Primero fue la policía, luego fueron los jueces y ahora será la cárcel. Todo ello es parte de un entramado represivo destinado a eliminar la capacidad reivindicativa y combativa del sector estudiantil y de todos los sectores críticos con este sistema.
Una vez más la justicia ha mostrado su verdadera cara como arma del sistema capitalista. Haciendo caso omiso a todas las pruebas que les exculpaban, han sentenciado finalmente a los compañeros Dani y Manu con tres años y seis meses de cárcel. Todo ello para justificar y perpetuar la dominación por y para el sistema, castigando y silenciando todas las voces que denuncian la miseria que produce.
Tras un juicio absurdo lleno de connotaciones fascistas, se ha decidido condenar a varios estudiantes que participaron en las protestas contra la L.O.U. (Ley Orgánica de Universidades) desarrolladas en Madrid en el 2001. No les ha bastado a los represores con apalear, detener y torturar sino que ahora han rematado la faena multando y encarcelando a nuestros compañeros.
Primero fue la policía, luego fueron los jueces y ahora será la cárcel. Todo ello es parte de un entramado represivo destinado a eliminar la capacidad reivindicativa y combativa del sector estudiantil y de todos los sectores críticos con este sistema.
Sus leyes jamás serán orientadas hacia el desarrollo integral de las personas, su intelecto, su libertad y su aplicación para el bien social, lo que demuestra que toda protesta está más que justificada y que las nefastas consecuencias sólo surgen de la prepotencia de la mala fe de los políticos, así como de su distanciamiento de los verdaderos intereses populares en beneficio de unas minorías dominantes, que les lleva a continuar reprimiendo sin reconocer sus errores, pero creando precedentes represivos cada vez más duros, para así mediante la imposición del miedo, seguir imponiendo sus políticas de intereses, sin que se protesten sus absurdas aberraciones.
En tres meses quieren encarcelar a nuestros compañeros en prisiones que a día de hoy desconocemos, lo que supone que en los próximos días recibirán la citación con la fecha y la hora exacta en la que deberán permitir que su libertad les sea robada.
Ahora más que nunca es cuando se tienen que escuchar nuestros gritos y sentir nuestros golpes, cuando la solidaridad tiene que ser más combativa.
¡Inocentes o culpables, los queremos en las calles!
¡Abajo sus leyes y los muros de sus asquerosas cárceles! ¡Libertad para Dani y Manu!