Los universitarios que componemos el grupo «no a Bolonia» del campus de Reina Mercedes (Universidad de Sevilla) queremos dejar constancia, mediante este comunicado, de nuestra repulsa y total desacuerdo con la actual implantación que se está llevando a cabo de los nuevos planes de estudios de las universidades españolas, y que se conoce como «Espacio […]
Los universitarios que componemos el grupo «no a Bolonia» del campus de Reina Mercedes (Universidad de Sevilla) queremos dejar constancia, mediante este comunicado, de nuestra repulsa y total desacuerdo con la actual implantación que se está llevando a cabo de los nuevos planes de estudios de las universidades españolas, y que se conoce como «Espacio europeo de educación superior» (EEES) o proceso de Bolonia.
Queremos expresar, en primer lugar, nuestra indignación por las formas, que en nada tienen que ver con la idea que uno tiene de un país democrático.
En una reforma tan importante y tan profunda de los centros del conocimiento, de la educación, de lo que representa un pilar importantísimo de la sociedad y del supuesto «estado del bienestar», no podemos admitir que no se cuente en absoluto con la opinión del estudiantado, del profesorado, de las asociaciones de padres, etc.
Muy al contrario, asistimos con cierto asombro, más aún a las puertas de una cita electoral, al oscurantismo, e incluso al caciquismo, con el que se está transformando, de arriba abajo, todo el sistema universitario.
En segundo lugar, nuestra indignación crece cuando descubrimos los «por qués» de este oscurantismo, de esta total falta de información, que hace que el proceso se esté culminando de espaldas a la opinión pública, algo que más bien debería estar marcando las agendas electorales de estos partidos «democráticos» que supuestamente nos representan.
Hacemos referencia ahora al fondo, porque tras la fachada de la europeización, se esconde la privatización de las universidades , proponiendo un modelo de financiación en el que el peso recaiga en el estudiante y en las inversiones privadas, lo que provocará, por un lado, la consecuente subida de tasas, y la supresión del sistema de becas actuales por «becas préstamo», y por otro, el conocimiento supeditado a la rentabilidad empresarial; ¿qué sucederá entonces con aquellas fuentes del conocimiento que no producen beneficios empresariales?, de esto se encargará un organismo creado a conciencia para ello, y compuesto en parte por empresarios, ajenos a la comunidad universitaria, la «ANECA», o «Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación», ¿cuáles serán los criterios que se seguirán para la elección de los individuos que compongan este organismo?, ¿serán democráticos? Lo ignoramos, pero sinceramente, lo dudamos bastante.
Tampoco estamos dispuestos a tolerar que nuestros estudios se devalúen, dando lugar a clasismos: personas «de primeras» (con posibilidad de costearse un máster) y «de segundas» conformándose con un grado, convirtiéndose en fábrica de precarios, dispuestos a firmar cualquier contrato basura, y subordinados a la empresa local de turno, que bien se habrá encargado de adaptar los planes de estudio a sus intereses.
En definitiva, queremos ser informados de forma clara de todos estos cambios, y queremos participar activamente en las reformas.
NO queremos este modelo universitario que se nos presenta, muy parecido al que ya se rechazó (LOU), porque nada ha cambiado desde entonces.
Nos comprometemos a luchar activamente en contra de este proceso, más allá del 9 de marzo.
Cada día que pase sin que seamos escuchados, será un «no, por ahora».
¡NO A BOLONIA!
¡BOLONIA, ASÍ NO!