Mientras Francia lucha contra los contratos basura, en España CCOO y UGT acordaron el miércoles una nueva reforma laboral donde sólo se contemplan nuevas cesiones de los trabajadores, todo ello negociado en secreto con gobierno y empresarios. Las incógnitas sobre la reforma laboral comienzan a despejarse. Gobierno, patronal y sindicatos mantienen reuniones esta semana para […]
Mientras Francia lucha contra los contratos basura, en España CCOO y UGT acordaron el miércoles una nueva reforma laboral donde sólo se contemplan nuevas cesiones de los trabajadores, todo ello negociado en secreto con gobierno y empresarios.
Las incógnitas sobre la reforma laboral comienzan a despejarse. Gobierno, patronal y sindicatos mantienen reuniones esta semana para cerrar un acuerdo conjunto sobre mercado laboral y Seguridad Social que pretenden presentar este mes. Las partes ya están de acuerdo en que a todos los contratos temporales que se conviertan en fijos se les aplique el despido más barato (33 días por año trabajado), ahora reservado para mujeres, jóvenes y mayores de 45 años. También se rebajarán las cotizaciones empresariales y se limitará el encadenamiento abusivo de contratos temporales.
En la actualidad, uno de cada tres asalariados en España está vinculado a su empresa mediante un contrato temporal. Con la aclaración de que también son temporales el 90% de los contratos firmados en el último año. Éstos son los principales aspectos de la reforma.
– Conversión de temporales. Todo contrato temporal que se convierta en indefinido podrá acogerse a un despido más barato, el de 33 días por año trabajado con un máximo de dos años que ahora se aplica a colectivos con dificultades de inserción laboral (jóvenes, mujeres y mayores de 45 años). En la práctica esto significa el acta de defunción del contrato indefinido habitual, las empresas usarán primero un contrato temporal como si fuera un periodo de pruebas para después poder pasar al trabajador a un contrato con despido barato.
– Rebaja de cotizaciones. Los empresarios pagarán menos por sus trabajadores mediante dos vías. La primera es la rebaja de cotizaciones por desempleo (actualmente las empresas pagan el 6% de la base de cotización del trabajador). Se reducirían 0,25 puntos este año, la misma cantidad en 2007 y 0,5 en 2008. También bajará a la mitad (del 0,4% de la base al 0,2%) lo que aportan al Fondo de Garantía Salarial, órgano que abona los salarios de trabajadores cuyas empresas quiebran.
– Bonificaciones. Las empresas percibirán durante más tiempo incentivos a la contratación de colectivos con dificultades. De los dos años actuales se pasará a cuatro y se creará una bonificación específica para jóvenes.
– Encadenamientos abusivos. Se pondrá freno al encadenamiento abusivo de contratos para un mismo puesto. La fórmula con más posibilidades de prosperar es la de Trabajo, que propone convertir en fijo a todo temporal que haya trabajado dos años en el mismo puesto durante un periodo de tres. El ministerio que encabeza Jesús Caldera quiere que en ese plazo se incluya todo el trabajo realizado para la misma empresa, aunque se haya suscrito a través de empresas de trabajo temporal.
Concesiones de los sindicatos
Para propiciar el pacto, los sindicatos renuncian a su pretensión de regular las contratas y las subcontratas. Y la patronal deja atrás su idea de eliminar las causas del despido en determinados supuestos. Además, se crean grupos de trabajo que estudiarán las empresas de trabajo temporal y la inspección.
Esta nueva reforma acabará con derechos que se consideraban inherentes al Estatuto de los Trabajadores, como por ejemplo la prevista modificación de la Negociación Colectiva, última defensa de fortaleza sindical frente al neoliberalismo salvaje. Todo ello llevado a cabo en negociaciones de las nada se informa a los trabajadores y a la opinión pública en general.