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Con debate televisivo, ahora sí empezó la carrera presidencial

Fuentes: CLAE

El primer debate televisivo de los candidatos presidenciales en Chile, que contó con un novedoso formato que dio pie a enfrentamientos cruzados, los abanderados Sebastián Sichel (Chile Podemos Más), Yasna Provoste (Nuevo Pacto Social), Gabriel Boric (Apruebo Dignidad), José Antonio Kast (Partido Republicano) y Eduardo Artés (Unión Patriótica) discutieron sobre temas como gobernabilidad, economía y agenda social.

A 59 días de la elección presidencial del domingo 21 de noviembre, y luego de una hora y 45 minutos efectiva de intervenciones, emplazamientos, recriminaciones, en un debate televisado donde los candidatos fueron protagonistas (no los presentadores)

Tal como la dictadura, el estallido social no fue tema para la derecha y ultraderecha. Según ellos, el 18 de octubre es solo un levantamiento del lumpen y delincuentes que el gobierno tuvo bien en reprimir. Bajo esta visión obtusa de la realidad política sus electores sólo pueden estar entre la reacción, los partidarios de siempre y la confusión.

La centroderechista Yasna Provoste asumió una actitud ofensiva, justo cuando en su sector le reclamaban por su pasividad ante la disputa entre el izquierdista Gabriel Boric y el piñerisgta Sebastián Sichel, a quien incluso, en un «lapsus», llamó candidato “Sebastián Piñera». Boric, quien lidera las encuestas, supo sortear los cuestionamientos a la alianza del Frente Amplio con el Partido Comunista y puso sobre la mesa algunos puntos programáticos.

Mientras ,Sichel se mantuvo más contenido que el resto, y se vio mal ante el ultradrechista Juan José Kast. En el caso de Artés, intentó emplazar a todos sus contendores, en general sin éxito. Quizá faltó el gran polemista y nuevamente candidato Marco Enríquez Ominami, en cuarentena tras un viaje a México, y Franco Parisi, en Estados Unidos. Pero quien también faltó fue Daniel Jadue, eliminado en las internas de la izquierda por Gabriel Boric.

Que Kast defendiera en varias ocasiones los “derechos humanos” de los carabineros o a las “víctimas” del estallido social no es novedad pero sí una necesidad escuchar  con claridad estas declaraciones, como tampoco que Sebastián Sichel defienda a brazo partido el sistema de pensiones privadas AFP, pero sí, sin duda, es una sorpresa que la candidata democratacristiana Yasna Provoste no dude en afirmar que apoyará un proyecto de aborto libre en un eventual futuro gobierno.

Boric respondió afirmando indicó que “yo estoy del lado del diálogo para solucionar los conflictos (…) y cuando he cometido errores, los he reconocido, porque ¿quién no comete errores? La pregunta es si somos capaces de aprender de ellos, porque han habido demasiados liderazgos, obtusos, que no son capaces de reconocer cuando se equivocan e insisten y perseveran.”.

Provoste señaló que “hay convencionales que están representados por candidaturas que lo que buscan es hacer fracasar este modelo de la constituyente, y con eso lo que fracasa es la paz social. Hay otros sectores que hoy están aquí también representados que no han dado gobernabilidad al interior de la Convención, y eso nos preocupa, porque difícilmente se puede gobernar un país si es que no se ha entregado gobernabilidad en la Convención”.

El candidato de Unión Patriótica, Eduardo Artés, sostuvo que “las condiciones que nos llevaron al levantamiento, hoy se están dando con más fuerza, y todo anuncia un segundo levantamiento popular. No se puede hablar de gobierno y paz social si no se resuelven los grandes problemas planteados”.

 Boric señalo que “estamos aquí porque estamos parados en hombros de gigantes, de luchadores y luchadoras sociales que han constituido el Chile que tenemos, y por lo tanto renegar de ese pasado es renegar de ese futuro que queremos construir. Espero ser un presidente que cuando termine su mandato, tenga menos poder que cuando empezó, que hayamos sido capaces de distribuirlo de mejor manera en regiones, en la sociedad civil, empoderando a ese pueblo que quiere ser parte del destino de Chile”, añadió.

Los derechistasKast y Sichel plantearon bajar los impuestos: “hay que bajar los impuestos a las empresas, creo que hay que dejar de ahogar a la gente con impuestos”, dijo Sichel. Ambos se mostraron en contra del aborto legal, en contraste con el apoyo completo de la izquierda. “[El aborto] es un derecho privativo de la mujer en acompañamiento del Estado, con todas las condiciones sicológicas y sanitarias adecuadas”, sostuvo Artés.

En el plano de la salud hubo diferencias entre casi todos: plan único, doble sistema y seguros. “Es necesario fortalecer un sistema público de salud, puede existir un sistema privado, ese no es nuestro problema, nuestro problema es hoy día las largas listas de espera que se han acumulado de enfermedades no covid […] hay cerca de 19 mil personas que han fallecido”, señaló Provoste.

Los analistas coinciden en que Gabriel Boric, líder en las encuestas, es posible que se haya mantenido dentro de las expectativas, ya que mantuvo afirmaciones anteriores, como refundación de Carabineros, que compartió abiertamente con Artés, desmantelamiento del sistema de AFP, aborto libre y gratuito, mientras que Kast se mostró como una caricatura discursiva de la ultraderecha, con un discurso autoritario, demandando más neoliberalismo a todo evento.

Todos se manifestaron contra el presidente Sebastián Piñera, menos Sichel, claro. “Señor Piñera, está avisado, se la va a perseguir por las graves violaciones a los derechos humanos [en el estallido social]”, dijo Boric.

Los analistas intentan buscar una o un ganador en las encuestas, un ejercicio de la prensa hegemónica ya que sus opiniones se amplifican en las redes sociales y llegan como afirmación al electorado, en especial al casi 50 por ciento de indecisos. Es por ello que califican como perdedora a Yasna Provoste, porque no habría empleado a su favor su condición de mujer para disputar el espacio de Sichel, un clon de Piñera, debilitado

Una sesgada opinión en la prensa hegemónica es que la candidata de centroderecha solo sirve para blindar al candidato de la derecha y la oligarquía, pero lo cierto es que ella paró en seco y sin miramientos a Kast, a quien trató de mentiroso. Los medos de la derecha, que controlan el espacio comunicacional, se abstienen que ver las nueva ralidad del país, tras el estallido social y la pandemia  y continúen levantando como tema la macroeconomía y los beneficios de las políticas neoliberales.

Para el sociólogo y director de Tú Influyes, Axel Callís, Sichel salió perdiendo en este debate. «Se vio bastante golpeado por Kast (que) hizo ver mal a Sichel. Trató de despegarse de la idea de ser el candidato de los empresarios y del gobierno, pero no logró, pese a que se presentó como el presidente de las pymes. Sichel perdió frescura. Antes se veía enérgico y joven ante Lavín y Desbordes, ahora no luce eso», comentó.

Añadió que Boric logró zafar, fue de menos a más ante los arrinconamientos de gobernabilidad y de ‘mala compañía’ del PC, y para eso Artés lo ayudó mucho, porque lo sacó de la izquierda y lo puso en el centro. Boric logra mantener su puesto de liderazgo, no se vio nunca defendiéndose de espalda, y logró poner algunos puntos programáticos, como cuando respondió a Provoste señalando que el PC formó gobierno con la Democracia Cristiana durante el gobierno de la presidenta Bachelet”.

Mintras, el analista y director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, Marco Moreno, señaló que tanto Sichel como Boric son los que menos arriesgaron, para «no cometer errores». «Sichel, que se le vio muy sabiendo que tenía mucho que arriesgar, igual que Boric, le quitó cierta naturalidad, cierta frescura, cierta capacidad de improvisar. Se vio muy pauteado, intentando victimizarse, con un discurso antipolítico», indicó a El Mostrador.

Según Callís, Yasna Provoste, «nunca definió quiénes eran sus adversarios, le pegó a Boric, a Sichel, al PC, no logró encontrar su ubicación dentro del debate, disparó a todas partes. Estuvo en otra dimensión, trató de pegarle a todo el mundo, pero ninguna idea programática». La idea era diferenciarse de Gabriel Boric, intentó ser irruptiva, e intentó «equivocadamente» disputarle el electorado a Boric, añadió Moreno.

Los analistas políticos coinciden en que José Antonio Kast fue el que mejor aprovechó el ritmo televisivo. Partió emplazando reiteradamente a Boric, pero los momentos de mayor tensión los generó con Sichel y Provoste, logrando incluso sacar de sus casillas a la senadora.

Kast es una caricatura de la ultraderecha. Es una caricatura discursiva. Entró al panel a patadas y combos contra Boric, y elogió a Carabineros en cada uno de sus intervenciones. No se le fue una, incluso negando enfáticamente que hayan violado los derechos humanos durante el gobierno actual. Por el contrario, reiteró no pocas veces, ellos fueron las víctimas junto a los locatarios. Este discurso autoritario más neoliberalismo a todo evento resume su acotada narrativa.

 El debate mostró que eso es lo que hay. Esa noche faltaon el gran polemista y nuevamente candidato Marco Enríquez Ominami, que estaba en cuarentena tras un viaje a México, y Franco Parisi, en Estados Unidos. Pero quien también faltó fue Daniel Jadue, quien perdió en las internas de la izquierda ante Boric.

 * Periodista chilena, asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)