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En clave de ficción

Comportamiento coherente de un capitalista liberal traidor a su patria

Fuentes: Rebelión

Revisado por Caty R.

Soy un ex negociador paraguayo del tratado de Itaipú (1), la que sería la presa más potente del mundo. Hoy ya lo es y estoy recordando. No fui como jefe de la comisión negociadora paraguaya porque sí, sino porque me había especializado en la materia tras obtener un doctorado en Economía en Harvard con la calificación «summa cum laude».

El país confiaba en mí y yo confiaba en mi formación, que me había costado muchos años de duros sacrificios. Lo que aprendí en Harvard difería mucho de lo que mi padre, campesino, me había enseñado. Pero mi padre era un ignorante y mis profesores, muchos de ellos con un Premio Nobel de Economía, eran mis referentes.

Había interiorizado las enseñanzas de los grandes maestros. Sabía que un comportamiento egoísta por mi parte entrañaría un óptimo social. La competencia perfecta transformaba mi egoísta comportamiento, a través de la mano mágica del mercado, en una asignación óptima de los recursos.

No me gustaba ser egoísta, mi padre me había propinado muchos palos en la cabeza por serlo, pero mi padre era un ignorante -de eso debía convencerme- mis profesores eran seres superiores galardonados varios de ellos -como dije- con el premio de los premios, el premio más valorado del planeta, aunque el de Economía haya sido encastrado después de la muerte del dinamitero Nobel.

Debía ser egoísta, mi egoísmo conduciría a un óptimo social. Lo había dicho nada menos que el gran maestro Adam Smith, que con sus teorías había transformado el mundo mercantilista en el mundo económico liberal.

Ante el primer borrador presentado por Brasil, los negociadores paraguayos pedimos un cuarto intermedio y nos reunimos en una sala privada. «¡Inadmisible!», aullamos casi al unísono. «Calma», dijo nuestro asesor de negociación, un experto egresado de la Universidad de Lovaina, «todas las negociaciones comienzan así, se intenta lo máximo para ir bajando», acotó. «Bueno, analicemos la propuesta en sus puntos inaceptables» expresé, y todos estuvieron de acuerdo. «Si bien a grandes rasgos ya se había aceptado en el Acta de Foz de Iguazú (1) que la energía no consumida por Paraguay se vendería a Brasil, los artículos que lo ratifican con toda claridad en el borrador del Tratado deben ser eliminados. Aceptarlo implicaría que Brasil se convertirá en un monopsonio con todas sus infaustas consecuencias». «Estamos de acuerdo», manifestaron todos mis compañeros.

«El otro punto es el precio de venta de la energía excedente de Paraguay. En el borrador del anexo C del Tratado (1) se establece un precio fijo de 0,3 dólares el GWh que acompañará al valor del dólar. Poco a poco el petróleo aumenta de precio y el valor de la energía, naturalmente, irá en aumento. Propongo entonces incluir una fórmula de reajuste que tenga en cuenta el valor del petróleo», concluí.

«Tu propuesta es inteligente sin ninguna duda, yo la acepto», manifestó uno de los compañeros. Los demás hicieron lo propio de buen grado.

Tomamos un cafecito y dimos por terminada la reunión. Volvimos entonces a la sala donde nos esperaban los negociadores brasileros.

Como jefe de la delegación tomé la palabra y expresé el desacuerdo que habíamos consensuado.

Los brasileros solicitaron un cuarto intermedio de 15 minutos pidiéndonos el favor de que nos retirásemos a la sala privada para reflexionar nuevamente sobre nuestra actitud. La moción se aceptó.

A los quince minutos volvimos y encontramos la sala vacía. En el lugar de cada uno de nosotros había un sobre. Después verificamos que los contenidos eran iguales.

Abrí mi sobre y encontré una carta sin membrete, un cheque y el texto del tratado con sus anexos. La carta decía: «Estimado señor: Entendemos su inquietud, pero nuestro gobierno militar es inflexible con nosotros. Se debe aprobar el texto propuesto tal como está. Para que se sienta confortable al aceptarlo le adjuntamos un cheque por 10 millones de dólares a su nombre. Si le resulta más conveniente podemos cambiárselo por un certificado de depósito de ese valor en una cuenta cifrada suya en Suiza que nuestros colaboradores se encargarán de abrir. Obviamente el cheque no está completo, le falta una firma que será agregada cuando nos devuelva el ejemplar del Tratado debidamente firmado por usted y sus colaboradores. Su gobierno está de acuerdo pero este teatro era necesario».

Fue un día, luego dos días, les explicaba a mis compañeros la normativa de Adam Smith formalizada matemáticamente por León Walras. Usaba ecuaciones, pero como había abogados debía usar gráficos. Al tercer día se hizo la luz y los convencí a todos de que su egoísmo sería un premio para el Paraguay.

Todavía no veo el pronosticado óptimo social, ni siquiera la asignación óptima aunque sea de un recurso, ¡pero lo que sí tengo son los 10 millones bien guardaditos en un banco suizo!

Nota Bene:

– Lo relatado con respecto al dinero mal adquirido y el acuerdo previo con el gobierno militar paraguayo es pura ficción, aunque sería interesante investigar cómo los negociadores brasileros del Tratado de Itaipú lograron un acuerdo tan, pero tan ventajoso.

– El presidente electo de Paraguay, el ex obispo Fernando Lugo, tiene entre sus objetivos de gobierno (tomará posesión el 15 de agosto de este año), la renegociación del Tratado y especialmente la modificación del precio que Brasil paga a Paraguay por la compra de la energía excedente llevándolo a un «precio justo» tal como se menciona en el Acta de de Foz de Iguazú (1). Actualmente el precio al que se vende el GWh en el mercado mayorista brasilero es de casi 30 veces el precio que paga a Paraguay (2). El antecedente del reajuste del precio del gas del gobierno de Bolivia es un antecedente favorable.

Notas: (1) http://www.itaipu.gov.py/index.php?q=es/node/334&foto=perfil_documentos.jpg

(2)

http://www.abc.com.py/articulos.php?fec=2008-05-20&pid=416834&sec=7&ABCDIGITAL=67cd692b5e7d72e93667983432779ff0

Guillermo F. Parodi es escritor, profesor universitario, miembro del Observatorio Internacional de la Deuda y de los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Este artículo se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor y la fuente.