Sindicalismo alternativo, plataformas por una vivienda digna, movimientos sociales y colectivos libertarios siguen siendo las víctimas propiciatorias de la represión institucional Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) no podemos dejar de celebrar la noticia, que se ha conocido hoy, de la absolución de los 8 trabajadores de Airbus, a los que se pedía varios […]
Sindicalismo alternativo, plataformas por una vivienda digna, movimientos sociales y colectivos libertarios siguen siendo las víctimas propiciatorias de la represión institucional
Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) no podemos dejar de celebrar la noticia, que se ha conocido hoy, de la absolución de los 8 trabajadores de Airbus, a los que se pedía varios años de prisión por su participación en un piquete en la Huelga General de 2010. Pero la alegría por que se haya hecho justicia en el caso de estos trabajadores injustamente procesados, no puede hacernos olvidar que más de 200 personas han sido condenadas (con desorbitadas sanciones económicas o incluso varios años de cárcel) por actos muy similares a los que motivaron el procesamiento de 8 de Airbus. Decenas de sindicalistas y activistas sociales siguen todavía pendientes de juicio, con abultadas peticiones de condena por parte de fiscales y acusaciones particulares.
Por otro lado, no hay que dejar de recordar aquí y ahora casos como los de Alfon (ocho meses ya en prisión), el de los dos titiriteros de Granada (puestos en libertad, tras varios días encarcelados) a los que se les mantienen todos los cargos o los de los diversos jóvenes que han sido detenidos y mandados a prisión como resultado de rocambolescas operaciones policiales para desmontar inexistentes grupos armados de orientación anarquista o internacionalista (Pandora, Mateo Morral, Kurdistán, etc.).
En ningún caso creemos que la absolución de estos ocho sindicalistas deba interpretarse como la evidencia de que existen los derechos plenos de libertad sindical o el mismo derecho de huelga. Sabemos que todos los días se están produciendo despidos de sindicalistas y personas que se atreven a denunciar su explotación, y que se siguen poniendo el máximo de trabas al pleno ejercicio del derecho de huelga (servicios mínimos abusivos, represalias a los huelguistas, entorpecimiento a la labor de los piquetes informativos, etc.)
La CGT, en este día en que celebramos la absolución de estos ocho trabajadores injustamente acusados y procesados, y en el que se cumplen los ocho meses del encarcelamiento de un joven activista social como Alfon, quiere dejar muy patente su compromiso solidario con todas las personas y colectivos que se ven perseguidos y reprimidos por su participación en luchas sociales y laborales. Al mismo tiempo que insiste en su apuesta por la movilización y la solidaridad como las únicas vías para frenar la ofensiva represora de Estado y Capital.
En esa línea la Confederación General del Trabajo va a seguir ejerciendo el derecho a la libertad sindical, la libertad de expresión y todos los derechos que garantizan (o deberían garantizar) las legislaciones más avanzadas. Al mismo tiempo que ratificamos nuestro compromiso solidario con todas las personas represaliadas por defender su derecho a una vivienda digna, a un puesto de trabajo y a unos servicios sociales universales y de calidad.