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Entrevista a Renán Vega Cantor de la Universidad Pedagógica Nacional (Bogotá)

«Colombia es uno de los países más activos en el lenguaje guerrerista, militarista y bélico contra Venezuela»

Fuentes: Rebelión

M.H.: El pasado 22 de noviembre hubo una importante movilización estudiantil en Bogotá por el aumento del presupuesto universitario y contra la reforma tributaria. Me gustaría que nos comentaras acerca de esa movilización de la cual fuiste partícipe. R.V.C.: Sí, participé de la marcha de principio a fin. Fue muy importante, participamos unas 20.000 personas. […]

M.H.: El pasado 22 de noviembre hubo una importante movilización estudiantil en Bogotá por el aumento del presupuesto universitario y contra la reforma tributaria. Me gustaría que nos comentaras acerca de esa movilización de la cual fuiste partícipe.

R.V.C.: Sí, participé de la marcha de principio a fin. Fue muy importante, participamos unas 20.000 personas. Una cifra importante si tenemos en cuenta que se dio en medio de un ambiente de miedo y terror mediático, que afirmaba que iban a pasar cosas terribles. Eso condiciona mucho la movilización de la gente y más en un país como Colombia donde esas amenazas terminan siendo verdad.

La movilización en principio estuvo muy acosada por fuerzas policiales, hubo muchos infiltrados de civil de las fuerzas secretas del Estado para provocar y para generar que no se realizara. Pero finalmente se hizo y en un sector de la ciudad donde generalmente no se producen marchas, hacia el norte de la ciudad, la calle 100 de Bogotá que es donde funciona uno de los centros financieros del país.

Es un hecho políticamente relevante porque quiere decir que los estudiantes y profesores nos hemos movilizado a una zona neurálgica. El trato que se le dio a la marcha fue represivo, en algunos casos brutal. Fueron golpeados estudiantes, entre ellos uno de mis estudiantes de Ciencias Sociales. Fueron detenidos arbitrariamente algunos estudiantes y otros fueron acosados horas después de que hubiera terminado la marcha.

Pero como hecho político fue muy importante porque demostró que el movimiento estudiantil sigue vivo, activo y que el paro mantiene la fuerza con la que se inició hace más de un mes.

M.H.: Un movimiento estudiantil que hace 5 semanas está movilizado, ocupando universidades. Tengo entendido, corregime sino, que habrá una nueva manifestación popular el próximo 28 de noviembre.

R.V.C.: Hemos convocado a la toma de Bogotá y de las principales ciudades del país. La característica de esta marcha es que ya no es una marcha únicamente estudiantil sino que van a participar distintos sectores sociales incluyendo a los trabajadores agrupados en las centrales sindicales y también otros sectores indígenas y campesinos.

Se inscribe en una oleada de rechazo al nuevo gobierno de Duque que es muy impopular, y que las medidas que ha tomado en estos primeros 100 días son muy adversas para los sectores más pobres de este país.

Me refiero a una propuesta que se llama Ley de financiamiento que es una reforma tributaria, la más nociva que se ha propuesto en la historia de Colombia.

Nunca antes, ni en los peores momentos del uribismo se ha propuesto una norma tan regresiva, donde prácticamente se habla de recoger 14 billones de pesos producto del establecimiento del impuesto básico a los productos de la canasta familiar y la eliminación de impuestos al patrimonio y a los grandes capitales, lo cual denota el sentido de clase de este gobierno que beneficia directamente a los grandes empresarios y a los grandes propietarios.

Lo peor del caso es que esto niega una de las grandes promesas de Duque siendo candidato, que había dicho que no iba a subir impuestos. Esto generó un movimiento de rechazo y el gobierno en este momento es muy impopular y se están presentando grandes movilizaciones en una época en la que no suelen hacerlo porque estamos a puertas de finalizar el año.

M.H.: Mencionaste 100 días de gobierno de Iván Duque. ¿Podés hacer un balance aunque sea provisorio?

R.V.C.: Es un gobierno catalogado como muy mediocre, sin ningún rasgo distintivo. Desde un principio se dijo que iba a ser una marioneta y efectivamente es lo que hemos visto en estos 100 días. Al punto que podríamos decir que su gobierno se sustenta en 3 puntos, cuando uno habla de las relaciones exteriores de este gobierno, son directamente manejadas por los EE UU, en términos de militares y de seguridad eso es manejado por el Centro Democrático, el partido de Uribe Vélez, y en términos económicos es manejado por los gremios de los grandes capitalistas y terratenientes de Colombia.

Lo han puesto a viajar al exterior, a hacer programas de farándula donde habla con cantantes, donde saca un balón y se pone a jugar al fútbol. Es como si el país no tuviera quien lo gobernase, porque los que están gobernando son los que están detrás de él.

Está apoyando todas las políticas anti populares, por ejemplo, apoyó al ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, que impuso esta reforma fiscal y además ha estado inmerso en escándalos vergonzosos y, sin embargo, ha tenido el apoyo del Presidente de la República.

Lo que está sucediendo ahora en consecuencia al carácter retrógrado y conservador de este gobierno es que se echan para atrás los acuerdos con las FARC, no cumple absolutamente lo que se prometió en cuanto a la Ley de tierras ni en ningún otro sentido. Y es un gobierno absolutamente elitista y oligárquico.

Eso es lo que podemos decir de este gobierno, con un elemento característico, ha hablado de abrir un nuevo frente de guerra internacional, en este caso contra Venezuela apoyando la política de EE UU, la OEA y el grupo de Lima. Colombia es uno de los países más activos en ese lenguaje guerrerista, militarista y bélico contra Venezuela.

M.H.: Justamente te quería preguntar porque leí que se le hizo un reportaje a Duque donde señala que Colombia cortará lazos con Venezuela a partir de 2019.

R.V.C.: Lo que pasa es que esto es parte de la ofensiva diplomática contra Venezuela que no es orquestada por el Gobierno y el Estado colombiano sino que es una política impulsada por los EE UU.

Si uno mira este aspecto se encuentra con una continuidad con el último período del gobierno de Santos, con respecto a su alejamiento de la política venezolana y la intromisión directa y cuestionable en sus asuntos internos, porque aquí lo que se está cuestionando es la soberanía de un país independiente, de una República que tiene su propio funcionamiento. Eso es lo que se está cuestionando desde Colombia. Y Duque desde el principio ha avalado esa política y ha hablado abiertamente, el actual Embajador ha hablado de utilizar todos los medios, inclusive los militares contra Venezuela.

Ese es un lenguaje compartido con los medios de comunicación dominantes, los políticos más tradicionales e incluso hasta Gustavo Petro, que es el político de la oposición, tiene una posición muy cuestionable con respecto a Venezuela.

M.H.: ¿Han continuado los asesinatos de dirigentes sociales y ex guerrilleros durante estos primeros 100 días del gobierno de Iván Duque?

R.V.C.: Sí, claro. Eso no para. Eso sigue. Lo que pasa es que no tiene el mismo relieve mediático. Pero todos los días asesinan líderes populares en distintos lugares del país, concentrados en algunas zonas.

Si uno mira las noticias por internet hay asesinatos en el Departamento de Cauca todos los días, en Nariño, en el Catatumbo. Se sigue presentando, no se detiene porque tiene que ver con el fortalecimiento de las políticas extractivistas, la ocupación de las regiones donde alguna vez las FARC tuvieron fuerza, la promoción de grupos paramilitares y todo eso requiere despejar el territorio y para eso hay que matar a las personas consideradas incómodas, dirigentes sindicales, campesinos, sociales, defensores de DD HH. Todas esas personas son vistas como incómodas en el proceso de reacomodamiento en los territorios por parte del las empresas multinacionales, básicamente en un modelo extractivista.

M.H.: ¿Querés agregar algo más que consideres relevante?

R.V.C.: Simplemente quiero decir que estamos inscriptos en una oleada neo-derechista casi neofascista que hará mucho más complicada la situación del continente y particularmente de Venezuela. Es posible que se trace un eje, y ya hay documentos que lo anuncian, entre Brasil, Colombia y EE UU para realizar agresiones de esa índole contra Venezuela, incluyendo militares.

De tal manera que Colombia puede desempeñar ese papel nefasto o, mejor dicho, el Estado colombiano y las clases dominantes colombianas pueden desarrollar ese papel nefasto que sería muy negativo para todo el continente.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.