El sector estatal cubano parece decidido a iniciar uno de los servicios online más extendidos en todo el mundo: el comercio electrónico.
Por lo dilatados y complejos que resultan los procesos de informatización en el país caribeño, cualquier neófito pudiera pensar que se tratase de operaciones de extrema dificultad. «Pruebas pilotos», «etapas experimentales», «fases de implementación» y otros tantos eufemismos constituyen la retórica que se acopla a cada una de las «novedades» que, con mucha pausa y poca prisa, arriban a la isla caribeña en el ámbito de las tecnologías de la informática y las comunicaciones.
La noticia de que a partir del próximo verano se implementará un nuevo recurso de ventas a la población mediante el comercio electrónico en moneda nacional (CUP), constituyó un ejemplo más de este fenómeno.
Según el portal estatal Cubadebate, el país desarrolló, en julio de 2016, una prueba piloto para implementar la pasarela de pago que facilitara el despliegue de plataformas web para el comercio en la red. Ahora, tras dos años, llega el anuncio de que a partir de una fecha aún no detallada en la etapa estival, la Cadena de Tiendas Caribe a través de su Centro Comercial 5ta y 42, ubicado en la capitalina zona de Miramar, posibilitará la compra de algunos de sus productos (específicamente de electrónica, alimentos, bebidas y licores) a través de Internet.
Los requisitos para hacer uso de dicho servicio son simples: tener acceso a la red nacional, disponer de una tarjeta magnética en CUP, así como poseer una tarjeta del servicio de banca electrónica (Telebanca). Para realizar la compra en dicha tienda virtual, el usuario debe acceder a la url http://5tay42.xetid.cu, la cual ya se encuentra online, pero sin posibilidades de ingreso.
En este sitio web, el usuario deberá registrarse (ofrecer datos personales y sobre la compra), efectuar la compra, registrarse en la pasarela de pago (datos de la tarjeta magnética y de Telebanca) y confirmar (por correo electrónico se envía la factura y el comprobante de la transacción realizada).
Como todo lo relacionado con las nuevas tecnologías en Cuba, el servicio afrontará una primera fase, donde, además de la limitada oferta, existirá otra importante limitación: el producto no se entregará al usuario en su propio domicilio, una de las mayores ventajas que tiene comprar en la red. El cliente necesitará buscarlo en la propia tienda 48 horas luego de haber realizado el pedido.
O sea, más que una compra, es una «reserva» del producto.
Y es que el hecho de emplear tiempo para trasladarse hasta un punto público de acceso Wifi (vía más disponible en la actualidad), conectarse una vez allí por un precio nada módico para adquirir un producto por el mismo valor de la tienda y luego tener que buscarlo en ella, parece una opción poco lógica. ¿Para qué comprar un artículo que por si solo se encarece, aunque de forma indirecta, con la propia conexión a Internet y que además se tiene que recoger personalmente dos días después?
Refleja la nota publicada en Cubadebate que habrá que esperar hasta una «segunda fase» para la consumación del servicio de entrega. El sector estatal, con todos los recursos que posee, no es capaz de resolver un obstáculo ya sobrepasado con experiencias positivas por el sector privado, algunos sin vinculación con el e-commerce, como los sistemas de entrega de restaurantes y otros más inmersos en comercio en línea, como el caso de Bulevar Cubano, el canal de ventas online para los emprendedores privados estrenado el 14 de febrero, que igualmente entrega a domicilio.
Es cuestionable, además, que este servicio de comercio electrónico en moneda nacional, al parecer busca sacar provecho de un gran problema que afecta al país: la escasez de insumos. A través de la tienda online, el usuario, en teoría, puede «adelantarse en la cola», ya que compra en cualquier horario y conoce los productos que hay disponibles, evitando así las acostumbradas filas y el galimatías que constituye encontrar hasta el más simple de los artículos. Es decir, si nuestras tiendas contaran siempre con todos sus suministros, nadie perdería su tiempo con esta variante de comercio electrónico.
Otro aspecto fundamental será lidiar con la confianza de las personas.
Al acceder a la web de la tienda 5ta y 42, esta genera una advertencia sobre navegación no segura, un aspecto muy sensible en la percepción de los clientes, ya que se trata de un espacio donde se almacena información privada y activos monetarios.
XETID, la empresa estatal encargada de la creación de esta pasarela de pago, asegura que los datos están protegidos con certificados de transacción segura, autorizada por el Ministerio del Interior, aunque esta no es una entidad reconocida por los navegadores, ya que los protocolos estandarizados son imposibles de obtener debido al bloqueo estadounidense.