Estos sí son superpoderes: 1- Carlos Fabra pertenece a una familia con larga tradición política. Es presidente de la Diputación de Castellón, como lo fue su padre, su abuelo, su bisabuelo y su tío-tatarabuelo. Ni siquiera los Borbones pueden presumir de haber mantenido el puesto sin interrupción durante cinco generaciones consecutivas. 2- Fabra está imputado […]
Estos sí son superpoderes:
1- Carlos Fabra pertenece a una familia con larga tradición política. Es presidente de la Diputación de Castellón, como lo fue su padre, su abuelo, su bisabuelo y su tío-tatarabuelo. Ni siquiera los Borbones pueden presumir de haber mantenido el puesto sin interrupción durante cinco generaciones consecutivas.
2- Fabra está imputado por un presunto tráfico de influencias y delito fiscal. A pesar de ello, el PP lo volvió a presentar a las últimas elecciones municipales. Salió relegido.
3- La Justicia le persigue, pero él es más rápido. Su caso, que lleva abierto en el juzgado de Nules desde hace cuatro años, ya ha conocido cuatro fiscales y ocho jueces distintos. Los siete jueces anteriores pidieron el traslado.
4- Carlos Fabra gastó en 2004 el doble en pagar préstamos de lo que se supone ingresó. Según su declaración de la renta, entre su mujer y él ganaron ese año 185.229. Les cunde tanto el dinero que, con todo, pudieron amortizar dos créditos por valor de 355.000 euros y les llegó para poder comer.
5- Carlos Fabra tiene 94 cuentas bancarias conocidas. En 1999, ingresó en ellas 600.000 euros de procedencia desconocida. No ha sabido explicar de dónde salió tanta calderilla.
6- Fabra es un trabajador incansable. Entre los años 2000 y 2004, compaginó la presidencia del PP y de la Diputación de Castellón con la consultoría. Pese a poder dedicar a sus negocios privados sólo parte de su tiempo libre, las empresas le pagaron 814.000 euros por sus valiosos consejos
7- Tanto esfuerzo al final se nota. En 1999, su patrimonio declarado estaba valorado en 150.000 euros. Cinco años después, se había cuadruplicado hasta los 646.440 euros.
8- Durante estos cinco años, la declaración de la renta le salió siempre a devolver.
9- La suerte le sonríe. En el último sorteo del Niño se llevó el gordo. Siete décimos: dos millones de euros.