La paliza que supuestamente propinaron dos miembros de la Unidad de Intervención Policial de Santa Cruz de Tenerife (UNIPOL) a un joven de Ofra es el último episodio de violencia atribuido a esta guardia pretoriana del alcalde Miguel Zerolo, que en su corta vida (desde mayo de 2004) ha acumulado más quejas y denuncias ciudadanas […]
La paliza que supuestamente propinaron dos miembros de la Unidad de Intervención Policial de Santa Cruz de Tenerife (UNIPOL) a un joven de Ofra es el último episodio de violencia atribuido a esta guardia pretoriana del alcalde Miguel Zerolo, que en su corta vida (desde mayo de 2004) ha acumulado más quejas y denuncias ciudadanas por abusos y brutalidad que el resto de los cuerpos policiales de la isla. Muchos de sus compañeros ‘guindillas’ los acusan de actuar «como si fueran Hombres de Harrelson, no como agentes municipales».
Este cuerpo policial creado por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife con un presupuesto que supera en mucho al de la Policía Nacional, ha sido una de las apuestas del imputado alcalde Miguel Zerolo. La creación de la Policía Autónoma Canaria, la «Guanchancha» como se le conoce popularmente, sigue siendo una prioridad para Coalición Canaria, a pesar de que sus compañeros de viaje parlamentario -PP y PSOE- se hayan negado a apoyar el proyecto. Sin embargo, a la UNIPOL se le permite, desde la Junta Local de Seguridad, ejercer competencias de seguridad ciudadana exclusivas de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, como han denunciado reiteradamente la Guardia Civil y la Policía Nacional, así como el sindicato de la Unión Federal de Policía (UFP).
Muchos de los miembros de la UNIPOL han sido reclutados en los gimnasios entre expertos en artes marciales, boxeadores, etcétera, pero, a juzgar con la ferocidad con que actúan, carecen de conocimientos en materia de derechos civiles.
En cuanto al material de que disponen y a pesar de que Amnistía Internacional las considera «armas para la tortura», Canarias es la única comunidad autónoma que permite que la UNIPOL y otras policías locales utilicen las pistolas Taser, armas que «resultan especialmente atractivas para los agentes de policía dado su carácter portátil, la facilidad con que se pueden ocultar, sus efectos paralizantes y dolorosos, así como por lo difícil que puede resultar detectar las señales de su aplicación, razón fundamental que explica su rápida proliferación». También utilizan otras armas -escopetas de pelotas de goma, botes de humo, etcétera- que sólo pueden usar la Guardia Civil y la Policía Nacional.
Un convenio amañado
Un convenio entre el Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife permite a este cuerpo de élite de la policía local ejercer funciones de policía autonómica, aunque no se haya aprobado ninguna ley para su creación. Este acuerdo, firmado por el consejero de Presidencia y Justicia del Gobierno autónomo, José M. Ruano, y el alcalde de la capital tinerfeña, Miguel Zerolo permite que la UNIPOL actúe ilegalmente, usurpando competencias a otros cuerpos de seguridad, en materias como extranjería e inmigración, juego ilegal, protección de personas, mantenimiento del orden en grandes concentraciones de masas, etcétera. La Academia Canaria de Seguridad aportó 100.000 euros, además de la infraestructura, material didáctico e instalaciones en Santa Cruz de Tenerife, para las acciones formativas que se desarrollen en el marco de este convenio.
Lejos de responder a las demandas de seguridad que según sus creadores pedían a gritos los ciudadanos, la UNIPOL se ha convertido en un instrumento brutal de represión de la población joven, sobre todo de los barrios obreros, aunque su actuación represiva se ha extendido por todos los sectores de la ciudad.
Falso prestigio a base de dinero público
Antes de la creación de esta unidad de intervención se fue construyendo un clima propicio para que la ciudadanía demandara más seguridad, entendida sólo desde su aspecto policial, al no aumentar las plantillas ni dotarlas del material y los medios necesarios, creando al mismo tiempo la falsa sensación de que la delincuencia campaba por sus respetos. En una segunda fase, ya creada la UNIPOL, con un presupuesto que ya quisieran los GEOS, había que conferir al invento policial un prestigio que sólo se podría conseguir con dinero, con dinero público claro, y se envió un «comando» a participar en 2005 en los campeonatos mundiales de policías de Canadá. En 2006 fueron a Florida a la competición Swat Round Up International, un espectáculo donde las policías compiten para ver quién monta un control de carretera más rápidamente o quién reduce con mayor habilidad a un sujeto qua ha robado un donut. Ninguna otra policía del Estado español acudió.
Brutalidad allí donde han ido
Una de las primeras acciones de este cuerpo fue un registro en la estación de Santa Cruz. Con armas y pasamontañas buscaban «sin papeles» en una guagua de Titsa que iba hacia el Sur. Los testigos de aquella acción, que no olvidarán los malos modos con que fueron tratados, presentaron una queja por la actuación policial.
En febrero de 2006, el alcalde de los Llanos de Aridane, La Palma, solicitó los servicios de la UNIPOL para reprimir los excesos de los jóvenes que hacían botellón en el municipio, y aunque no hubo ningún botellón sí hubo vandalismo policial, pues se realizaron controles y registros indiscriminados en centros de educación o intervenciones inesperadas en varias calles del centro y establecimientos nocturnos. Se emplearon a fondo, pues en dos días realizaron 115 actuaciones y levantaron más de 40 actas, la mayoría relacionadas con el orden público y el tráfico. También se presentaron dos denuncias contra su actuación por brutalidad policial.
En marzo de 2006 en Icod de los Vinos, Tenerife, también a requerimiento del alcalde, el socialista Cheo Dorta, la «proto-guanchancha» actuó con la crueldad que la ha hecho famosa. Utilizó pistolas Taser para reducir a un hombre sin motivo aparente y que, tras la descarga eléctrica, fue introducido en un furgón, siendo liberado sin más unos minutos después. Su actuación fue tan reprobable que hasta el propio alcalde icodense (ex alcalde hoy) emitió un comunicado donde anunciaba que no volvería a solicitar los servicios de la UNIPOL
Por último, la paliza que supuestamente propinaron dos agentes a José Manuel González y que casi le cuesta la vida al joven, ha puesto en pie al barrio santacrucero de Ofra contra las continuas arbitrariedades y la irracionalidad con que actúa esta policía. A las protestas se han sumado muchas organizaciones sociales y políticas para exigir la inmediata disolución de la UNIPOL y la dimisión del concejal de Seguridad Ciudadana del municipio, Hilario Rodríguez. Ante las cámaras de televisión este individuo amenazó con agredir a un ciudadano que lo increpaba por su actuación y la de la Policía Local en relación con el atropello que costó la vida a tres miembros de una familia en un paso de peatones de las inmediaciones del Cabildo. No se entiende, por tanto, que el sindicato CC.OO. defienda a capa y espada la actuación policial, sobre todo sin que nada haya trascendido de la investigación que los responsables municipales dicen que se ha abierto a raíz de esa supuesta agresión de la UNIPOL.
Manifestaciones contra la Unipol
A raíz de la supuesta agresión a José Manuel González, la Plataforma Vecinal de Ofra ha convocado varias manifestaciones las últimas semanas por los abusos de la UNIPOL contra los jóvenes de los barrios populares. La última fue convocada el martes 10 de julio. Como en las anteriores marchas, en las que han participado centenares de personas, se exigió la disolución de este cuerpo represivo, así como la depuración de responsabilidades por la última paliza que ha protagonizado. La manifestación comenzó a las 17 horas con una concentración frente al Ayuntamiento, para marchar luego hacia el Parlamento, coincidiendo con la toma de posesión de Paulino Rivero como presidente autonómico.
Desde La Plataforma Vecinal de Ofra se ha hecho un llamamiento a todas las asociaciones y plataformas vecinales, así como al conjunto de los barrios, para plantar cara a estos matones y a la vez hacer denuncia política de todos los problemas a los que se enfrentan los vecinos. Aprovecha la oportunidad para solidarizarse con los vecinos de San Lázaro y Camino de la Villa, La Laguna, en su lucha contra las expropiaciones para la ampliación del aeropuerto de Los Rodeos.