección del PSOE.
Sin embargo, la convocatoria de elecciones el próximo 21 de diciembre contradice, por primera vez, la obediencia ciega del Gobierno a los dictados del rey y de sus halcones, abriendo un resquicio a la esperanza (cuídese de ellos, Sr. Rajoy).
Sin República no hay salida a esta crisis. Una república federal que acoja a todos y acabe de una vez por todas con el histórico conflicto soberanista, de forma democrática y pacífica. Es necesaria una democracia real ya, porque mañana será tarde.
Manuel Ruiz Robles, capitán de navío de la Armada, portavoz del colectivo de militares demócratas Anemoi, miembro de ACMYR.
@colectivoanemoi
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