Llegó en 2006 a España buscando, dice, «un futuro mejor; es lo que yo pensaba, pero al final resultó mentira». Este ciudadano senegalés de 25 años (pide mantener el anonimato) arribó en patera a las costas de Tenerife, al cuarto intento. A su llegada fue ingresado en un Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE). El […]
Llegó en 2006 a España buscando, dice, «un futuro mejor; es lo que yo pensaba, pero al final resultó mentira». Este ciudadano senegalés de 25 años (pide mantener el anonimato) arribó en patera a las costas de Tenerife, al cuarto intento. A su llegada fue ingresado en un Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE). El martes participó en la V Marcha por la clausura de estas «cárceles para pobres», que recorrió las calles de Valencia y finalizó frente a las puertas del CIE de Zapadores.
Pancarta en mano («CIE y rejas igual a riqueza de Europa»), relata los 18 días que pasó en el CIE de Tenerife, antes de recalar en Valencia pasando antes por Madrid. «Ser inmigrante es muy duro pero te da mucha experiencia para la vida», confiesa. A lo mejor porque siempre ha tenido que buscársela. Sabe de lo que habla: nunca ha tenido permiso de trabajo y residencia en España. Ha realizado labores agrícolas pero ahora, con la crisis, vende baratijas donde puede, en las calles y plazas. También ha pasado por los calabozos valencianos, de donde salió con una orden de expulsión en la mano.
Cerca del joven senegalés se mueve un enjambre de carteles y pancartas, que le dan identidad a una manifestación en la que participan cerca de 500 personas. Se pueden leer consignas como «¿Sabes que en Valencia hay un pequeño Guantánamo?; «Tus decretos matan personas»; «Basta de racismo institucional»; «Migrar es un derecho, no un delito»; o «Redadas muros, vallas y CIES: así se construye el futuro de Europa». Todo ello, al ritmo de batukada de la Murga Lunática.
A la marcha convocada por la Campaña por el Cierre de los CIE se sumaron diferentes movimientos sociales, como el 15-M, las organizaciones del Foro Alternativo de la Inmigración y de la Mesa de Entidades de Solidaridad con los y las inmigrantes, así como diversos colectivos vecinales. Antes de la manifestación, la Campaña hizo acto de presencia en un acto del conseller de Sanidad, donde supuestamente daría explicaciones sobre el impacto de los recortes sanitarios para las personas migrantes. Finalmente el conseller no asistió al acto ni dio explicaciones por su ausencia, informan fuentes de la Plataforma.
Durante el acto se tuvo un especial recuerdo por Idrissa Diallo, quien murió hace un año, en circunstancias no resueltas, en el CIE de Zona Franca (Barcelona). También se tuvo en mente a Samba M., fallecido pocos días antes en el CIE de Aluche (Madrid), víctima de una grave infección no tratada. La muerte se produjo tras pedir asistencia médica una decena de veces y no recibir la atención adecuada.
«Ha habido en los CIE casos de tortura y malos tratos, que ahora están en los juzgados», recuerda una de las portavoces, Betty Roca. Añade que la línea política de la campaña es la «denuncia, no el asistencialismo». Pedimos «que se cierren los CIE y se acabe el racismo institucional del gobierno; que se deje de perseguir a los inmigrantes en la calle por el color de la piel y las personas dejen de morir ahogados en el mar», añade Roca.
Las denuncias por el trato a los inmigrantes se suceden día a día. CEAR-País Valencià exigió el martes que se respeten los derechos de cinco polizones (dos de ellos afirman ser menores) de nacionalidad siria que llegaron ayer al puerto de Valencia, en un buque procedente de Argelia. Tras recibir atención médica, informa CEAR en un comunicado, fueron devueltos al barco. La ONG ha pedido que accedan estas personas migrantes a asistencia jurídica, tengan la posibilidad de permanecer en territorio español y solicitar asilo.
La Campaña por el Cierre de los CIE también denuncia que en los últimos meses se ha identificado en el centro de Zapadores varios casos de personas migrantes con domicilio, familia o trabajo y que, pese a no haber tenido problemas con la justicia, permanecen recluidos con la amenaza de ser expulsados. De este modo, el Ministerio del Interior «está incumpliendo sus propias disposiciones, al recluir en centros de internamientos a personas sin antecedentes que han demostrado su arraigo social en España», explican fuentes de la plataforma.
Para visibilizar estas situaciones, la manifestación recorre las calles de Valencia. Llega al tradicional barrio de Ruzafa, donde la población inmigrante es muy numerosa. Clama contra los CIE un ciudadano ghanés, de 64 años, que camina despacio mientras explica que, desde su llegada al estado español en 1987, sólo ha trabajado en la construcción. Dispone de permiso de trabajo y residencia pero lleva un tiempo sin empleo. Hace ocho meses que no puede pagar el alquiler del piso, «y el casero me quiere tirar». Si puede pagar, a duras penas, algunas facturas, es por la ayuda de Valencia Acoge, CEAR y Cáritas.
Oriunda de Uruguay, Rosario participa en la manifestación porque «en los CIE se priva de libertad a gente por una mera falta administrativa; cualquier inmigrante en cualquier lugar del mundo puede sufrir esta situación». Asiente a su lado un ciudadano senegalés, de 37 años, quien, tras cuatro en España, se ha hecho «un fanático del Barça», asegura. Cuenta con un permiso de residencia para estudiar (Filología Hispánica), al tiempo que trabaja con contrato en la asociación Candombe. Afirma, en perfecto castellano, que los CIE son «cárceles encubiertas donde se vulnera el estado de derecho».
Junto a otros muchos llegan al final del recorrido. Frente a la puerta del CIE, en medio de un tosco muro custodiado por agentes de la policía, tienen lugar las alocuciones finales. Y la conclusión de las jornadas, que empezaron el 8 de diciembre con la «Noche sin redadas» y siguieron el 15 de este mes con un Concierto contra los centros de internamiento, con la participación de artistas como David Calabuig, Robi Tango, Julio Bustamante y Ull de Tro.
Entre el 14 y el 16 de diciembre se celebraron en Barcelona, asimismo, las jornadas de formación, reflexión y acción organizadas por la Plataforma «Tanquem els CIE». Mesas redondas, documentales, experiencias concretas de lucha y una asamblea estatal de colectivos que piden el cierre de estos centros han servido para aproximar contactos entre personas y organizaciones. Además de estas actividades, tuvo lugar una manifestación-acción «Rodeja el CIE».
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