El documento muestra como un cambio en el discurso de la Huelga de Alquileres orientado a la condonación generalizada de los alquileres y las hipotecas a cargo de los rentistas y la Banca permite explicar mejor a la población la trampa de la expansión monetaria con la que los bancos centrales quieren apuntalar los mercados y al capital.
Mientras los discursos de todos los gobiernos y los medios y redes de comunicación concentran toda la artillería de la ingeniería social en una supuesta guerra mundial contra un enemigo del tamaño de un virus, la economía mundial se hunde en un pozo de profundidad desconocida. Basta ver que en el punto álgido de la durísima crisis financiera del 2007 el consumo de petróleo llegó a reducirse un 4%. Hoy esa sangre que mueve la maquinaria mundial en la primera quincena de abril ha tenido un descenso que se calibra entorno al 30%. Una caída brutal que ha llevado en algún momento a los futuros del barril West Texas a cotizar a -37 dólares. No hay compradores y el petróleo, causa primaria de la catástrofe climática, se acumula en cientos de petroleros en medio del océano esperando ser vendido o provocar un desastre ambiental. Esa imagen es la otra cara de la crisis en la que hoy todos los países del planeta han entrado en barrena. No hace falta ser un lince para calcular el desastre de un sistema económico insostenible que está llevando a la Biosfera del planeta y a la humanidad a un callejón sin salida en una crisis multifactorial.
Pero queremos fijar la atención en como las élites globales están respondiendo a este desafío múltiple. Los que mandan el Mundo están reaccionando usando los Bancos Centrales para salvarse, o sea, salvar a los acreedores y rentistas mediante la creación monetaria pública – inyección de dinero- más grande de la historia. Desde hace décadas esa es una y otra vez LA GRAN RECETA del stablishment frente a la crisis multifactorial que han provocado. Para el resto de la crisis multifactorial que vive el planeta, el dinero debe salir de los impuestos estatales que mayoritariamente paga la clase trabajadora o del incremento de la deuda pública que genera nuevas dádivas a aquellos que viven sin trabajar. Con el justificante de la pandemia incluso el Green Deal o la reforma del capitalismo se la han disuelto en el MonoTema.
En el 2007 el relato fue que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades y se salvó a los banqueros mientras los trabajadores, pequeños negocios y autónomos perdían su trabajo y viviendas. Hoy el relato ante las plagas bíblicas es que nos salvamos todos, pero hipotecados e inquilinos hayan perdido o no el trabajo, deben pagar sus deudas, está vez con ayudas del estilo créditos a interés cero, rentas garantizadas de miseria o cheques gratis firmados por Trump, el llamado dinero helicóptero, en aquellos países que se lo pueden permitir. La deudas a las clases populares no se les perdonan aunque reciban calderilla.
La Respuesta ante el Hundimiento de la Economía es una enorme inyección de dinero con las impresoras del sistema de Bancos centrales echando humo por todo el mundo. Los bancos centrales no sólo han suspendido las normas de Basilea, la sagrada contabilidad, para que los balances bancarios se hagan trampas al solitario. Ahora asistimos a una nueva Expansión Monetaria -QE- ilimitada que deja esa herramienta creada por la Reserva Federal de los EE.UU allá por el 2008 en un juego de niños. La Banca central con esa inyección de dinero nuevo al sistema, dinero exógeno (1), compra las deudas fallidas que acumula la banca comercial en sus balances. Los bancos centrales se han desmelenado comprando hasta títulos de la peor calidad crediticia, la deuda basura, a la banca comercial y de inversión, a las grandes empresas y la Reserva Federal de Nueva York ha asegurado la liquidez ilimitada de la moneda imperial a toda Banca central que lo necesite.
Pero el sesgo clasista del relato es que el 1% privilegiado, rentista, ocioso se llevará casi todo el pastel para apuntalar sus apuestas en el casino global en que han convertido la Economía. Los mass-media expanden por las redes que la calderilla para los pobres es como el maná. Pero el grueso del salvataje al 1% está enmascarado de tal manera que ni el lector que lee este documento es capaz de captar la magnitud del reparto desigual. Mientras los Gobiernos, a bombo y platillo reparten aquella calderilla, la FED, el BCE y los otros bancos centrales responden a las necesidades del capital con «más dinero» y tipos de «interés cero» convirtiéndose de facto en su último baluarte para mantener la ficción de una contabilidad sistémica a todas luces fraudulenta que está destruyendo los cimientos de la vida planetaria. La Respuesta no tiene las mismas proporciones ni el mismo riesgo moral si perteneces a ese 1% que tiene su dinero a recaudo de los paraísos fiscales o estás fuera de ese restringido círculo de la humanidad.
Cuando el dinero-deuda y el sistema de reserva fraccionaria de los banqueros, después de siglos estafando y desbridado del patrón oro, lleva a un callejón sin salida a la contabilidad creativa de las banca comercial y de inversión, la solución a un capitalismo agónico es la Banca central. El BCE y los otros bancos centrales se han convertido en una herramienta más de dominación financiera que controla ese 1% lo que convierte a los gobiernos de turno y los Parlamentos en poco más que un circo donde sus señorías escenifican el cuento de la Soberanía popular o en todo caso trafican con información privilegiada.
El dinero como encarnación del poder del capital extrae primero la riqueza del trabajo asalariado, para luego exprimir a las clases populares a través de los impuestos que de manera creciente absorbe la ignominiosa deuda pública también en manos de ese 1% y que acaba por agravarse con las dádivas que la banca cobra en cualquier transacción monetario en el universo de la economía real que no escapa al escrutinio de su panóptico.
La economía humana -del llamado sistema mundo- como un panóptico de los señores del dinero.
El BCE salva a las élites y los Parlamentos acatan
Mientras millones de europeos perdían sus empleos y sus viviendas de resultas de la crisis financiera del 2007 el BCE – Banco Central Europeo- copió allá por el 2015 la Expansión Monetaria de la FED para la zona euro -QE- entregando a los bancos la friolera de 2,59 billones de euros hasta finales del 2018. Hoy el programa QE del euro se ha vuelto ilimitado, ante la crisis del COVID19, lo que ha llevado a que su balance supere a 31 de marzo del 2020 los 5 billones de euros o el 42% del PIB de la eurozona (2). Christine Lagarde , presidenta del BCE, ha respondido con un nuevo manguerazo de 750.000 millones de euros a través de su Pandemic Emergency Purchase Programme (PEPP), para comprar deuda pública a la Banca y privada a las grandes empresas (3). Donald Trump ha subido el listón hasta los 2 billones de dólares.
Los bancos centrales, a diferencia del 2007, están dispuestos a comprar a las entidades financieras hasta los productos más complejos y de peor calificación crediticia para que no quiebren. Esta operativa de la expansión monetaria ilimitada consiste en que la banca comercial saca de sus balances ingentes cantidades de títulos de deuda de cualquier clase (titulización hipotecaria, soberana, corporativa y de cualquier calificación crediticia… ) que genera en el casino global de las burbujas recurrentes inmobiliarias, de derivados, etc y se los endosa al BCE a cambio de dinero fresco digital de curso legal.
No es de extrañar entonces que el BCE el año 2018 con ese balance de casi 5 billones tuviera unos ingresos récord de 2.277 millones de euros producto del pago de cupones de todos los bonos adquiridos y de su intervención en los mercados monetarios. La partida que ofreció más beneficios fue el programa de compra de Valores en los Mercados adquiriendo deuda griega lo que reportó 127 millones de beneficio al BCE. O sea, cuanto más riesgo de impago hay, expoliando al pueblo griego, si este cumple sus compromisos, más beneficios a repartir en el EuroSistema (4). En otras palabras, esos 127 millones de euros en lugar de cubrir necesidades del pueblo griego se repartieron como beneficio 27 millones a Alemania y unos 12 millones a España (5).
Alemania se lleva la palma pues es la que tiene el mayor porcentaje de voto en el BCE. Las «cigarras» del Norte viven a costa de las «hormigas» del Sur. Pero esa manera de enfrentar pueblos no explica la verdadera razón de tan endiablado sistema de expoliar la riqueza. El BCE sirve para enmascarar los actos delictivos que en nombre de los mercados cometen contra los pueblos del viejo continente las élites sin nombre ( en la Federación Bancaria Europea, en Target-Securities del EuroSitema, en el Clearing o el Banco Internacional de Pagos de Basilea). El punto de parodia absurda e hipócrita lo ponen Christine Lagarde y Luís de Guindos, que formando parte de la Corte Imperial, salen en defensa del BCE contra el Supremo Alemán cuando la peste de la contabilidad creativa bancaria huele desde el Santander en el sur hasta el Deustche Bank más al norte.
¡ojo!… ese privilegio de financiarse a coste cero en medio de las plagas bíblicas para tapar los agujeros de la contabilidad bancaria no lo tienen gobiernos como los de PSOE-UP que deben recurrir al mercado de capitales privado y pagar un plus de interés por las emisiones de deuda que compran las élites globales (Santander, BBVA, La Caixa…) con el dinero que les ha regalado el BCE. Esto es el pacto de Maastrich. La deuda pública, la deuda familiar y empresarial pagan esas regalías, el diezmo medieval, a los señores del dinero.
Ya no se puede hablar de economía sin citar al Banco Central. Lo ha entendido muy bien el economista Josep Oliver Alonso que en su artículo «Condonación, Gosplan y austeridad» en La Vanguardia asemejaba el papel del BCE, y en general del sistema de Banca central capitalista, al Glosplan soviético de la extinta URSS (6). Decía que era una similitud forzada pero que explicaba la situación actual. Seguro. Al menos la planificación soviética, o sea, el auxilio a empresas y servicios públicos, servía para enmascarar el papel de la burocracia del partido y la contabilidad creativa, pero también en buena medida hacía funcionar la máquina económica. Después de saborear las hieles del capitalismo el pueblo ruso añora la época de aquel régimen deforme y cruel del partido. Con Bruselas y los burócratas del Eurosistema tenemos la misma burocracia pero sólo auxilia a las finanzas, al inmobiliario y a las grandes empresas. Es el Gosplan del 1% más rico.
Por eso, en cada paso hacía el abismo las élites globales desnudan las verdades falsas – fake news– que nos han explicado durante décadas y que parecían dogmas indestructibles. ¡No puedes gastar más que lo que tienes! ¡Los bancos sólo son intermediarios financieros entre ahorradores y el crédito! ¡Con los impuestos contribuimos todos en el bien común del país! ¡El dinero no es gratis! ¡El riesgo moral es igual para todos! y un largo etcétera de dogmas.
¿Qué hacen con tanto dinero las élites financieras?
¿Para qué pagar impuestos si podemos crear todo el dinero que queremos?
¿por qué no podemos vivir holgazaneando como el 1%?
¿por que no hay inflación si hay tanto dinero disponible?
Al paso que va el BCE desde el 2015 con la QE y ahora con una QE ilimitada su balance general llegará en poco tiempo al 100% del PIB de la eurozona. Tal vez es el momento de plantearle si el BCE tiene un hueco donde poner junto a las deudas de los ricos, las de los pobres que somos mayoría. Si se trata de hacerse trampas al solitario como hacía la Gosplan soviética que todo el mundo las pueda disfrutar.
La huelga internacional de alquileres o hipotecas debe romper el relato de las élites financieras globales
Las respuestas a estas preguntas no son objeto de este documento más que para centrarse en cómo enfrentar la pérdida de la vivienda de millones de hogares por la incapacidad de poder pagar la hipoteca o el alquiler pues estamos nuevamente a las puertas de miles de desahucios en cuanto la maquinaria judicial se ponga en marcha provocando una nueva pandemia global de desalojos de viviendas.
Un problema social de primera magnitud que se sumará a todas las problemáticas de vivienda que nunca se cerraron de la crisis del 2007 pues la ola de desahucios hipotecarios del 2007 aún colea con más de 60.000 hogares pobres que ni el PP se atrevió a echar a la calle dando una moratoria de lanzamientos que desde el 2013 …¡lleva 10 años funcionando! Con casi 800.000 ejecuciones hipotecarias gente trabajadora y pequeños empresarios se quedaron sin vivienda y sus deudas hipotecarias a la banca española acabaron vendidas a fondos de inversión especializados en el cobro de morosos mientras la banca liquidaba sus activos- viviendas- a través de la Sareb ganando dinero pues con el rescate bancario las pérdidas se las endosó al Estado. Los bancos se hicieron de oro también con las miles daciones en pago, celebradas a bombo y platillo por las pah, pues las familias en la fiesta lo perdían todo pero ilusamente agradecían poder pagar un alquiler social en la que fue su vivienda hasta que les negaron las renovaciones de los contratos. ¿Podría el Gobierno permitir que las entidades financieras inicien una nueva oleada de desahucios hipotecarios al tiempo que son rescatadas con la QE ilimitada tipo Gosplan para la Banca ylas grandes empresas cuando la Sareb aún les está asegurando su solvencia desde el 2007?
La burbuja de alquiler vivida estos años a rebufo de la crisis hipotecaria por el aumento hasta más de 3,5 millones de hogares humildes que viven en arrendamiento sufrirán si no se pone remedio una segunda oleada de desahucios de inquilinos que dejaría la crisis del 2007 empequeñecida. ¿Podría el Gobierno permitir que los arrendadores inicien una nueva oleada de desahucios y justificar sus enormes privilegios?
Sí, porqué las patronales del sector residencial: la Banca, las grandes empresas inmobiliarias, entre ellas las Socimi, y las Cámaras de la propiedad que representan al pequeño propietario gozan de unos privilegios fiscales que hoy son insostenibles presupuestariamente en un momento en que la recaudación se está hundiendo. De hecho, la campaña del IRPF del 2019 es el inicio este abril del 2020 de la mayor fiesta fiscal para los caseros con un derroche de más de 10.000 millones de euros que nos cuesta su elusión del pago de impuestos gratis, a cambio de nada, mientras el país entra en barrena en la crisis. ¡A eso se le llama arrimar el hombro! Por el volumen de pequeños propietarios el Gobierno se encuentra en la difícil tesitura de salvaguardar los intereses de la sociedad de los propietarios construida durante el último medio siglo entorno a ideal franquista- «queremos una sociedad de propietarios que no de proletarios» – y enfrentar el incumplimiento sistémico de miles de contratos de alquiler que suponen el 85% de los hogares en arrendamiento en los próximos meses. La guinda es que un inquilino puede llegar a pagar hasta un 1000% más de IRPF que su casero a iguales ingresos.
El Impuesto de Sociedades en el sector residencial donde tributan las grandes empresas del sector como las socimis, las inmobiliarias de la Banca, fondos, sociedades patrimoniales, etc tienen aún unos privilegios superiores proporcionalmente que hacen que el gravamen impositivo sea cero o prácticamente irrelevante aunque cuantitativamente reducido respecto a la inmensa mayoría de pequeños rentistas.
Auqnue no sería por ganas hoy en este artículo no entraremos a explicar porqué los alquileres deberían extinguirse pues los arrendadores no tienen derecho a amortizar sus viviendas varias veces a lo largo de los años de vida útil a cargo del sudor de los inquilinos. Será en otro momento.
La izquierda y los movimientos sociales de la vivienda deberían abandonar el discurso timorato sobre «fondos buitre» y «moralista» sobre los malísimos «especuladores» pues ese relato olvida, ex profeso que sea consciente, o impide mostrar las políticas de la banca central apuntalando al sector financiero y las profundas desigualdades fiscales que claman al cielo. Por eso, debemos salir en tromba a desnudar la creación monetaria para revolverse contra el órdago que el 1% más rico impuso en el Tratado de Maastrich a los pueblos europeos. Las huelgas internacionales de inquilinos e hipotecados, si existen, deberían girar su discurso para romper el relato de las élites globales. Es la tarea más consecuente cuando aún hoy la mayoría de la población al explicar la trampa de la creación monetaria se queda boquiabierta y prefiere ignorarlo. Pero en la desesperación en el Líbano la juventud ya esta quemando las sucursales bancarias y la sede del Banco Central (7).
Objetivo del Gobierno PSOE-UP-IU: salvar a los mercados, a la banca y a los rentistas.
Por contra a lo que deberían ser las expectativas de una solución para las clases populares golpeadas por las crisis recurrentes la maquinaria estatal del Gobierno del PSOE-UP ya ha legislado que se salvarán los negocios de los banqueros y de los caseros con las medidas aprobadas que salvan el mercado de alquiler, no a los inquilinos y las moratorias que salvan a la Banca pero no a los hipotecados. Inquilinos y deudores deben pagar sus deudas, sí o sí, bien con moratorias o con créditos avalados por el Estado o con ayudas repartidas por las Comunidades Autónomas entre aquellos que no puedan hacer frente a los pagos.
Esas medidas son como una cataplasma, una ficción esperando brotes verdes en otoño, cuando la caída del PIB del 12% en el primer trimestre tras la debacle de sólo la segunda quincena de marzo del 2020 pone un escenario dantesco ya de colas de gente buscando comida en Barcelona y Madrid. Un botón de muestra son los créditos que los grandes bancos españoles (Santander, La Caixa, BBVA, etc) concederán para pagar los alquileres de los locales comerciales, industriales y viviendas. En el caso de nuestro país esos bancos crearan esos préstamos de la nada, hasta 1.200 millones de euros en créditos avalados para los inquilinos y hasta 112 millones de euros para pagar intereses y gastos (un 10%) a los bancos que pagará el Ministerio del sr.Ábalos. Una tarea que podría hacer gratis un banca pública si existiera. Eso es lo que denunciábamos en «El Gobierno provoca el caos entre los inquilinos mientras continúa de “pagafantas” de los caseros y de la banca«.
En el Gobierno de Madrid, las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos triunfa la sumisión a Maastrich intentando capear los próximos meses aumentando el déficit presupuestario financiando sus medidas con préstamos que significan seguir cavando en el pozo sin fondo de la Deuda pública subyugada a la Banca privada. Esa vía lleva a nuestro país en el camino de la intervención de los «hombres de negro» semejante a la vivida por Grecia en el 2015. Por eso, en los próximos meses tomará cada vez más fuerza la mutualización de deudas por el BCE que piden los países del Sur. O sea, continuar con el Tratado de Maastrich para que el castillo de naipes de la ingeniería financiera no se venga abajo o aquellos que esgrimen que el mismo dinero del BCE que sirve para salvar a las finanzas se puede crear para financiar directamente los programas sociales de los Estados sin necesidad de pagar dádivas a la banca comercial o de inversión. A esta última opción le llaman Teoría Monetaria Moderna –TMM-.
De hecho las ayudas al pago de los créditos de inquilinos e hipotecados o las rentas garantizadas de miseria en nuestro país o los cheques gratis que se están entregando a la población en otros países, el llamado dinero helicóptero, a cargo del endeudamiento público podrían venderse al BCE como títulos de deuda de manera que no se incurriría ni en déficit ni en endeudamiento soberano. Es lo que piden los defensores de una Banca Central más social. De esta manera, la calderilla que suponen aquellos programas sociales podría guardarse en las bóvedas del BCE junto a los programas de compra de activos a las entidades financieras y grandes empresas como los programas de deuda hipotecaria (ABSPP), de deuda corporativa (CSPP) o de deuda soberana (PSPP) de la QE infinita. Sea mutualización de deudas a través de la banca privada o sea la compra directa de deuda soberana a los estados, el dinero del BCE lo salvaría todo.
O sea, las bóvedas del BCE serían como un vertedero de todas las deudas incobrables en un ciclo at infinitum. Son las mismas medidas que desde el 2007 no han funcionado. El Banco Central Europeo convertido en el Banco Malo del continente.
Pues hay otra posibilidad frente a aquellos que de diferentes formas piden más Estado y más Banca central en el tema de la vivienda eso sin hablar de la socialización de los medios de producción, de la banca y de la abolición del dinero como expresión del poder social. La famosa frase de que #la crisis la paguen los ricos sólo se puede concretar en que la condonación de deudas de los inquilinos e hipotecados corra a cargo de bancos y propietarios. Cargar sobre los responsables el peso de la crisis es lo que permite explicar los mecanismos de creación monetaria que benefician de mil maneras a las élites financieras y a los rentistas.
La calculada ambigüedad de la suspensión de alquileres «enmascara», «obvia», no ayuda a explicar la complejidad de las soluciones que nos proponen las élites y nuestra gente necesita claridad en la comprensión de la solución que puede tomar. La huelga internacional de alquileres o hipotecas debe romper el relato de las élites financieras globales e imponer que #la crisis la paguen los ricos sólo se puede concretar en que la condonación de deudas de los inquilinos e hipotecados corra a cargo de bancos y propietarios junto la prohibición de los desahucios y ejecuciones hipotecarias. En definitiva, que la crisis la paguen los ricos no es que la acabe pagando el Banco central Europeo.
Notas:
- Sin Permiso, Dinero endógeno, ¿por qué es importante? – Alejandro Nadal
- El Confidencial, El balance del BCE marca récords históricos y ya supera al 42% del PIB de la eurozona.
- El País, El BCE sorprende con un plan de compra de 750.000 millones para evitar que el virus fragmente la eurozona.
- Expansión, El BCE aumenta un 23% su beneficio en 2018, hasta los 1.575 millones.
- Banco Central Europeo, Contribución de los BCN pertenecientes a la zona del euro al capital del BCE.
- La Vanguardia, Condonación, Gosplan y austeridad.
- El País, Las revueltas del pan toman Líbano.
Salva Torres, activista de la Asociación 500×20