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Cataluña y nuestro particular estado de desecho (V)

Conceptos de la Guerra de la información para una provincia del Imperio

Fuentes: Rebelión

El camino de la represión y la intervención del Ejército, ahondará los problemas, no solamente en el Ejército, se enfrentaría al pueblo, sino que se haría cómplice de la corrupción y a un costo de desprestigio muy alto. Hay que convencerlo, no vencerlo, (Resumen Latinoamericano. 8 enero 2008) Antes de iniciar la aplicación a una […]

El camino de la represión y la intervención del Ejército,

ahondará los problemas, no solamente en el Ejército,

se enfrentaría al pueblo,

sino que se haría cómplice de la corrupción

y a un costo de desprestigio muy alto.

Hay que convencerlo, no vencerlo,

(Resumen Latinoamericano. 8 enero 2008)

Antes de iniciar la aplicación a una guerra de baja intensidad (Cataluña), del Manual de la guerra de Información, tengo que recordar que es cierto que la Guerra de Información -y, por lo tanto, el Manual que estamos analizando- es aplicable no solo a Cataluña, sino también al resto del estado español al que se amenaza con la aplicación del artículo 151 en el supuesto de disidencia grave con el orden constitucional establecido.

Se trata de una relación de poderes que afecta a todos los niveles y escenarios. Lo hemos visto ya, pero lo veremos de nuevo cuando finalmente y una vez analizado el Manual, me ocupe de la Guerra Económica. En ella aparecerán también -además de las prácticas y técnicas específicas de la guerra económica-, la relación de conceptos, preconceptos, ideas, prejuicios, matrices de opinión arraigadas, mentiras repetidas y ya estructuradas en la mente y el lenguaje, que voy a analizar someramente ahora. Todas las guerras -y eso no podemos olvidarlo nunca- son finalmente una sola en sus diferentes grados de desarrollo.

En algunos casos la explicación de los conceptos del Manual es tan amplia que el lector solo necesitará un poco de imaginación para integrarlos sin problemas en el escenario catalán. Puesto que los conceptos están analizados en su aplicación al caso de Venezuela [1] mantendré el texto completo y resumiré el análisis en lo que se refiere a Cataluña. Los lectores que deseen ampliar los conceptos, analizar otros que se han aplicado en distintos escenarios globales, regionales y locales y, sobre todo, la estructura -mediática y funcional- de la mentira, tendrán que analizar el concepto de Falsimedia con el que he estudiado, desde hace muchos años, este instrumento de creación de opinión y de estructuración de nuestras mentes [2].

19. Estereotipar o etiquetar

Esta técnica de desinformación utiliza los prejuicios y estereotipos del público para rechazar algo. (Ver demonización; Eslóganes; Chivo expiatorio).

Cataluña:

En el caso catalán los estereotipos y las etiquetas se han integrado en el lenguaje cotidiano sobre el conflicto. La velocidad de circulación de mensajes, estereotipos y etiquetas ha sido tan rápida y tan persistente que la gente, en general, los ha asimilado integrando algunos de ellos en prejuicios ya existentes.

La generalización acrítica (fundamentalmente en el resto del estado), ha sido también la consecuencia de un altísimo nivel de despolitización, muy inferior en Cataluña en donde los ciudadanos y ciudadanas se han concienciado y politizado rápidamente (y lo que es más preocupante para los defensores del estatus quo), de una manera generalizada. El fenómeno de la manipulación del lenguaje se ha producido en los dos circuitos informativos, el estatal y el autonómico, pero con diferencias muy notables:

En lo estructural, el estado español ha contado con muchos más medios de comunicación en liza. En cuanto a los catalanes la intervención estatal con la aplicación del artículo 151, el control de los medios de comunicación catalanes por delegados del Estado, las intervenciones policiales y las amenazas represivas contenidas en ese mismo artículo que incluyen fuertes penas económicas y de cárcel, han servido para desactivar, o para reducir, este camino de manipulación en el «bloque soberanista».

Contra ese bloque se han utilizado con verdadera saña los siguientes estereotipos y etiquetas:

Violadores del «estado de derecho« -o, lo que es lo mismo, de todas las resoluciones del Gobierno (y de su Fiscalía general del Estado), de los órganos legislativos, de las resoluciones judiciales, del Tribunal Constitucional, y de las advertencias de Felipe VI el Jefe del estado (poder moderador y Jefe supremo de las FF.AA.- y por lo tanto delincuentes.

Ejecutores de un golpe de estado el 1 de octubre, a pesar de que los actos de sabotaje del Referéndum, con intervención administrativa y empleo de refuerzo y violencia policial para cerrar los colegios, destruir las urnas, destruir papeletas, atacar brutalmente a los votantes, provinieron de la policía bajo mando estatal. Como tales, fueron procesados por los delitos de rebelión y/o sedición, y encarcelados.

Violentos, a pesar de que todas las manifestaciones independentistas fueron convocadas bajo la consigna de la «no violencia» y de que las contramanifestaciones de los partidos «constitucionalistas» fueron con frecuencia apoyadas por banderolas franquistas y por grupos nazis. A pesar también de que los enormes contingentes de Policía Nacional y de la Guardia Civil enviados a Cataluña fueron despedidos en alguno de sus de sus acuartelamientos de origen, por grupos fascistas, al grito de ¡A por ellos!

Cobardía ante la aplicación del artículo constitucional 151, un texto abierto que iba mucho más allá del «estado de excepción», al permitir la disolución del parlamento, la sustitución del Presidente de Cataluña y del Govern, por Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y por un conjunto de Delegados del gobierno central y autoridades estatales, bajo el mando virreinal de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Las posiciones extremas de esta acusación de cobardía fue la referencia a que los independentistas se habían «bajado los pantalones» hecha por el Portavoz del PP en el disuelto Parlamento de Cataluña, señor Albiol.

Tampoco es nada desdeñable en la generación de pánico en los políticos y en la ciudadanía la amenaza realizada por el vicesecretario general de Comunicación del PP, Pablo Casado, dirigida directamente a Carles Puigdemont comparándolo con Lluís Companys: «el pasado día 6 pasó sin pena ni gloria el 83 aniversario de la declaración de independencia por parte de Companys. Yo creo que la historia no hay que repetirla y esperamos que mañana no se declare nada porque a lo mejor el que lo declare acaba como el que lo declaró hace 83 años» [3]. Companys, que había proclamado el Estado catalán dentro de la República federal española, fue entregado por la Gestapo a Franco y fusilado en el Castell de Montjuïc.

En el mismo día de hoy, la Vicepresidenta, Sáenz de Santamaría, dejó caer la idea de que el «estado de excepción» vigente con el desarrollo ilimitado del artículo 151 será mantenido hasta que el gobierno lo considere necesario.

20. Eufemismo o deslizamiento semántico

Reemplazar una expresión por otra para descargarla de todo contenido, vaciándola así de su sentido: «guerra preventiva» para justificar una invasión sin la existencia de razón lógica o, «cambio de régimen» para definir un Golpe de Estado. (Ver Desinformación).

En Cataluña el eufemismo y el «deslizamiento semántico» ha sido una constante de la información del Gobierno y de la maquinaria informativa estatal; también ha sido utilizado por los responsables y portavoces del Govern aunque en este caso ha tenido un carácter defensivo ante el ataque brutal que suponía la aplicación del artículo 151 y por el encarcelamiento de los dirigentes políticos y sociales de Cataluña. Por otro lado, con acusaciones de rebelión y sedición ha obligado al exilio al Presidente de la Generalidad y a varios consejeros. Se niega, sin embargo, y con ayuda del aparato mediático, a considerarles presos políticos. Los califica de prófugos de la justicia.

El gobierno de Rajoy, por ejemplo, ha realizado un golpe institucional completo y ha tratado de disfrazarlo como la defensa del «estado de derecho». El Gobierno se ha negado a distinguir entre legalidad y legitimidad y ha amenazado (y desempolvado los Planes), con la intervención militar en Cataluña. Lo mismo ha hecho con la «promesa» de hacer un cambio constitucional mediante un proceso constituyente que, con seguridad, conduciría al cuestionamiento de las bases del estado franquista: entre otras la presencia de una Monarquía ilegítima, pactada entre estruendo de sables durante la Primera Transición. Finalmente, como cabía esperar, tal proceso se ha quedado en nada.

21. Guerra centrada en Redes

También llamada «operaciones centradas en redes». Es parte de la doctrina militar y de la teoría de la guerra por el Departamento de Defensa estadounidense en la década de 1920.

Su objetivo es traducir en ventaja de información, permitida en parte por la tecnología de la información, en ventaja competitiva, a través de una red de fuerzas geográficamente dispersas. Este trabajo en red, combinado con cambios tecnológicos, organización, procesos y personas, permiten nuevas formas de comportamiento organizacional.

En concreto, la teoría tiene tres principios:

Una robusta red de fuerza mejora el intercambio y el conocimiento de la situación.

El intercambio de información mejora su calidad y el conocimiento compartido.

La conciencia situacional compartida permite la sincronización, mejora la sostenibilidad y velocidad del comando, y estos, a su vez, aumentan dramáticamente la eficacia de la misión.

22. Guerra cibernética

Se refiere a la piratería políticamente motivada, para llevar a cabo sabotaje y espionaje. Es una forma de guerra de información, a veces vista como análoga a la guerra convencional. La guerra cibernética se compone de muchas variantes. (Véase Sabotaje; Seguridad de las comunicaciones; IWar).

23. Guerra de Cuarta Generación

Se origina, teórica y prácticamente, en Estados Unidos. Es una combinación de guerrillas, la guerra asimétrica, la guerra de baja intensidad, la guerra sucia, el terrorismo de estado, operaciones encubiertas, la guerra popular, el terrorismo y contraterrorismo. Las estrategias de combate son irregulares. Estas estrategias incorporan la propaganda, la desinformación o sobre información, la manipulación de medios de comunicación; entre otras. Se conserva el combate cuerpo a cuerpo; con las implicaciones que las nuevas tecnologías tienen en este tipo de combate.

24. Guerra de información

Es uno de los principios de la Guerra de Cuarta Generación. Esta fuerza permite a los combatientes enfrentarse por medio de estrategias no convencionales, no regulares. En esta forma de la guerra, apenas perceptible para el público, no se combate con armamento convencional, pues estos son suplantados por distintas formas de transmitir información. De este modo el cuerpo a cuerpo se vuelve innecesario, resultando en los mismos fines, como ocupación del territorio, percepción internacional favorable, entre otros.

La principal fuerza, y ventaja, es la del avance tecnológico. Esta guerra se vale de la recolección de información, para demostrar la validez de la información propia de quien la ejecuta; podría decirse que es una guerra por el control de la veracidad. Si la información que se plantea es veraz para un bando, esta estará reduciendo al contrario. Se ataca con información, y el ataque es mediante la manipulación de las mentes espectadoras, es decir, la manipulación de las mentes de la población o un determinado grupo. También puede sobreinformarse para crear caos. Esta modalidad de guerra está relacionada con la guerra psicológica.

En la guerra de información pueden adoptarse diversas estrategias:

Ataques o transmisiones de radio y TV.

Secuestro o empleo premeditado de la señal de radio o de TV, con el fin de usarse para desinformar.

Desactivación de redes logísticas para interferir los sistemas de información enemiga (suministro de alimentos, combustibles servicios públicos, entre otros).

Sabotaje de operaciones económicas y negocios -casi siempre por medio de hackers y crackers.

Desde 1980, la Fuerza Aérea norteamericana tiene en su misión el lema «Para volar, luchar y ganar… en el aire, el espacio y el ciberespacio. Deshabilitan software y otros medios de soporte informático; esta alternativa es más rentable, ya que el coste de vidas humanas, y de municiones no es el mismo. No sólo se destruyen las redes enemigas, también se desactivan. Así el territorio no tiene necesidad de ser ocupado. Y el ocupante puede proveerse de información enemiga. Eso sería la equivalencia a tomar las municiones de un soldado caído en otra generación, o la de tomar un bunker o cuartel lleno de municiones y cartas. La primera vez que estas estrategias se utilizaron fue contra Irak, durante la guerra del Golfo, en 1990.

En cuanto a las identidades virtuales, no pueden comprobarse como identidades pertenecientes a la realidad.

25. Guerra irregular

Los combatientes están, en su totalidad, compuestos por fuerzas irregulares. Los enfoques de la guerra de guerrillas o la guerra asimétrica, entre otros, son bien recibidos. Son aproximaciones indirectas y de guerra asimétrica. Es una lucha prolongada que pone a prueba la resistencia de los combatientes.

En la Tercera Convención de Ginebra, en 1949, se establecen los criterios de lo que deberían ser las Fuerzas Armadas Regulares»:

Estar comandadas por una persona que responda por sus soldados en un conflicto.

Tener un signo distintivo reconocible a distancia.

Llevar armas a la vista.

La realización de operaciones en conformidad con las leyes y costumbres.

El derecho humanitario internacional designa el término «Fuerzas Irregulares», a una categoría de combatientes de fuerzas armadas no gubernamentales, involucrados en un conflicto armado. Estas fuerzas armadas se diferencian del resto por no pertenecer a las fuerzas armadas regulares. Actúan dentro o fuera de su propio terreno, incluso si este último se encuentra ocupado.

En los Apartados 21 a 26 no parece existir ninguna similitud con el proceso catalán. Los mantengo tal como están en el Manual de la Guerra de Información por algunas identidades encubiertas: 21. Guerra centrada en redes; 22. Guerra cibernética; 23. Guerra de Cuarta Generación; Guerra de la Información; 25. Guerra irregular, por diversas razones.

En la rebelión en Cataluña se ha dado intensamente una Guerra centrada en Redes y también una Guerra cibernética durante el proceso del Referéndum. Tales redes y los documentos robados durante el proceso de ocupación de las Consejerías, así como los ocupados en la Consejería de Hacienda supusieron intentos logrados para asegurar el control de la Información fundamentalmente después de la aplicación del Artículo 155.

Ha habido también algunos elementos de guerra irregular. El intento de neutralizar y de ningunear a los Mossos de Escuadra (la Policía Autonómica), y el envío de centenares de miembros del CNI son elementos precursores de una guerra irregular.

El lector podrá identificar, sin más que repasar el Manual y seguir el vertiginoso proceso catalán algunas más muy evidentes, en cada uno de esos apartados.

Hay que tener en cuenta que las espadas siguen en alto.

Notas:

[1] http://misionverdad.com/la-guerra-en-venezuela/la-guerra-de-la-informacion-en-venezuela-manual

[2] Meter en buscador Falsimedia+Antonio Maira

Buscar: https://www.google.es/search?biw=1366&bih=637&ei=VitfWrr6NMHqUJSBhrgF&q=Falsimedia%2BAntonio+Maira&oq=Falsimedia%2BAntonio+Maira&gs_l=psy-ab.3…0.0.0.13454.0.0.0.0.0.0.0.0..0.0….0…1c..64.psy-ab..0.0.0….0.2tqsp12C3e0

[3] www.lavanguardia.com/politica/…/twitter-comparacion-puigdemont-companys.html

Antonio Maira es analista político y Capitán de Fragata de la Armada

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.