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Colombia: Se cae el referendo reeleccionista… ¿Y qué?

Fuentes:

El referendo reeleccionista está en sus últimos estertores. Sólo un milagro lo salvaría. Uribe no logró atizar el fuego con Venezuela y el ejército no ha podido entregar la cabeza de otro importante comandante guerrillero. Eran acciones indispensables para conseguir los efectos mediáticos a favor del gobierno, recurrir al «Estado de opinión» y presionar con […]

El referendo reeleccionista está en sus últimos estertores. Sólo un milagro lo salvaría. Uribe no logró atizar el fuego con Venezuela y el ejército no ha podido entregar la cabeza de otro importante comandante guerrillero. Eran acciones indispensables para conseguir los efectos mediáticos a favor del gobierno, recurrir al «Estado de opinión» y presionar con fuerza a la Corte Constitucional.

Además, el inmenso déficit fiscal obligó al gobierno a emitir la «emergencia social» y los decretos de la salud. Esta mini-reforma tributaria lo ha desgastado ante la opinión pública, al igual que los escándalos de corrupción con que se contrató la asesoría de la reforma. Vargas Lleras y Nohemí Sanín han apretado el acelerador distanciándose mucho más del «uribismo reeleccionista». Se confirma el agotamiento del proyecto personal de Uribe.

Para salirle al paso a esa situación, el uribismo más corrupto y criminal – el círculo estrecho del presidente -, lanzó al ruedo a Juan Manuel Santos. Es su única carta, aunque Uribe desconfía de éste camaleón de la política. En la posesión como director del partido de la «U», en la campaña publicitaria que han diseñado y en todos los actos donde participa, ya funge como candidato. Su lema es: «Porque retroceder no es una opción».

Si el bloque oligárquico neoliberal se sintiera amenazado en la primera vuelta electoral (mayo/2010) por el proyecto democrático que encabeza Gustavo Petro, ellos tendrían que forzar la unión de los sectores uribistas reeleccionistas y no-reeleccionistas. Cómo esa amenaza no existe, van a disputarse la cabeza del uribismo entre Santos, Vargas Lleras, y Nohemí.

La dispersión de los demás sectores sólo le sirve al uribismo. Sergio Fajardo, Rafael Pardo y el candidato que salga elegido en la consulta de los «trillizos» (Mockus, Peñalosa y Lucho Garzón) le quitan votos a la izquierda y al liberalismo democrático. Actúan como comodines. Son herramientas útiles al establecimiento neoliberal. No sé si lo hacen consciente o inconscientemente, pero ese es su papel.

Además, el uribismo tiene los recursos del Estado, de la mafia y de los empresarios monopólicos para tratar de mantener sus mayorías en el Congreso. Están haciendo un tremendo derroche de dinero para elegir a los gamonales de siempre, acompañados de uno que otro político de ocasión que sirve a sus intereses (hermano de DMG, alguna modelo, un periodista, etc.).

Esa es la cruda realidad que debe hacernos afinar nuestra estrategia en ésta última recta de las elecciones parlamentarias. Se está corriendo el riesgo que un uribista recalcitrante ocupe el primer lugar en la primera vuelta presidencial, y un uribista ‘vergonzante’ como Fajardo o una uribista ‘desmarcada’ como Nohemí, ocupe el segundo lugar. Sería una catástrofe para nosotros y para el país.

Por ello, con todo respeto por mis compañeros y asesores de Petro, sugiero que en esta recta final de las elecciones parlamentarias se ajuste la estrategia político-electoral. Petro debe desmarcarse seriamente de las políticas de Uribe. Pelearse el «centro», mostrándose como un disciplinado alumno de la «seguridad democrática», es un absoluto y craso error. Si jugamos a ser el «señorito que le cae bien a todos y todas», nos gana Fajardo. Éste tiene el glamour y los medios de comunicación a su servicio.

Además, Petro debe mostrarse absolutamente decidido, unido y a la cabeza de la campaña electoral del Polo y de algunas convergencias regionales que se han armado; entre ellas, la del Cauca. Es bueno recordar que no hemos realizado un solo evento de carácter nacional realmente conjunto. Que bueno fuera ver en las principales ciudades concentraciones con todos nuestros candidatos en donde Petro envíe un mensaje contundente de unidad y de decisión de lucha. Frente a la «emergencia social» nos ha faltado ser más contundentes, más decididos, mostrar mayor capacidad de riesgo.

Para poder competir de verdad con el proyecto hegemónico de la oligarquía y del imperio, el PDA, Petro y las fuerzas democráticas debemos entusiasmar a las mayorías escépticas, abstencionistas, que, a la vez son, conformistas a la fuerza e inconformes frustradas. Debemos sacudirnos y calentar el ambiente.

No mantener siquiera las curules que tenemos en el Congreso sería un golpe muy fuerte para nuestro partido.

Nota: Entre las únicas campañas nacionales se destaca por su creatividad la de «Robledo soy yo», al Senado, pero es la excepción. A su lado, nuevos aspirantes intentan romper la monotonía política y el cerco informativo de los medios monopolizados por el gran capital. Pero predomina el conservadurismo en los métodos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.