«Antes tenía miedo de este desfile porque deseaba tanto ser parte. Así que estaré marchando por esa parte de mí que alguna vez tuvo miedo de marchar. Y por otras personas que no pueden marchar, personas que tienen vidas como la que yo viví. Hoy, marcho para recordar que no soy solamente un «yo», también […]
El 17 de enero del 2019 tuvo lugar un encuentro en la Facultad de Turismo de La Habana con sus estudiantes y el vicedirector del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) Manuel Vázquez Seijido, sobre el proyecto de la nueva Carta Magna, aprobado en diciembre por la Asamblea del Poder Popular, que el pueblo cubano votará en referéndum el próximo 24 de febrero.
«Estamos viviendo, quizás, el proceso más importante y más complicado de los últimos 40 años para Cuba, desde 1976; decidimos moldear nuevamente nuestra sociedad, porque ahora estamos viviendo un contexto social, político y económico diferente, el pueblo cubano decidió cementar nuevamente la base sobre la que se estructura nuestra sociedad políticamente organizada. Todo eso representa dibujar la relación entre individuos y Estado, ese vínculo que existe entre los dos que no es más que ‘Ciudadanía’, los derechos y los deberes que tenemos todas y todos, la responsabilidad del Estado en garantizar esos derechos, y el 24 de febrero sabremos si son esos mismos temas lo que el pueblo quiere. Mi tarea es hablarle sobre a lo que me he dedicado en los últimos ocho años, precisamente sobre nuestras sexualidades y nuestros derechos vinculados a nuestras sexualidades y el impacto de ellos en este proceso constitucional».
Así empezó el encuentro entre Manuel Vázquez Seijido y los estudiantes, provocados en manera trasgresora por el vicedirector del CENESEX, al preguntarles quién de ellos y ellas piensan votar sí por la Constitución y porqué. Los estudiantes afirmaron su intención de votar, pero ninguno quiso hablar de cómo votará.
Entonces, Manuel Vázquez Seijido hizo un recuento sobre el proceso constitucional, recordó que se presentó un anteproyecto, redactado por una comisión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que se sometió a consulta popular y que luego, su resultado regresó a la Comisión que propuso el anteproyecto, se volvió a consultar en la Asamblea Nacional del Poder Popular, que finalmente aprobó un proyecto de Constitución que se someterá a referéndum popular el próximo 24 de febrero del 2019.
«Todo ese proceso tuvo muchas polémicas, que se desarrollaron en dos espacios fundamentales, según mi punto de vista: primero, durante el proceso de consulta popular, que fue muy amplio y las personas pudieron participar en la discusión en más que un espacio, y segundo, en las redes sociales. Aquí, aprovecho para subrayar que es muy importante, principalmente para los jóvenes, la necesidad de existir en la redes sociales.Dicen que el tema más polémico fue lo del matrimonio y de cómo sería reglamentado. Sin embargo, las cifras hablan de nueve millones de cubanos y cubanas que participaron en los debates del proceso de consulta popular, entre ellos y ellas solo 158 mil 376 propusieron cambiar el artículo 68, que trataba en el anteproyecto el tema del matrimonio. Ese número representa el 1,76% de los participantes a los debates y además hay muchas personas que no hablaron y no expresaron su opinión sobre el artículo del matrimonio. Entonces, ¿Cómo podemos saber cuál es la opinión de los callados? ¿Cómo método científico, le hacemos un autopsia cerebral? Al final, es muy subjetivo afirmar que el tema del matrimonio fue el más polémico entre los artículos de la Constitución».
Manuel Vázquez Seijido se preguntó porque el tema del matrimonio fue tan «importante» en los debates cuando en la Carta Magna se está planteando como se va a ejercer el poder en el país, como se va a estructurar la función ejecutiva, como se van a organizar los gobiernos en los distintos niveles, como se va estructurar el acceso al poder, los límites de edad y sus funciones…Sin embargo, parece ser que la atención fue atrapada por una cuestión tan privada (por cierto, con fuertes implicaciones políticas y publicas) que se inscribe en el derecho de cada cual de tomar decisiones sobre su cuerpo y de cómo compartir sus vidas, que es el matrimonio.
«¿Que hay detrás de eso, si hay algo?», preguntó Manuel, con intención polémica a los estudiantes.
Entre las opiniones, la de un muchacho subrayó que el problema de Cuba es que su sociedad es muy machista y patriarcal, mucho más de lo que estamos dispuestos en admitir y una muchacha pensó que en el proceso de consulta no se concientizó el pueblo sobre los temas trascendentales presentes en la Carta Magna.
Otra estudiante dijo creer que el problema sea el de las personas menos jóvenes, arraigadas a tradiciones antiguas y que al revés, los jóvenes son más liberales y tolerantes. Aquí, Manuel Vázquez Seijido alertó que, al revés, quien ataca más al CENESEX, a Mariela Castro, su directora o a él, son jóvenes o personas de mediana edad.
«Lo que quiero comunicarle es que el asunto es muy variopinto, entre los líderes religiosos fundamentalistas hay quienes hasta patrocinaron un video de música rap donde el cantante amenaza brutalmente, afirmando que el problema de las personas LGTB hay que acabarlo de raíz, señalando con la mano cómo se fuera a degollar a alguien. Pero no podemos generalizar, porque tampoco toda la sociedad cubana es machista o homofóbica, tampoco todos los líderes religiosos votaran por el NO y tampoco todas las personas mayores están en contra del matrimonio igualitario».
Para reforzar su idea, Manuel Vázquez Seijido recordó que la comisión que escribió el artículo 68 en el anteproyecto estuvo conformada por personas mayores, en específico la dirigencia histórica de la Revolución Cubana.
«Quiero recalcar que lo que hay que tener en primer plano en su mente es que estamos hablando de un tema de derechos humanos. Si quieren, podemos entonces tratar en profundidad los prejuicios que fundamentan las personas que llaman a votar NO por el proyecto de la Constitución. Cuando se habla de derechos humanos tenemos que saber que por ser persona, ya tenemos derechos de reclamar cómo podemos escoger nuestras parejas. No es un fenómeno de mayoría, garantizar un derecho humano no es proporcionar un derecho a la mayoría, el derecho humano se garantiza porque es responsabilidad del Estado, con independencia si solo son tres personas las que reclaman ese derecho humano, y lo otro es que hay que cuestionarnos el concepto de ‘sociedad preparada'».
Manuel Vázquez Seijido entonces provocó a los estudiantes preguntando si en el 1886 la clase económicamente dominante en Cuba estuvo preparada para que le arrancaran sus privilegios cuando abolieron la esclavitud.
«Le muestro otro ejemplo de nuestro contexto: ¿todas y todos estuvimos preparados para el periodo especial? Entonces, lo que quiero decirle es que la Constitución tiene vocación de generar valores, de generar conducta y de allanar caminos. Lo que quiero trasmitir que el tema de una sociedad preparada lo están agarrando los adversarios de los avances sociales, cada cosa en que avanzamos dicen que el pueblo cubano no estaba preparado para eso. Yo contesto que ¡Cuba no estaba preparada y en el 1959 ganóuna Revolución!¡Y lo más importante es que tuvimos que hacer camino al andar!».
El vicedirector del CENESEX para analizar en profundidad la situación, empezó a enumerar las características de los individuos que quieren votar NO en contra de la Constitución, que fundamentalmente se dividen en dos grupos: quienes lo hacen por motivos religiosos, con posiciones fundamentalistas, de denominaciones cristianas, básicamente evangélicas y pentecostales, y hay que reconocer que los católicos fueron los menos agresivos (¡y eso es un grupo irremovible, no lo puede convencer ni Dios!); otro grupo, que pienso no sea mayoritario, se generó después del cambio del anteproyecto por parte de la Asamblea, que modificó el artículo 68 en el actual 82, que ellos ven como un retroceso.
«Este nuevo grupo, formado principalmente de personas LGTB, se creó después del desafortunado Twitter de la Asamblea Nacional, que fue fatídico, y que fue replicado por un montón de agencias noticiosas, con titulares como Cuba abandona el matrimonio igualitario y ¡no es verdad!».
Algunos estudiantes opinaron que, según ellos, el retroceso se encuentra en la disposición transitoria decimoprimera, que establece un referéndum popular, sucesivo a la aprobación del nuevo Código de Familia de parte de la Asamblea, que supuestamente aprobará el matrimonio igualitario en un periodo no superior a los dos años, después del beneplácito de parte de la población del proyecto de la nueva Constitución.
«Quiero aclarar que el articulo 68 era la copia del actual 36, que borraba la referencia binaria que el matrimonio fuera solo entre hombre y mujer y declaraba que podía ser entre dos personas. El 82 declara que el matrimonio es una institución jurídica y social, que se basa en el respecto y en la capacidad de los cónyuges (término genérico unisex). Además legaliza las uniones consensuales, hecho que no existía en el 68, manteniendo términos genéricos, sin nunca especificar ‘entre hombres y mujeres’. Es fundamental también que se borre que el fin del matrimonio sea reproductivo porque legitima la unión de personas del mismo género, que no pueden reproducirse por una simple cuestión biológica».
Francisco Rodríguez Cruz, conocido como «Paquito el de Cuba»por su blog personal y activista del CENESEX, quiere subrayar que en el artículo 81 también se amplía el concepto de familia, porque afirma que «toda persona tienen el derecho de formar una familia», entonces consagra el derecho a las personas LGTB de poder formar una familia.
Manuel Vázquez Seijido fue categórico en cuanto al artículo 68, afirmando que si se quedaba igual al anteproyecto, también se tenía que esperar a un nuevo Código de Familia para poder aplicarlo en la ley, como siempre alertó Mariela Castro, mientras se estaba desarrollando la consulta popular.
«Ya no podemos borrar el referéndum, la única forma seria votar NO el 24 de febrero, aceptando el retroceso a la Constitución del 1976 y perdiendo así los derechos que nos garantiza la nueva Carta Magna. Hay que prestar atención sobre el hecho que muchas personas que apuestan por el NO, no viven en Cuba, no vienen a votar o no pueden votar, entonces no resultan ser importante por el resultado concreto del referéndum. Creo que la pregunta clave será: ¿vamos a sacrificarlo todo por una pequeña parte que nos incomoda?».
El vicedirector del CENESEX definió el grupo de personas LGTB, contrario al actual proyecto de Constitución como egoístas, porque no consideran el valor y la importancia de otro artículo fundamental, el 42.
«El artículo 42 es más amplio, y si me preguntan a mí, es más importante que el 68, ahora 82. Hay que aclarar que con el 82 resolvemos los problemas de los hombres gais y de las mujeres lesbianas, pero los y las trans siguen sin ser personas. Por cuanto la violencia homofóbica, transfóbica y contra la mujer no sea muy impresionante sigue siendo una realidad en Cuba. El artículo 42 es fundamental porque prohíbe la discriminación ‘por razón de sexo, genero, orientación sexual, identidad de género, edad, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o territorial, o cualquier otra condición o circunstancia personal que implique distinción lesiva a la dignidad humana'».
Para concluir, Manuel Vázquez Seijido hizo un llamado para que los estudiantes cuando vayan a votar el próximo 24 de febrero analicen bien los compromisos que tienen con otras personas, como los hijos y las hijas, con otros familiares, votar sí implica también proteger los derechos humanos de otras vidas, no solo implica vivir bien hoy, sino implica una mejor calidad de vida para las generaciones futuras.
«Votar sí implica también dejar abierta la puerta para cambios futuros que pueden permitir a nuestra sociedad ser más inclusiva, más plural, donde podemos caber todas y todos».
Ida Garberi columnista de Cubainformación
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