Estamos a la espera de que tanto ADIF, gestor de la infraestructura ferroviaria, como la entidad pública RENFE-Operadora, informen a este Sindicato del accidente, de las causas que lo han motivado y de sus consecuencias, ya que, según las características actualmente existentes en la Red convencional, esta línea cuenta con los mayores estándares de seguridad: […]
Estamos a la espera de que tanto ADIF, gestor de la infraestructura ferroviaria, como la entidad pública RENFE-Operadora, informen a este Sindicato del accidente, de las causas que lo han motivado y de sus consecuencias, ya que, según las características actualmente existentes en la Red convencional, esta línea cuenta con los mayores estándares de seguridad: doble vía electrificada; sistema ASFA; comunicación tren-tierra; enclavamientos electrónicos en las estaciones y bloqueo automático banalizado con Control de Tráfico Centralizado (CTC). Por tanto habrá que estar al informe técnico de ADIF y RENFE para realizar una valoración más profunda. En todo caso, esperamos que la investigación sea transparente y que no derive en actitudes, ya vistas anteriormente, de imputarse una empresa a otra las causas del accidente, eludiendo sus propias responsabilidades.
A la hora de emitir esta nota de prensa desconocemos las circunstancias concretas de las condiciones de seguridad de la circulación, de la infraestructura y del material rodante afectado, pero lo que no desconocemos es que CGT viene reclamando de forma insistente, especialmente desde la entrada en vigor de la Ley del Sector Ferroviario, que supuso la fragmentación de la antigua RENFE en dos empresas ADIF y RENFE-Operadora (a pesar de que las Directivas comunitarias no lo obligaban), la necesidad de aumentar la inversión en la modernización de las líneas convencionales, en el mantenimiento del material rodante y en la formación del personal ferroviario, aspectos básicos en los que descansa la seguridad ferroviaria.
Las directrices políticas dirigidas hacia el ferrocarril están empeñadas en ampliar las líneas de Alta Velocidad, dejando en un segundo plano las líneas convencionales, ya que reciben una mínima parte de las inversiones de los actuales Presupuestos Generales del Estado, que nos conduce a una situación que han provocado una serie de trágicos accidentes ferroviarios en los últimos años.
La falta de plantilla, motivada principalmente por los Expedientes de Regulación de Empleo que se vienen aplicando antes en RENFE y ahora en las dos empresas, está conllevando la eliminación del personal de control y seguridad de la circulación en las estaciones, la reducción del personal de mantenimiento de los vehículos de material convencional, la reducción del personal encargado de las revisiones de la infraestructura ferroviaria y en definitiva, una reducción de la seguridad ferroviaria en las líneas convencionales. Este accidente ferroviario vuelve a volcar la atención sobre el abandono de nuestra Red convencional ferroviaria. Independientemente de las causas que puedan concurrir en este trágico accidente, es imprescindible denunciar la evidente falta de interés hacia todo lo que no sea construir nuevos corredores de alta velocidad.
Hay que recordar continuamente que el ferrocarril es un servicio público, y que como cualquier otro hay que conservarlo y mantenerlo en buenas condiciones, mejorando los sistemas de seguridad, infraestructuras y material rodante, al margen de criterios mercantilistas que son diametralmente opuestos a la seguridad ferroviaria, generando situaciones de riesgos para l@s trabajador@s y usuari@s del ferrocarril.
CGT expresa nuestras más sinceras condolencias con los familiares de las víctimas y el deseo de una pronta recuperación a los heridos.